domingo, noviembre 12, 2006

fragmento de Alma del Infierno (y III)

Publico un tercer fragmento de Alma del Infierno. Ambientada la historia a fines del XVI, Andrés de la Torre es un joven estudiante que se ve de repente en compañía de una banda de pícaros y ladrones capitaneada por una arrojada joven y, como ellos, perseguido por la justicia. En ese texto que a continuación copio y pego se presenta al personaje de El Teniente, un gracioso embustero que contará una disparatada fuga de prisión. A ver si os gusta. Os deseo lo mejor =)

Alma_del_Infierno_-_fragmento_III (audio).WAV

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El otro vestía unas viejas ropas militares en las que no cabían más desgarrones ni cortes. Desde los hombros y hasta donde comienza el antebrazo tenía su vestido tantos tajos e hilachas que me recordaba siempre que lo veía las numerosas patas del pulpo. No era ni alto ni bajo; de ojos vivos que mostraban un alma lista y taimada; moreno de piel a pesar de que los demás, al igual que Alma, estaban pálidos como velones, debido quizá al excesivo tiempo que pasaban sin que el sol les diese lametazo. Decía muchos juramentos aunque no hubiese ocasión, como acostumbran a hacer los soldados y los marineros, y era el más grande embustero que he visto en mi vida. Y tan enormes eran las bolas que creo que si decía alguna verdad de vez en cuando era porque hasta él mismo se cansaba de mentir. Pretendía hacernos creer que era veterano soldado de mil guerras y combates, y siempre que podía contaba imposibles anécdotas de batallas, asaltos, tomas de plazas… Era delgado y tenía no más de treinta, aunque unas arruguillas en la frente como garabatos en el papel afirmasen que lindaba los cuarenta. Por todos era allí conocido como el Teniente. Como ya dije, tenía vendas arrolladas que le cubrían la frente tapándole una parte de la cara, amén de un brazo con tablillas. Estaba echado sobre una manta y se veía tan magullado que no se movía si no era imprescindible.
-¡Ah! – decía – encantado de conocerle, don Andrés. Disculpe que no le dé un abrazo a la persona que ha llevado al oidor más cerca del cornudo del azufre y la pezuñas que ninguno de nosotros en todos estos meses, pero, ya ve, así de postrado me hallo precisamente por los cariños de los esbirros de ese malnacido, que pillaron a uno un poco desprevenido, con el calzón bajado como quien dice, tomando parte con una mujer de partido en peculiar negocio de los que suelen despacharse en una conocida y renombrada casa de Béjar. Y así me vejaron a mí en cuanto me reconoció uno de esos endiablados corchetes que buscaba en aquel lugar la misma negocianta con quien tratar asunto parecido al que yo acababa de cerrar; llamó a sus compañeros, que todos se hallaban por allí cerca y, sin darme tiempo a sacar la espada, que ni siquiera me había ceñido aun, me dieron puñadas hasta por dentro de los ojos; tantas que pensé que me veía muerto al fin. Cuando se cansaron de pegarme decidieron llevarme ante la autoridad; mas tuve suerte de que el Guzmán había viajado a la corte, seguramente a pedir más hombres al rey, o a solicitar que viniesen más mangas verdes, o el ejército, o el mismísimo Luzbel con tal de apresarnos, y me enjaularon como a jilguero, en espera de que volviese el malvado para decretar, o bien mi muerte un día de estos a la sombra de un árbol con ajustada gorguera de lino, o dentro de años y tras mucho padecer, allá en lejanos mares. Así estaba yo en la miserable y oscura celda, conturbado y triste por el malestar del cuerpo, contrito por haber llevado una vida tan poco dada a la devoción y tan apartada de la virtud, que siempre se acuerda uno de estas cosas cuando está cerca de un gran peligro o cuando ve la muerte venir desde el horizonte, como lejano caminante. Allí estaba en el calabozo lamentándome, digo, diciendo algún ay de mí y soltando no menos pesias a tal, cuando hete aquí que oigo una voz que al través de la pared me dice:
>>-¡Ah del que llora!; deje por un momento el suspiro y el llanto, y escúcheme.
>>Al punto hice lo que me pedía, contuve lágrimas y exhalaciones, y continuó hablando:
>>-Respóndame si fuera posible, ¿no es vuesa merced uno que llaman Tiniente, que es uno de los valientes de la banda de esa Alma que dicen que lo es del Infierno?
>>-¡Ay, enhoramala, sí! –exclamé-, Teniente soy, mas sólo de golpes, llagas y disgustos, y tendiente me veo de una soga de lino y dando patadas al aire pasado mañana a más no tardar; y todo por seguir los pasos del demonio, que quiso que viniese a Béjar, a la misma boca del lobo como quien dice, por la afición que tengo a las carnes de la Juana Dolores, que innumerables me tiene dados ella a mí.
>>- Pues calle y escuche un momento. Yo soy el hermano de cierto campesino de nombre Ramón Hoces que debe a Alma y los suyos la honra de su familia, la poca hacienda que conserva y aun la vida, que alertaron a tiempo a mi hermano y se interpusieron cuando tan inicuamente actuaba la justicia de estas comarcas, que no es sino la justicia del diablo, que tal me parece el saco de estiércol ese del oidor. Mi hermano aprovechó aquella ocasión para escapar luego de aquí con su familia. Yo, Teniente, estoy aquí, en la celda al lado de la suya, porque como el Guzmán no pudo echar mano a mi hermano, echó la zarpa a uno de su misma sangre, y así llevo penando entre estas cuatro paredes no menos de diez meses, desde que él y su familia lograron escapar de tan injusta justicia.
>>- ¿Y qué quiere vuesa merced, maldito sea el mundo, que con la pena que yo tengo viéndome como me veo y quejándome como me quejo, la tenga también por un compañero de prisión? ¡Déjeme llorar en paz y a gusto y lamerme las heridas, como decirse suele; llore conmigo si quiere y lamentémonos juntos de nuestra desdicha, que parece que hay algo de consuelo en la pena si el llanto es compartido, pero para lo demás déjeme en paz, que no tengo ganas de conversación ni aun de oír respirar humano!
>>-¡Ah! Teniente, no me tapará la boca con esas, que fue mucho el bien que hicieron por mi hermano y su familia los de su banda sin pedir nada a cambio. Mire bien lo que le digo: le estoy ofreciendo la llave de la celda como quien dice, que ya me veo con ella en la mano, porque esta misma noche pienso poner en ejecución una traza con la que me veré pronto lejos de este lúgubre habitáculo. Mas para lograr escapar necesitaba la ayuda de alguien que fuese hábil en el manejo del acero y que se enfrentarse a esos rufianes de los carceleros, que yo sólo soy diestro en el manejo de mis pies, y ni aun eso, que soy algo patizambo…
>>Me alegraron sobremanera las palabras que decía la voz de tras la pared, e interrumpiendo su discurso pregunté que cuál era ese plan, y en qué podía yo colaborar a darnos a ambos libertad.
>>- No tiene mi plan ni una pizca del ingenio que suelen tener los que trazan los fugados para escapar de prisión, que tiene más de paciencia y fuerza bruta. La paciencia la puse yo, del modo y manera que le contaré, y la fuerza la va a tener que poner mi señor el Teniente.
>>Cada día al atardecer, cuando el sol ya traspone el horizonte pero aun hay algo de claridad, que tengo en mi celda un ventanuco pequeño y con más barras que Aragón por el que sé si es de día o de noche, y por el que me entra tanta luz que aun me permitiera leer un libro (si tuviese alguno y supiese leerlo); el caso es que cuando llega ese momento del día, entra un carcelero en las celdas a dejar un poco de sopa en una vasijilla de barro, una jarra con agua y un trozo de pan rancio; y esta es toda nuestra comida. Cuando llevaba aquí unos días dime cuenta que la sopa estaba hecha por algún otro ingrediente aparte del agua fría, y fue que encontré en ella un garbanzo duro como un diente. Como no pude mascarlo y tragarlo no quise, dióme por guardarlo. A los dos días apareció otro en la misma sopa; a los cuatro, aparecieron dos; y así continuaron apareciendo durante todo este tiempo, y todos los fui ocultando en un rincón. Ahora tengo no menos de ciento cuarenta pedernales. Había pensado meterlos en el hueco de la media que tengo menos gastada, enrollar bien el bulto resultante, y utilizar el invento como nunca visto rompecabezas, usando como asa el extremo superior de la prenda. Cuando hoy se ponga el sol y venga el carcelero, disimularé un rato cantando ese aire que comienza:

