viernes, mayo 04, 2007

el alférez, su mujer, y otras piezas de comer.

-Mi marido ya es alférez.
-O sea, que sólo mueve en diagonal.
-No tonta, eso quiere decir que ahora es más que sargento pero menos que teniente.
-Ah, qué despistada soy; ¡si además tu marido está en caballería, así que moverá en L!.
-¡Y dale...! ¡que no, que en la vida hay otras cosas además del ajedrez, Maria Luisa!.
-No me digas eso, reina, que me pones en jaque: ¡el ajedrez es mi vida!
-Bueno, no te pongas triste...: sigamos jugando. Tira los dados.

Y siguieron jugando al parchidrez, que fue una mezcolanza entre el parchís y el ajedrez que Maria Luisa inventó para que su amiga -a quien le gustaba el primero pero le aburría el segundo- también pudiera disfrutar de su manía.

Y enrocaron felices y comieron peonices.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Le recomiendo a sus amigas que jueguen al ajedrez doble,a medida que nos comen las piezas las vamos volviendo a poner donde queramos, las partidas tienen que ser rápidas (con reloj), sino no tiene gracia claro.
Besuco

M. Imbelecio Delatorre dijo...

eh, gracias, pecuca. pero yo soy un poco como la amiga de esa Maria Luisa: el ajedrez se me da muy malamente mal... de hecho lo confundo con el parchís, así que me vendría bien el parchidrez

Anónimo dijo...

¿Es Maria Luisa quien juega al ajedrez o es alguien quien juega con ella al ajerez...?

Ajajá!


Borges
Ajedrez

Tenue rey, sesgo alfil, encarnizada
reina, torre directa y peón ladino
sobre lo negro y blanco del camino
buscan y libran su batalla armada.

No saben que la mano señalada
del jugador gobierna su destino,
no saben que un rigor adamantino
sujeta su albedrío y su jornada.

También el jugador es prisionero
(la sentencia es de Omar) de otro tablero
de negras noches y blancos días.

Dios mueve al jugador, y éste, la pieza.
¿Qué Dios detrás de Dios la trama empieza
de polvo y tiempo y sueño y agonías?


(sí, sabía que el post era pa reírse, pero es que tenía que meter el poema como pudiera)

M. Imbelecio Delatorre dijo...

Hola, Manu!!

me encanta ese soneto :). lo conozco desde que leí LA TABLA DE FLANDES, de Arturo Pérez Reverte, allá por el noventa y seis o así (¡buff, cómo pasa el tiempo!)

jaja, ajerez :P jeje

Acias por el inteligente (y acioso) comentario.

una sonri :)

Sintagma in Blue dijo...

Genio!!

(te puedo pedir tres deseos?)

;-)

M. Imbelecio Delatorre dijo...

¿genio yo? ¡¡¡¡¡¡¡¡¡MECAGOENDIÓS, ¿POR DÓNDE? !!!!!!!!


:P jeje. (qué chiste más malo a la par que violento, oyes)

deseo que te vaya todo bien :)