sábado, septiembre 23, 2017

EL TRIENIO LIBERAL (relato hoygan)

EL TRIENIO LIBERAL (otro inquietante RELATO HOYGAN que les dejará en suspenso,... sobre todo en ortografía).
* * *
La relación entre Guerardo y Grabiela no pasaba por sus mejores momentos. Cinco años de matrimonio, pero ella se declaró hastiada. Por fin dijo, tras una relación desabrida y sin vemensia:
-Miguel Gerardo, yo llegada a este punto quiero probar un trienio liberal.
Él C sintió soprendido, y en un principio recibió la notisia con cautela, pero luego analisó el abanico de posibilidades:
- ¿qué le parese la Lupe, esa que va con usted a Pilatos, que apenas es una teen de trensas, y se le forman unos hoyuelos al zonreír bien ricos y la pendejita he visto que me pone ojitos de corderita degollada, así con la pupila cuadrada?
-No. No quiero ese tipo de trienio. ¿hacaso me,considera una per vertida? Por supuesto, hablo de dos hombres a mi dispocisión...
A Miguel Gerardo se le cayeron los huevos al suelo.
-oh, que estropisio, se me ha caído la compra de la impreción, no ha quedado un huevo sano.... ¡Bandida! ¿Sabe que ese tipo de trienios los prohíbe la Iglesia, y la virgen María puede resultar vejada por dos afroamericanos brutos si lo llevásemos a calvo?
-Déjece de cuentos: nuestra relasión llega a un punto muerto, hemos probado todo sin resultado. Intento salvar nuestro martimonio al suherir eso. Así que busque a nuestro partener: alto, huapo, y sin evidenciar enfermedades, ¡o llamaré a mi primer novio, bien sabe que lo haré!.
-no, Grabiela, no sea cruel! ¡Me pondré manos a la obra, por el amor de Dios, no llame a Walterio!.
Walterio había sido la primera pareja de Gab: alto, argentino, irrecistible, provocó el despertar sexual de la muchacha. Amante fogozo, insuperable, algunos de los orgasmos de la joven fueron tan intenzos que provocaron alteraciones en el campo geomagnético, según registraron por entonses científicos brasileños. No en vano Walterio era ingeniero psicoanalista y medallista olímpico , oro en sexo hetereo en Disney y Atenas. Aquella relación se había rroto porque ella no podía seguir al bolcán bonaerence. No existían por aquel entonces cremas íntimas lo sufisientemente lubricantes. La ciencia de los polímeros es de lento desarrollo desde los años 70 para acá. Cea como fuere, Miguel Gerardo no podía competir con aquel campeón del amor. Sería como si hubiece peliado un simple mortal contra el mismísimo dios Apolo XIII.
Gerardo se puso a buscar. No quería perder a su espoza. La amaba sinceramente. Por eso era muy doloroso tener que buscar a un antagonista, una hipotenusa más del triangulo amoroso. Pensó en un compañero de oficina suyo, Arnoldo Sánchez, pero algo le hiso sospechar que en la partida multijugador que se avesinaba, aquel tipo no querría formar parte del equipo asul, y haría de la arena un campo de batalla sin aliados. Descartó a Arnoldo, con un escalofrío.
También penzó en lupita, la adolecente de las trenzas, que convenientemente disfrazada de hombre... No. Estaba sin ideas.
Por aquel entonces se pasó a visitar a un amigo fízico nucliar con el que mantenía una partida de ajedrez por correspondensia desde hacía años , un tipo que se paresía a jeff goldblun y que vivía en un lovet del centro.
Como tenía cierta confianza con él, le expuso el problema.
-ya deje de llorar nomás - dijo el sabio- pues tengo la solución para usted. ¿ha pensado en hacer el trienio siendo usted dos incógnitas de la ecuación? , su amada esposa podría ser un sánwich con dos panes iguales, por lo que técnicamente no habría pecado ni nada que le incomodase a usted.
-creo que no le cigo.
-hablo de la duplicación cuántica, por cupuesto. ¿ha oído usted hablar de la paradoja de Téslar?
-ya sabe que soy conductor de Yúber y...
- una partícula cargada positivamente se va a la Luna. Su hermana pequeña se queda en la Tierra. Se produse un ataque alienígena y ambas mueren, pero una de ellas continuará pulsando durante cierto tiempo y ninguno de los gemelos ciegos de la caja podrá saber cuál de las dos partículas era, ¿comprende ahora?
-no... Yo...
-¡en realidad son las dos!
-¡ah...!