Puso don Juan una dueña
a su hija por que cuidara
que de honesta no pasara,
y es ella la que le enseña.

>>Que de nefastos que son los versos y lo mal que yo los canto, seguro que no sospecha que tramo intriga alguna. En cuanto se confíe me vendré sobre él con tan mortífera arma. Luego, una vez le tenga reducido, le quitaré la espada y el manojo de llaves de las celdas, y me daré libertad a mí, y después a vuesa merced. Y ahí empieza su cometido, que tendrá que tomar la espada y poner al resto de la guardia de la prisión de espaldas al suelo. Dígame ahora, si ya ha dejado de lamentarse, ¿qué le parece mi plan?
>>Y parecióme tan bueno que convine en todo lo que dijo, y en que lo ayudaría a poner patas arriba a cuantos guardias hubiera en la cárcel, y aun al mismo Cerbero si escapar nos impidiese de aquel nuevo Tártaro.
>> Llegó la hora esperada y pude escuchar como el guardián que se encargaba de dar la cena iba abriendo las puertas de las celdas con un rechinar de hierros malhumorados y chillones, que eran las cerraduras y los goznes (que más que goznes parecían gozques). Llegó al fin el instante en que le tocó entrar en la celda del Hoces, y empecé a escuchar la vil canción:

Puso don Juan, etcétera

>>Y oí como el guarda le reconvenía pronto, sin dejarle acabar la redondilla, y le decía que por su vida dejara de cantar tan desafinadamente o no tenía más remedio que traer el garrote gordo con que darle algo por que llorase de tan espantosa manera. Acto seguido distinguí un “¡Aquí será Troya!”, que debió de ser la frase con que mi amigo tomó fuerza y atacó, pues inmediatamente sonó la fortísima y garbancera coz del Hoz, y el caer al suelo de un cuerpo inerte. Díjome luego a través de la pared:
>>- Por Dios vivo que he cumplido mi parte; no es menester ahora más que mi buen Teniente cumpla la suya.
>>A lo que yo dije:
>>-Busque, amigo Hoces, busque la espada del guardián y la llave de mi celda y verá cuán rápido y a salvo llevamos el gato al agua; mas dése prisa, que me parece que oigo voces venir por el pasillo, señal de que han oído el alarido suyo, y el garbanzazo.
>>Y tomó la espada del desmayado y el manojo de llaves, y pronto viose libre de su celda; pero cuando intentó abrir la mía, tras probar con rapidez las cinco o seis llaves que estaban sujetas en el anillo de hierro, díjome, tremendamente asustado, pues ya venían los guardias casi doblando el recodo del pasillo:
>>-¡Ay de mí, desdichado! ¡Que falló el plan, Teniente! ¡que aquestas seis llaves son todas más chicas que la cerradura de su puerta, que es tan grande, a lo que imagino, como la que guarda las riquezas del duque de Lerma!
>>-Ya llegan los guardias. Rápido, ¿ve mi brazo, que dificultosamente asomo por la rejilla de la puerta?
>>-¿Cómo no habría de verlo si lo tengo justo delante y acaba de arañarme la nariz?
>>-Pues ponga la espada en mi mano y apártese, que desde aquí y tan incómodamente, a pesar de estar tan lleno de magulladuras, golpes y llagas, venceré a cuantos vengan.
>>Y tal hizo. Me puso la espada en la mano justo cuando aparecían tres guardias doblando la esquina, que gritaban: “¡Ténganse presos, ténganse, que nunca hubo escapada de esta cárcel sino fue la del alma de los penados cuando huye del cuerpo!” Y diciendo tal, acometiéronme los tres a la vez con gran fiereza. Mas desconocían que encontrarían en mí tal denuedo en la resistencia: era yo, en cierto modo, invencible, pues tenía un broquel de dos dedos de hierro de espesor y que medía no menos de siete pies de altura por cuatro de ancho. Así que estaba a salvo de cuchilladas, y no tenía más que cuidar que no me alcanzasen el brazo ni resultase herido mi nuevo amigo, al que protegía como si fuese la vida propia. No tardé en despachar a los tres guardianes: al uno de un tajo lo dejé pelado como a bruja, pues le arranqué el sombrero y toda la cabellera. Debía de ser presumido, porque cuando vio sus cabellos rubios y largos en el suelo, escapó gritando “¡ay de mí, que soy calvo!”; a otro, después de recortarle las puntas del bigote, que noté que las tenía asaz largas y despeinadas, le corté una oreja y, como era de asas (NOTA AL PIE: asa, en germanía, oreja) muy grandes, quedó muy descompensado, perdió el pie y dio con sus huesos en el suelo. El último, al ver los tremendos desmanes que a sus compañeros había ocasionado, echó a correr de puro miedo gritando “¡Ah, si así puede un solo brazo del Teniente, qué no podrá el Teniente entero!”.
