martes, septiembre 21, 2010

El Mal Ajeno - Óskar Santos


Dicen que el cine español está muy malito. No sé, yo le veo como siempre: 3 ó 4 películas al año que merecen la pena, y el resto…


El Mal Ajeno de Óskar Santos es una de esas que merecen la pena. Lamentablemente sus resultados en taquilla no debieron de ser buenos (lo digo porque yo intenté verla en el cine pero la quitaron muy pronto de las salas asturianas). Cuando la veáis comprobaréis qué injusto fue el público de nuestro país con una película que merecía mejor trato aunque fuera sólo para que su director nos regalara pronto con muchas más.


El Mal Ajeno es la puesta de largo de un realizador bilbaíno cuyos cortometrajes ya conocíamos en Gilichorradas. El guión corre a cargo de otro realizador, Daniel Sánchez-Arévalo (Gordos). Por cierto que, como siempre, no os contaremos absolutamente nada de la película para que os sorprenda si decidís verla (en esta si os cuentan de qué va, aunque sea una palabra, os fastidian mucho su encanto). Deciros que es un drama fantástico al estilo Shyamalan (bueno, entendedme, no cuentan en este nombre adjetivado los feos churros que son las últimas películas de Shyamalan; hablo de las primeras), de esos construidos inteligentemente, bien contados, y que tienen giros en el guión que te sorprenden y te mantienen enganchado a una historia durante hora y media.


Los actores están muy bien, sobre todo Eduardo Noriega. Tengo que mencionar a José Ángel Egido, que es un secundario que con sus caracterizaciones da mucho arte a algunas películas españolas de la última década. Decir que hay escenas de gran intensidad dramática, de esas que si están mal rodadas pueden provocar una reacción desagradable en el espectador (algo parecido a la vergüenza ajena, o al sentimiento del ridículo de otros; un grande como es Garci ha patinado varias veces en ese sentido y me ha provocado esa sensación de la que os hablo), pero de las que Óskar Santos sale airoso.


Una muestra de que el cine español puede hacer muchas otras cosas aparte de chabacanas comedias y películas-cognazo.


En definitiva, una historia que merece la pena y que está bien contada. He ahí (el quid d)el cine, al fin y al cabo .



lunes, septiembre 13, 2010

motes












































Dedico esta tontería a la gente de mi pueblo, que es en su mayor parte como la señora de las viñetas...

miércoles, septiembre 08, 2010

domingo, septiembre 05, 2010

el día que hablaron las croquetas.

Fue en una comida familiar. La tía Eva dijo que sabía una receta que, si se hacía bien, conseguiría que las croquetas hablasen. Y sí, las croquetas, además de estar cojonudas, empezaron a hablar; pero fue empezar a hablar, y empezar a liarnos para que no las comiéramos...




Y, claro, empezamos a dudar. Yo el primero: ¡comida que habla, por Dios santo! El primo Carlos, que es un poco porrero, estará acostumbrado a todo eso, pero nosotros...


Mi cuñado Julián, que es abogado, dijo que una croqueta no podía ser sujeto de derechos, y que por tanto no había inconveniente en comerlas. De hecho fue el único que siguió comiendo tranquilamente...













Marga, mi prima, tiene un corazón de oro. Siempre ha tenido mascotas, así que no dudó en salvar su ración.

Finalmente los demás fuimos persuadidos, más que por el pedante de Julián, por la gusa que teníamos y el buen aroma de aquellas hechiceras...


Ocurrió que cuando acabamos la comida y Marga se retiraba a su habitación a echarse la siesta, se encontró con una escena muy desagradable