-no ponga esa cara. Introdúzcase en esta cabina ciega, escaniaré su estructura molezular en unos 5 minutos mediante destellos protónicos, luego una copia exacta a usted saldrá por aquella otra cabina de allí, y podrán los dos felices ir a darle a su esposa todo lo que se merece, y un poco más. ¿Cómo lo ve?
-oh, eso sí lo he entendido, suena bien!! Hágalo!! Serà mi clon. No creo que la Iglesia tenga nada contra el sexo de ese tipo, y mi mujer estará doblemente contenta!!
-para que usted no reciba impresión sipcológica desagradable al ver su copia exacta, le pondré un pazamontañas a su copia, ¿qué le parece?
-oh, piensa usted en todo, profesor...
-y luego de hacer sexo con ella, regresen ambos aquí... Pero usted regrese un poco más tarde , porque al primero que venga ¡lo acecinaré!
-oh !! Por qué así?
-es una copia, un sobrante , por motivos de leyes fundamentales, no pueden mantenerse en la misma época ambas durante mucho tiempo ... Lo ahogaré en aquel tanque transparente de allí, lo ve?
-está bien... Zupongo. Llegaré un poco más tarde que mi primo para no rezultar asesinado por un sabio cabrón... Perdón.
-no pasa nada. Ahora, a la cabina.
Todo se hizo conforme al profesor Haussen dijo. Cinco minutos de espera en la primera cabina sufriendo segadores parpadeos. El clon cuántico de Miguel Gerardo saliendo de la segunda cabina convenientemente embozado. Una carta del profesor:
"He tenido que irme por una emergencia sientífica. He comprobado que su clon no tiene capacidad de habla, aunque puede escuchar y en lo demás es igualico a usted. Ahora vayan con su esposa. Por razones teóricas, le sugiero que deje al clon el ánodo de su esposa mientras usted puede estimular el cátodo"
Y fueron ambos a la casa de Gerardo Miguel. Este fue contando al clon que utilizarían profilaccis en las relaciones , para que su esposa nos e quedase embarazada y dieran lugar a una paradoja, pues de suceder eso ¡ambos serían los padres de sí mismos!.
Gab se puso bien contenta con aquello. Cuando los tres estuvieron desnudos y con juegos preliminares, Miguel Gerardo no pudo menos que admirarse de los misterios de la psique : la baja autoestima es un espejo sucio que refleja mal a uno mismo. Su clon , fiel reflejo suyo libre de filtros perceptivos negativos, poseía un cuerpo musculozo y sano. Incluso su pene se veía más grande y con dos eróticas venas en forma de F que Guerardo era incapás de apreciar en el suyo, tan apocado y violàceo. En la nalga derecha del clon se veía un tatto: "¡Hasta la victoria siempre!", que Gerardo no recordaba haberse hecho... Pero quién sabe...
¡Lo importante es lo que disfrutaba Gab!. No recordaba haberla oído gritar así desde que se diera aquel tremendo golpe en la espinilla haciendo patinaje .
Miguel Gerardo en cambio no disfrutaba nada y se sentía violentado... Recordó el testimonio de su padre sobre el sismo del D.F. en el 86: "la viga maestra bajo la que me refugié se meneaba tanto, que me golpeaba sin compación, me dejó el cuerpo todo magullado y lleno de cardenales". Así se sentía Miguel Gerardo, todo magullado y golpeado por la impetuiosidad de su otro yo...
Tras un par de horas de desigual placer, el paralelepípedo amorozo se deshizo... Miguel Gerardo llevó a su clown- quien no se había quitado el pasamontañas en ningún momento- al laboratorio del doctor, pero buscò una disculpa -dijo que tenía que buscar parqueamiento- para llegar más tarde.
Mientras aparcaba su carro, no pudo evitar sentirse culpable: arriba estaban asesinando a su otro yo. Creyó percibir el sentimiento de alarma y dolor que disen que sienten los gemelos cuando uno de los dos prueba un kebab.
Cuando subió al loft de su amigo, encontró a este tirado en un sofá, terriblemente cansado: su emergencia médica había sido de aúpa, no había parado de recomponer moléculas hasta ahora en uno de los laboratorios de la UNAM.
Miguel Gerardo se acercó al tanque de agua donde se podía ver un cuerpo flotando dentro. Sus tripas se contrajeron al mirar: el infeliz que estaba dentro mantenía puesto el mismo pasamontañas, pero su cuerpo había cambiado y perdido entidad. Ahora era simplemente una cosa inerte. Lo que hace nada estaba vivo y disfrutando de plaseres, paresía ahora un muñeco sin alma, un delgado y pálido maniquí.