>>No sigo contando más. Baste decir que el desorejado que estaba en el suelo plañendo tenía la gigantesca llave siete bajo la que yo estaba guardado colgada del pecho. Quitósela mi amigo Hoces pronto, y me sacó de la celda. Salimos por los pasillos y subimos la escalera sin impedimento alguno y pronto llegamos al exterior, donde nos vimos horros al fin. Ya era anochecido. Corrimos hacia el campo. Díjome cuando hubimos llegado cerca de una colina que hay a las afueras de la villa: “Ah, buen amigo, aquí debemos separarnos. Vuestra merced volverá, supongo, a servir a esa semidiosa bienhechora de estos lugares, que siendo mujer lucha mejor que mil hombres, y que pone un claro de bondad y justicia en tan encapotado cielo de infamia. Yo partiré al Portugal, que conozco bien la lengua que se habla en aquel territorio de España, y luego de allí bajaré y cruzaré la frontera de Dinamarca donde vive mi hermano con su familia, y allí me veré libre de todo peligro y permaneceré hasta que pasen unos años y todo se olvide y pueda volverme a mi querida patria.”
>>Y tal cosa hice, y aquí estoy ahora postrado, lleno de cardenales (y aun de papas) desde hace seis días. Y desde aquí mil venturas les deseo a mi buen amigo Hoces y a su familia.

Mucho me reía por lo bajo con los desaforados disparates que contaba aquel farsante; pero cuando escuché el último, no pude remediar comentar:
-Teniente, mal podrá pasar la frontera de Portugal a Dinamarca vuestro amigo si no es en sueños, que la una y la otra tierra están a no menos de cuatrocientas leguas.
A lo que él replicó calmosamente:
-Si está confundido será problema suyo, que no mío. Ya desandará lo andado y volverá de tierras portuguesas para ir a donde quisiere. O al llegar allá a territorio luso que busque a alguien y pregunte, que preguntando se llega a Roma. Y si se llega a Roma, también se llegará a Dinamarca, a lo que imagino.
Habló también Picio, cuyas carnes de la panza no paraban de temblar, dando muestras de que estaba riéndose para sí:
-Ay, amigo Pedro el Teniente, que cuando a mí me contaste la historia eran lantejas y no garbanzos las legumbres que tu amigo juntó y que más tarde procuraron tu salvación.
A esto respondió el soldado:
-Tanto da lantejas que garbanzos, pues, ¿no estoy libre al fin y al cabo?


F.F.Q., Alma del Infierno (2005)

martes, noviembre 07, 2006

Dos canciones de paul simon.

Ahí va la traducción cutre de dos canciones de Paul Simon. Fueron compuestas en 1964 mientras Simon vivía en Londres. Ambas pertenecen al legendario álbum de S&G Los Sonidos del Silencio(1966), aunque también están cantadas por Simon en solitario en The Paul Simon Songbook que publicó en Londres en 1965.
La primera, Leaves That Are Green, es una sencilla y preciosa canción que habla de lo efímera que es la juventud, la vida. La segunda habla de esas personas que, desde la más frágil vulnerabilidad, tratan de volverse invulnerables... (nota: el video no tiene nada que ver con la canción. sólo son imágenes editadas de S&G)
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Tenía veintiún años cuando escribí esta canción;
Tengo veintidós ahora, pero no será por mucho tiempo.
El tiempo se apresura.
Y las hojas que están verdes se vuelven marrones;
Y se marchitan con el viento.
Y se deshacen en tu mano.

Una vez mi corazón estuvo lleno con el amor de una chica;
La abracé fuerte, pero se desvaneció en la noche
Como un poema que quise escribir.
Y las hojas que están verdes se vuelven marrones;
Y se marchitan con el viento.
Y se deshacen en tu mano.

Arrojé una piedra en un arroyo
Y observé las ondas expandirse
Y no produjeron ningún sonido.
Y las hojas que están verdes se vuelven marrones;
Y se marchitan con el viento.
Y se deshacen en tu mano.

Hola, hola, hola, hola.
Adiós, adiós, adiós, adiós.
Eso es todo lo que hay.
Y las hojas que están verdes, se vuelven marrones;
Y se marchitan con el viento.
Y se deshacen en tu mano.





