domingo, abril 29, 2007

La mala noticia

-Cariño, siéntate, que tengo que darte una mala noticia...
-¡Ay!¡Maldita sea!
-He vendido la silla que nos quedaba.
****
(levantándose)-¿y cuál es la buena noticia?
-No he dicho que hubiese ninguna buena noticia: no suele haber buenas noticias en esta casa, ya lo sabes.
-Pues eso va a empezar a cambiar.
-¿de veras? ¿has tenido alguna idea?
-sí: a partir de ahora llamaremos a las "malas noticias", "buenas noticias", y viceversa, ¿te parece bien?

Y con este remedio tan sencillo como estúpido, nunca más hubo malas noticias en el otrora infeliz hogar. Y es que a veces la vida es cuestión de enfrentarse a ella, tomarse la pastilla endulzándola un poco con el azúcar del lenguaje: coger el toro por las ubres... en fin, ya sabéis a lo que me refiero.

(Si sabes a lo que me refiero, remite una carta con cuatro tapas de yogures yoplait al concurso "Sabo a lo que me refiero": Apartado 80080, Gilichorradas.blogspot.com, y entrarás en el sorteo de una silla de segunda mano)

2 comentarios:

Sintagma in Blue dijo...

"con un poco de assúcarrr, esta píldora que os dannnn..."

M. Imbelecio Delatorre dijo...

jaja, chí :D yo también me acordé de Mary Poppins al escribirlo, sintagmi :D

jaja, mola mucho: "pasará mejor, pasará..."