martes, mayo 01, 2007

La juventud sin amor




LA PRIMAVERA BESABA...

La primavera besaba
suavemente la arboleda,
y el verde nuevo brotaba
como una verde humareda.

Las nubes iban pasando
sobre el campo juvenil...
Yo vi en las hojas temblando
las frescas lluvias de abril.

Bajo ese almendro florido,
todo cargado de flor
-recordé-, yo he maldecido
mi juventud sin amor.

Hoy en mitad de la vida,
me he parado a meditar...
¡Juventud nunca vivida,
quién te volviera a soñar!

Antonio Machado (1875-1939), leído por Fernando Fernán Gómez. (tomado de Palabra Virtual)

(qué razón tiene don Antonio.: también se añoran los sueños; ...quizá porque son el reflejo de las ilusiones; y éstas, a su vez, destellos de la juventud)

6 comentarios:

Antígona dijo...

Me gusta el poema, como todo lo de Machado, pese a su melancolía

Es triste que cuando uno echa la vista atrás piense que no vivió su juventud como debiera. Aunque también es cierto que la juventud es etapa de quimeras, y en ella se sueña más que se vive.

Un beso!

M. Imbelecio Delatorre dijo...

El poeta habla de una juventud melancólica, sin amor... y creo que da a entender que, aunque melancólica, es mucho mejor que la madurez porque en aquella los sueños son más vivos y las ilusiones más luminosas.

Un besazo, Antígona, acias por tu inteligente comentario :)

Anónimo dijo...

Preciosas letras... De vez en cuando si que me gustar leer poesía, aunque me decanto a menudo por Neruda.
Bueno, yo como soy un poco Peter Pan, jeje, de momento no estoy demasado preocupada en ese "divino tesoro"... porque sino estaría de bajón constantemente. Y paso!
Chao.

M. Imbelecio Delatorre dijo...

Hola, Al.

Acias por tu gentil comentario.

colgué un poema un poco más abajo de Neruda, leído por el gran Rafael Taibo. (ese al escucharlo se te pondrá la carne de gallina). está en un post titulado "los Enemigos de España (el post más triste)".

un saludo y gracias por dejarte caer por friquilandia.

Anónimo dijo...

A mi también me gusta Machado, (¿y a quién no?).Impresiona escucharlo de la voz de Fernán Gómez.
A veces da la sensación que una misma lectura toma diferente significado si se oye de otra voz (bueno, a mi me pasa no sé si al resto...).
Besuco

M. Imbelecio Delatorre dijo...

A mí me ocurre lo mismo, Peca. No con este poema, pero con otras cosas, sí. Escuchado es distinto.

me encantan los audiolibros!

besazo :)