SOY UNA ROCA.

Un día de invierno, En un intenso y oscuro diciembre;
Estoy solo, mirando desde mi ventana la calle
Cubierta por un silencioso manto de nieve recién caída.
Soy una roca, soy una isla.

He levantado murallas, una poderosa fortaleza
Que nadie puede penetrar.
La amistad no es necesaria; la amistad causa dolor,
Desdeño su cariño y sus risas.
Soy una roca, soy una isla.

No me habléis de amor,
Aunque he oído esas palabras antes;
Duermen en mi memoria;
No interrumpiré el sueño de sentimientos ya muertos:
Si nunca hubiese amado, jamás habría llorado.
Soy una roca, soy una isla.

Tengo mis libros y mi poesía para protegerme.
Estoy escudado en mi coraza,
Oculto en mi habitación, A salvo dentro de mi útero,
No toco a nadie, ni nadie a mí.
Soy una roca, soy una isla.
Y una roca no padece dolor.
Y una isla nunca llora.

cínico diccionario de términos políticos

Buenos días, ¿Tiene usté hijos en edá escolar? Pues que sepa que mantenerse informado en eso de la actualidad política es casi imprescindible contar con nuestro diccionario. Aquí una pequeña muestra. ¡Si lo compra hoy mismo, le regalamos peine!. (nota: en la muestra, los términos no están por orden alfabético)
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conservador: conservador, retrógrado, católico sectario.

progresista: conservador, retrógrado, nacionalista.

el pueblo ha hablado y lo ha querido así : dicho por un gobernante tras unas elecciones, viene a significar: "pacto con el mismísimo diablo con tal de gobernar y me limpio el culo con vuestro voto, pringaos"

fuerte sentimiento identitario: 1.fanatismo. 2. ignorancia. Ej: "en tal región (o país) hay un fuerte sentimiento identitario" =1 "en tal región (o país) hay mucho fanatismo". 2 "en tal región (o país) hay mucha ignorancia"

mi gobierno no mintió : aznarismo (anfibología falaz) , expresión que significa "mi gobierno mintió"

normalización: borroso concepto que viene a significar imposición, ilegítima coacción a la libertad de los individuos. Así, expresiones como "normalización de la vida política en Euskadi", "normalización de la lengua villatortejana", etc., vienen a significar: "harás lo que yo te digo, y más te vale callar o te tacharé de antipatriota"

pueden ustedes estar seguros, el gobierno cuenta con información, Irak posee armas de destrucción masiva = aznarismo, significa: "¿ha chasqueado los dedos Bush...? a mí me basta con eso para ir a una guerra, y a mi pueblo también, que pa eso mando"

genocidio, fascismo, nazismo, terrorismo, cámaras de gas, etc: palabras que, de tanto pervertirlas para dar a entender cosas completamente distintas, nuestros políticos han conseguido degradarlas. Eso es un tanto peligroso ( a la hora de calificar a los verdaderos genocidas, terroristas, o fascistas, parecerá que hablamos de osos amorosos).

leyenda urbana= expresión que designa a los asturianos que no encuentran trabajo en su tierra. Ejemplo: "María y Luis son leyendas urbanas" .Más que su significado, lo importante en esa expresión es que deja patente la vanidad, desprecio al pueblo, autismo, o, lo que es más probable, las malintencionadas mentiras de quien la profiere.

Izquierda Xunida= popular grupo humorístico. El discurso de sus miembros trata de entroncar con los tradicionales monologuistas asturianos pero, distando mucho de la gracia de éstos, intentan buscar un humor más idealista, más absurdo. Alguno de sus miembros ha aparecido de forma sorpresiva vestido con traje regional, con montera picona y todo, en algún acto oficial . (Un diccionario no hace recomendaciones pero, de hacerlas, éste les recomendaría que se acercaran a la obra de los Monty Python para mejorar sus chistes).

sentido de Estado= dícese que un partido político tiene sentido de Estado, cuando es capaz de velar por el interés del pueblo al que supuestamente sirve, por encima de discursos regionales e incluso de intereses electorales. En nuestro país hay sólo dos ejemplos de organizaciones con sentido de Estado: el Gremio de Taxistas Impertinentes (que engloba al 95% de los taxistas españoles) y Club de Fans de Torrebruno... (ambas organizaciones no son formalmente partidos políticos, así que sólo los nombramos en este diccionario a efectos pedagógicos).

irracional: adjetivo, aplícase en general a los argumentos del Partido Popular.

martes, octubre 31, 2006

¡visca Ciutadans! ¡ànim!

Cualquiera que cada cierto tiempo se asome un poco a los periódicos o eche un vistazo a los telediarios sabe que mañana, día de Todos los Santos, se celebran las elecciones al parlamento catalán. Muchos también quizá te nombren los cinco partidos que coparán el parlamento catalán: PSC, CiU (uno de los dos se llevará el gato al agua, aunque con toda probabilidad tendrán que hacer pactos), ERC, PPC e ICV.

¿He dicho cinco partidos? Quise decir seis, porque Ciudadanos de Cataluña, aunque ninguneado en las encuestas, tiene serias posibilidades de conseguir representación en el Parlament.

Desde antes incluso de su formación como partido seguimos con gran interés y tenue ilusión la trayectoria de Ciutadans (porque es bien difícil que algo te ilusione en la política española, donde cualquier persona mínimamente crítica comprobará que los partidos sólo se diferencian en las siglas, los sinvergüenzas suelen ser los mismos en todos) .

Ciudadanos nace debido al desencanto, porque muchos votantes se sintieron defraudados por el comportamiento de un PSC que en la pasada legislatura asimiló tesis nacionalistas (ignominioso para un partido que se autodenomine socialista y se califique de izquierda); a causa también de las opresivas condiciones de la política catalana, donde defender perogrulladas como "los ciudadanos, y no los territorios, son los sujetos de los derechos", o donde proclamar la igualdad entre los ciudadanos de un Estado (ya sabéis, Rousseau, constitucionalismo, liberté, egalité, fraternité, y demás ideales que -se supone- deberíamos defender todos) , lleva a que muchos te tilden como "de extrema derecha".

