lunes, abril 16, 2007

el viejo Woody está aún más melancólico con las gafas rotas...


Foto: el reportelo Imbelecio.

nota: -woody allen visits woody allen (del reportelo de Neatorama en Asturias, Yayo)

4 comentarios:

A. Furió dijo...

Lo que nos demuestra una vez los altos niveles de sofisticación y decoro de los que hace gala la ciudadanía de nuestra tan amada (sik) y admirada (sik) capital del Principado.

M. Imbelecio Delatorre dijo...

"–Eso me parece, Sancho –dijo don Quijote–, a lo que sucedió a un famoso poeta destos tiempos, el cual, habiendo hecho una maliciosa sátira contra todas las damas cortesanas, no puso ni nombró en ella a una dama que se podía dudar si lo era o no; la cual, viendo que no estaba en la lista de las demás, se quejó al poeta, diciéndole que qué había visto en ella para no ponerla en el número de las otras, y que alargase la sátira, y la pusiese en el ensanche; si no, que mirase para lo que había nacido. Hízolo así el poeta, y púsola cual no digan dueñas, y ella quedó satisfecha, por verse con fama, aunque infame. También viene con esto lo que cuentan de aquel pastor que puso fuego y abrasó el templo famoso de Diana, contado por una de las siete maravillas del mundo, sólo porque quedase vivo su nombre en los siglos venideros; y, aunque se mandó que nadie le nombrase, ni hiciese por palabra o por escrito mención de su nombre, porque no consiguiese el fin de su deseo, todavía se supo que se llamaba Eróstrato. También alude a esto lo que sucedió al grande emperador Carlo Quinto con un caballero en Roma. Quiso ver el emperador aquel famoso templo de la Rotunda, que en la antigüedad se llamó el templo de todos los dioses, y ahora, con mejor vocación, se llama de todos los santos, y es el edificio que más entero ha quedado de los que alzó la gentilidad en Roma, y es el que más conserva la fama de la grandiosidad y magnificencia de sus fundadores: él es de hechura de una media naranja, gran-dísimo en estremo, y está muy claro, sin entrarle otra luz que la que le concede una ventana, o, por mejor decir, claraboya redonda que está en su cima, desde la cual mirando el emperador el edificio, estaba con él y a su lado un caballero romano, declarándole los primores y sutilezas de aquella gran máquina y memorable arquitetura; y, habiéndose quitado de la claraboya, dijo al emperador: ‘‘Mil veces, Sacra Majestad, me vino deseo de abrazarme con vuestra Majestad y arrojarme de aquella claraboya abajo, por dejar de mí fama eterna en el mundo’’. ‘‘Yo os agradezco –respondió el emperador– el no haber puesto tan mal pensamiento en efeto, y de aquí adelante no os pondré yo en ocasión que volváis a hacer prueba de vuestra lealtad; y así, os mando que jamás me habléis, ni estéis donde yo estuviere’’. Y, tras estas palabras, le hizo una gran merced. Quiero decir, Sancho, que el deseo de alcanzar fama es activo en gran manera. ¿Quién piensas tú que arrojó a Horacio del puente abajo, armado de todas armas, en la profundidad del Tibre? ¿Quién abrasó el brazo y la mano a Mucio? ¿Quién impelió a Curcio a lanzarse en la profunda sima ardiente que apareció en la mitad de Roma? ¿Quién, contra todos los agüeros que en contra se le habían mostrado, hizo pasar el Rubicón a César? Y, con ejemplos más modernos, ¿quién barrenó los navíos y dejó en seco y aislados los valerosos españoles guiados por el cortesísimo Cortés en el Nuevo Mundo? Todas estas y otras grandes y diferentes hazañas son, fueron y serán obras de la fama, que los mortales desean como premios y parte de la inmortalidad que sus famosos hechos merecen."

(CAPÍTULO VIII, PARTE SEGUNDA)
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Sólo que el tipo que le rompe las gafas cada vez que se las arreglan, ni siquiera puede alcanzar ese tipo de infamante "fama", porque lo calla... sólo puede decirse a sí mismo "ah, desgraciados, no sabéis quién soy...¡si me conociéseis os asombraríais...!¡soy el tipo que le rompe las gafas a la estatua de Woody!"

Jeje, un saludo, Persiles. Acias por tu comentario :)

Sintagma in Blue dijo...

pobre woody

Anónimo dijo...

No acabo de entender a esta gente que destroza todo y no respeta nada, de verdad.En Santander se pasan el día fastidiando a "los raqueros" y tampoco hacen mal a nadie :(

Besuco