Más de 3.000 militantes, más de 12.000 firmantes del manifiesto inicial, encuestas internas que hablan de conseguir ese 3% de los votantes que implicaría obtener voz en el parlamento catalán (3 ó 4 escaños). Mucha suerte, Ciudadanos. Aire fresco en la política catalana (y española) es lo que hace falta.

nota: Aquí os pego un vídeo muy divertido en el que Albert Boadella, uno de los impulsores del nuevo partido, agradece a la prensa catalana el buen trato dispensado a Ciutadans durante la campaña.



Pd.- Por cierto que, tanto si mañana obtienen representación como si no, el candidato por Ciutadans, Albert Rivera -el más joven de la historia de cataluña - , ya ha dicho que el movimiento cívico está en marcha y se presentarán también a las próximas municipales y generales.

enlaces:
-página de Ciudadanos.
-blog de Arcadi Espada, destacado ciudadano.
-ciutadans en la prensa. Bitácora que ha seguido el trato que durante la campaña se ha dispensado al partido en la prensa.

lunes, octubre 30, 2006

Cincuenta años de la muerte de Baroja.

Hace hoy exactamente cincuenta años, moría en Madrid el autor de El Árbol de la Ciencia. Un despacho de la agencia Efe informaba dos días antes que don Pío Baroja y Nessi estaba en estado de máxima gravedad, habiendo perdido ya sus facultades mentales. Los médicos que le asistían, doctores Artete y Val y Vera, habían perdido ya toda esperanza de salvar su vida. "No se descarta que se produzca su fallecimiento en cuestión de horas.", decía la noticia.

La última voluntad del escritor vasco era que se le enterrase en el cementerio civil como ateo. Esto produjo un escándalo en la ultracatólica España de los cincuenta, recibiendo la familia de Baroja poderosas presiones para que se obviasen los deseos del fallecido, y que tan célebre personaje fuese enterrado "como Dios manda". Gracias a que sus familiares resistieron las coacciones de la intolerancia oficial, fue inhumado finalmente conforme a sus deseos.

Su ataúd fue llevado a hombros por dos futuros premios nobel: don Camilo José Cela y Ernest Hemingway. (En 1956, don Ernesto vino a España a visitar a un moribundo Baroja. Le dijo que estaba convencido de que el premio que le habían dado hacía dos años, pertenecía al escritor español).

A pesar de que la crítica anglosajona no lo reconoce, dicen los que de literatura saben que es innegable la deuda de Hemingway y otros escritores en lengua inglesa ( John Dos Passos por ejemplo) con la obra de ese genial escritor, ateo, melancólico, huraño y misógino, que fue don Pío.

Baroja en el cine:
Podéis bajaros con el emule la versión que Juan de Orduña hizo de su Zalacaín El Aventurero en 1955. Nosotros la hemos visto no hace mucho y, aunque no es una gran película - aparte de que no es fiel al texto (los carlistas no podían ser "los malos" en la España de los cincuenta), hay algún que otro inexplicable fallo en el guión -, sí merece la pena que se vea, por su ambientación y rápido ritmo, muy propio del cine de aventuras. Otro motivo para verla es que el propio Baroja, aunque doblado por encima por la voz de un actor, aparece en la película: hace de sí mismo, de narrador de la historia.

notas: - imagen, portada de una traducción norteamericana (1997) , del Zalacaín.

-enlace a un audiolibro del Zalacaín. (aviso, no está leído por una persona sino que es uno de esos irritantes audiolibros "sin alma" leídos por un programa de ordenador... aunque este programa parece mejor... y tiene hasta acento vasco y todo). Es ligero: ocupa unos 40 megas, ideal para vuestro mp3 ;) )
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nuestro amigo Yarfoz, langreano literato y bibliófilo, a quien desde aquí enviamos una sonrisa de simpatía y agradecimiento, nos envía esta foto que se ha molestado en hacer a su ejemplar original de EL ÁRBOL DE LA CIENCIA (1911). Creo que el dibujo de la portada es un fragmento del famoso grabado Melancolía de Alberto Durero (1471-1528) (podéis pinchar para ampliar)

martes, octubre 24, 2006

dos gracias de Juan Valera.

Para relajar un poco, y como parece que hoy ya apenas nos tocan las narices los martínezelfacha esos tan valentones -cada uno más asturiano que el resto de asturianos juntos- de la llingua de cursillo (hoy sólo cinco cartitas bomba de nada :P ) , volvemos a la normalidad; seguimos con las gilichorradas de siempre, las que no llevan CFCs ni ftalatos, señora. Publicamos dos chistes otoñales del autor de Pepita Jiménez , Juan Valera (1824-1905). A ver si os hacen sonreír. =) un saludo.

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LAS CASTAÑAS.

El día de difuntos salió muy de mañana a misa una linda beata que la noche anterior, según es costumbre la noche de todos los santos, se había regalado comiendo puches[1] con miel y muchas castañas cocidas. Como era muy temprano y apenas clareaba el día, la calle por donde iba la beata estaba muy sola. Así es que ella, sin reprimirse, con el más libre desahogo, y hasta con cierta delectación, lanzaba suspiros traidores y retumbantes, y cada vez que lanzaba uno decía sonriendo: “¡toma castañas!”. Proseguía caminando, soltaba otros suspiros, y exclamaba siempre: “¡las castañas…, las castañas!”.

Un caballero muy prendado de la beata solía seguirla, hacerse el encontradizo, oír misa dónde y cuándo ella la oía, y hasta darle agua bendita al entrar en la iglesia para tener el gusto de tocar sus dedos. Iba aquel día el caballero tan silencioso y con pasos tan tácitos detrás de la beata, que ella no le vio ni sospechó que viniese detrás hasta que volvió la cara poco antes de entrar en el templo.

- ¿Hace mucho tiempo que viene usted detrás de mí? – dijo muy sonrojada la linda beata.

Y contestó el caballero:

- Señorita,…desde la primera castaña.

MILAGRO DE LA DIALÉCTICA.

De vuelta a un lugar, cierto joven estudiante muy atiborrado de doctrina quiso lucirse mientras almorzaba con su padre y su madre. De un par de huevos pasados por agua que había en un plato, escondió uno con ligereza; luego preguntó a su padre: “¿Cuántos huevos hay en el plato?”. El padre contestó: “Uno”. El estudiante puso en el plato el otro que tenía en la mano diciendo: “¿Y ahora, cuántos hay?”. El padre volvió a contestar: “Dos”.

-Pues entonces- replicó el estudiante-, uno que había antes y dos que hay ahora suman tres; luego son tres los huevos que hay en el plato.

El padre se maravilló mucho del saber de su hijo, se quedó atortolado y no atinó a desenredarse del sofisma: el sentido de la vista le persuadía de que ahí no había más que dos huevos, pero la dialéctica especulativa y profunda le inclinaba a afirmar que había tres.

La madre decidió al fin la cuestión prácticamente. Puso un huevo en el plato de su marido para que se lo comiera, tomó otro huevo para ella y dijo a su sabio vástago: “El tercero cómetelo tú.”.



[1] Puches: gachas (cocido de harina con agua y sal, que se puede aderezar con leche, miel u otro aliño.)


(fuente: programa HISTORIAS, RNE).

lunes, octubre 23, 2006

amenazando, que es gerundio...

Ains... hoy iba a publicar alguna otra aburrida cosa, pero he cambiado el post de esta semana debido a las circunstancias...

Uno está un poco acojonao porque, sin comerlo ni beberlo, vése insultado y amenazado por unos cuantos fanáticos debido a las razonadas y nada radicales opiniones que vierto en el artículo "Los Bables y la Llingua Asturiana". (Alguien -según me ha confesado- sin mala fé cogió el texto y lo publicó en el foro de un diario online (asturies.com) ).

(Como en el texto hago referencia a que vivo en Grado, otro alguien buscó en google "grado, llingua asturiana, blog, bable" o algo así, y ahí me encontraron. Y empezaron a pasarse el enlace entre los fanáticos de aquel avispero.)

Son eso, opiniones. y quieran que no, valen tanto como las adoctrinadas suyas, (aunque se crean que valen más porque las suyas las "adornen" con amenazas).

"voy a mandar el link a su blog a los compañeros de grao pa que le manden un ramo de flores",

dice uno de ellos.

Otro, más sutilmente, pero con parecida vileza, dice: "Valíate más quitar la semeya (foto) del to blog, que Gráu ye un pueblu pequeñu..."

fascista, reaccionario, nazi... mil cosas más.... ains, qué triste, ¿adónde vamos? puedo equivocarme como todo el mundo (es lo que pasa con la doxa, que no hay verdades absolutas, salvo las que tengan que ver con el respeto a los derechos humanos, que tenemos que considerarlas absolutas, aunque les pese a algunos), pero, no sé, tendré derecho a escribir lo que me salga de la tecla sin que por ello tenga que recibir amenazas, ¿o no?


Me considero demócrata, tolerante, y de izquierdas (joer, si soy de clase obrera)... y jamás trataría de intimidar a nadie por expresar unas ideas radicalmente distintas a las mías...

A esos que amenazáis, ahí os mando :) una sonrisa. Que sepáis que ni quito el post, ni el blog, ni mi careto de ahí. así que podéis seguir amenazando (anónimamente, claro, a escondidas, que es como se hacen esas cosas en vuestro mundillo)...

Un saludo.

sábado, octubre 21, 2006

¿Premios príncipe? ¡oso borracho!

Nos acabamos de pasear por un par de medios online extranjeros, con el único propósito de comprobar si había siquiera una pequeña noticia, (aunque fuese en letras minúsculas, tamaño font 1 en HTML) sobre los Premios Príncipe de Asturias. Hemos visitado el New York Times, y la BBC. Lamentamos descubrir que de los príncipe, nada. La noticia más destacada sobre España -casi la única, la otra es la cancelación del encargo militar de las patrulleras por parte de Venezuela-, es el supuesto "asesinato" cometido por el rey Juan Carlos, quien habría matado a un oso ruso, al que (supuestamente) habrían emborrachado antes con vodka, para que el monarca lo tuviese más fácil (amos, como las truchas de Franco cuando venía a pescar aquí a Asturias). El crimen habría ocurrido este verano, cuando los reyes visitaron el país de los Urales.

La Casa Real ya ha negado la noticia, que calificó como "absurda y surgida de una fuente sensacionalista".

http://news.bbc.co.uk/2/hi/europe/6070656.stm

La verdad es que la noticia no tiene nada más allá que el tonto sensacionalismo... Por si acaso la Bardot, defensora de los irracionales con piel, le ha dirigido hoy una carta al Juancar en la que le pregunta si a su edad no puede ya deponer las armas.

Si es que, esto de tener jefes de estado tan belicosos como el nuestro es un problema... En cambio, allá en Rusia, que tan preocupados parecen muchos por Mitrofan (así se llamaba el pobre animal, del que se está investigando su muerte para tratar de esclarecer los hechos), sus líderes son tan pacíficos que a los mamíferos omnívoros los dejan en paz... (siempre, claro, que no se apelliden Politkovskaya y se dediquen a darle a la tecla formando las palabritas que no deben y que puedan molestar a algún hijo de putin...)

(No recuerdo ahora si la Bardot le dirigió una carta también al presi de Rusia hace unos días cuando aquello...)

lunes, octubre 16, 2006

Los incontables asesinatos de Fernando Alonso.

Cada vez que se produce un crimen realmente truculento, uno de esos que horripila a la opinión pública, y si el asesino es un joven o muchacho aun púber (ya sabéis, el típico titular de: "Valencia: angelico se carga a sus padres, a su tía abuela y al canario de la familia con unos nunchakus"; o bien aquel, también clásico, de: "Valencia: jovencita, émula del joven los nunchakus, se carga a varios compañeros de clase con unas estrellas ninja. `Amo a Borja, es un incomprendido´, dice la musasa"); cada vez que una salvajada de esas sucede, todos los medios buscarán culpables, bien con las declaraciones de un experto en Gilipollología por la Universidad de Ronda, bien poniéndote un gráfico con unas estadísticas que relacionan -de forma irrefutable- las churras con las merinas, y conclurián que el execrable crímen del adolescente ejemplar es culpa de la televisión, de la violencia en televisión.

Más abajo en el mismo artículo, no sabemos si aportado por el experto de marras -profesor de Psicología de la Comunicación Audiovisual , Máster en Nubes de Humo y Silbos de La Gomera- o por el despejado periodista, se sugerirá también que todo puede ser consecuencia de la violencia en el cine, muy vinculada a la TV.

Justo al final del artículo, tras decirnos que nadie hubiese pensado eso del pobre Borja (ahora tristemente huérfano), que era un niño completamente normal, muy inteligente, cariñoso, y estudioso (por ejemplo, le encantaba la biología: diseccionaba por su cuenta cachorritos vivos desde muy niño; y la física: desde niño hacía experimentos gravitatorios lanzando cachorritos vivos por la terraza del quinto piso en que vivía ), apuntará como tercer posible culpable de la inusual reacción de Borja ese infernal e idiotizante invento de los videojuegos; dejando claro en todo el espíritu del reportaje, que los tres elementos -cine, televisión, videojuegos-, y hasta otros posibles (juegos de rol, colecciones de cromos macabros, ciertos cómics; de los caramelos petazeta, los naranjitas...) pueden ser también, en último término, la causa de los asesinatos.

Seguro que habéis leído/escuchado/visto muchos reportajes de ese estilo. Es lo que te encuentras en los medios cada vez que ocurre uno de esos sucesos tan atroces.

Ahora imaginad otro asesinato igualmente truculento pero muchísimo más habitual y no sólo localizado en la Comunidad Valenciana: gilipollas haciendo el indio con el coche a nosecuántos kilómetros por hora por encima del límite de velocidad permitido, mata a unas cuantas inocentes y desconocidas personas -niños incluidos- que venían tranquilamente en su coche por el otro carril, o que paseaban por la acera.

El mismo día que se publica en la prensa en un recuadrito de nada en la sección de sucesos la noticia del accidente y de la muerte de esa familia en Burgos, aparece en portada y a cuatro columnas que Fernando Alonso gana el Gran Premio de F1 de Tineo. "Ganemos", declara el asturiano, orgullosamente.

Nadie en la prensa establece el probable vínculo. El asesino motorizado, el imbécil sin entrañas, el tonto del tunning, seguramente iba como un loco por imitar a su héroe del alma, el Ferlonso de las narices, tras flipar viendo en telecinco cómo el asturiano adquiría prez imperecedera con la incomparable hazaña.

Entonces no hablan expertos en Sicología sin P en los cursos de verano de la Universidad de Yernes y Tameza; ni nos regalan el cerebro con un ingeniosísimo artículo de síntesis de un joven y talentoso periodista que busca culpables hasta en el tebeo (¡ literalmente!); porque entonces no hay culpables. Ni de lejos se atreve nadie a echar las culpas, de un lado al tonto del tunning, que bastante tiene ya con el disgusto de haberle destrozado el coche a su padre y con que le van a quitar cuatro puntos de carné... (Si se mira bien, tan culpable es él como los otros... los accidentes pasan: cosas de la vida, que está to predistinao...), ni mucho menos al famoso piloto cuya técnica trataba de emular el accidentado.... (En este caso, además, el asesino ni siquiera tendrá que irse unos meses a un reformatorio, como Borja el huerfanito.)

Ciñámonos sólo a los imbéciles emuladores: de un lado el de los nunchakus, del otro los cientos de sanguinarios flipipaldis que asesinan a mucha gente cada año en nuestras carreteras. ¿Dónde es más fuerte el vínculo del imitador con el modelo a imitar (el Doom3 y Tarantino en un caso, el afamado piloto asturiano en el otro)? Yo me atrevería a decir que es mucho más evidente (y sobre todo, más cotidiano) ese vínculo en el caso de los tontos del tunning con su ídolo..., pero, ¿quien osaría decir eso? (quizá algún tontoelhaba en su blog, y nadie más.)

Así que, señores periodistas, o aplican la misma lógica y el mismo arbitrario rasero a todos los crímenes inmotivados y cometidos por imbéciles profundos ( violencia escolar como reflejo de la violencia en el fúbol, violencia machista debido al programa de Maria Teresa Campos, por poner más ejemplos tontos), o váyanse a freír puñetas.

NOTA: imagen, el Fernando Alonso ese tan famoso (que, junto con Leti y Melendi, bien se sabe, tanto ha hecho por los asturianos), en silla de ruedas por haber jugado al mario kart.

viernes, octubre 13, 2006

gilipoemas...

Gilipoemas (Audio).WAV




En profunda sima, en horrenda fosa,
Lanzad mi cuerpo y dejadlo caer;
Que si en vida nadie mi nombre nombra,
nadie lo escuche al desaparecer.

********

Si negro se pone el día,
brota en tu seno la lluvia,
sopla el viento del suspiro
y tus ojitos se nublan;

Si la tempestad comienza
a mostrar toda su furia
y en tu mente no hay un claro
que alivio dé a la locura;
siente mi mano en tu mano
y en tu oído mi voz escucha:

"no sigas, niña, llorando,
¿viste la luz de la luna
fugaz instante asomar
entre las nubes oscuras?.
Pues deja ya tu lamento,
que alegre mañana anuncia."

*****

Oigo en la noche un lamento;
Despierto sobresaltado.
Un grito desesperado
La calma rompió violento.

Enciendo la luz: no siento
Ruido alguno y, extrañado,
Que soy yo quien ha gritado
Pienso dudando un momento.

¡Sí, soy yo quien ha gritado:
noto la pena en el pecho!

********

Dos perlitas de rocío
una rosa rosa lleva;
son tus ojos al abrigo
de tus mejillas de seda.

Los alegres estorninos
sus risas al cielo elevan;
son acordes que percibo
de tus canciones sin penas

*******

Por mi anhelante cerebro
deslumbrantes desfilaban
concupiscentes imágenes
que tu belleza inspiraba.

Por mi palpitante pecho
quejumbrosos germinaban
los patéticos suspiros
que tu recuerdo arrancaba.

Por mi fatigado cuerpo
desbordantes circulaban
abrasadores humores
que hervía invisible llama.

¡Alegría! Libre al fin
de tu hechizo, de tu magia;
qué feliz siento mi ser:
descubrí que no te amaba.

*****

nota: imagen, Mujer de Francisco de Goya.

martes, octubre 10, 2006

epitafio y dos historias grotescas de "Alma"

Ya os hablé de Alma -Alma del Infierno-, aquella "robin hood" mía de finales del siglo XVI. Éste es su epitafio:

Yace bajo aquesta losa
Cierta mujer cuya fama
Pasó su humildad de dama,
Llegó a la altura de diosa.

Su alma, de fulgor eterno,
Voló al cielo tras su muerte;
Pues quiso el vulgo y su suerte
Que en vida hallase el infierno.


Y éste es el inicio del capítulo V, en el que la protagonista nos cuenta dos historias en las que su padre, alcalde de cierta villa Toledana, resuelve un par de, si no graciosos, grotescos litigios (nota: los alcaldes antiguamente administraban también justicia en pequeñas causas):

V.- Pesares de Alma

Prometí antes que escribiría la historia de Alma. Trataré de contarla por su misma voz, por así decirlo, tal como ella a mí me la refirió. Traslado pues las palabras que otrora oí salir de su boca y retuve en mi memoria, a aquestos símbolos que garabateo en el papel. Y se pierden en este bello pero imperfecto proceso, incapaces de atravesar la infranqueable barrera del cráneo para saltar también a las cuartillas, los recuerdos de la inefable gracia de su dulcísona voz, las elocuentes muecas que acompañaban el relato, los preciosísimos ojos que con sentimiento brillaban al rememorar lo pasado, las sonrisas o lágrimas de nostalgia, dolor, y rabia que a veces a ellos asomaban según fueran de alegres o tristes los sucesos que narraba. Enmudezca entonces por unas líneas la fastidiosa alma que tan neciamente da sustancia a mi pluma, y hable la de aquella que vengo escribiendo con mayúscula, no sólo por ser nombre propio, sino también por ser tan grande, generosa, noble, y buena.

-En una noble villa que riega el famoso Tajo nací y viví los primeros años, que suelen ser los mejores de la vida pues todo es entonces candor e inocencia y no se dan en la infancia las complicadas pasiones, tentaciones (y, en consecuencia, amarguras) de las edades posteriores. Era hija única. Mi familia no puede decirse que fuese noble, aunque sí que no tenía mancha alguna; quiero decir que era de cristianos rancios de puro viejos. Nuestra hacienda no pasaba por ser una de las principales del lugar, pero nunca conocimos ni de lejos la necesidad, llegando incluso disfrutar de ciertos lujos nada ostentosos. Era mi padre honrado alcalde de aquella villa, y era bienquisto de los habitantes, porque siempre procuró en todo momento ayudar todos los hijos de la insigne población, fueran pobres o ricos, jóvenes o viejos, hombres o mujeres; y si se presentaba alguna pequeña disputa, resolvíala guiado tan sólo por sus naturales bondad y sentido común; y, a pesar de tropezar mil y una veces en las palabras si intentaba leer de seguido cualquier cosa, parecían a todos sus sentencias, ya fueran naturales o extraños a la ciudad, como dadas por un nuevo y discretísimo Salomón.

>>Sirva como ejemplo una de ellas en que un hombre presentóse ante él con cuatro conejos sin vida, y dijo que un fiero gato de un vecino los había muerto. Pidió mi padre que llamasen al propietario del gato, y vino éste con el feroz animal bajo el brazo, que era una bestia de color negro que pesaba hasta una arroba, con ojos malvados, grandes zarpas y muy largos dientes; indicadores todos de gran fiereza.

>>- ¡Ay de mí, que ahí está el demonio vestido de gato, que mata conejos, caza palomos, ahuyenta gallinas y atenta, en fin, contra todo animal doméstico, civilizado y amante de la paz!. – dijo el de los conejos en cuanto entraron el animal.

>>- No se deje llevar, señor alcalde, no se deje llevar de la aparente fiereza de mi gato, que aunque ahora mismo por su aspecto le parezca una bruja disfrazada o cosa peor y asome de ese modo los dientes, y bufe y erice el lomo, y se pueda creer que nos mire a todos con esa malignidad con que parece que mira, sepa que es manso como un cordero y no come sino migas de pan y saltamontes. ¡Y es tan vago que aun he de cazarlos para él! – dijo el que traía el enorme gato bajo el brazo.

>>-Pues ¡qué! ¿Manso como un cordero? Pues muchos mansos como él lleva muertos y luego devorados, ¡y algunos gansos!, y si ahora me presento ante vuesa excelencia, señor alcalde, es porque estoy más que harto de tanta mengua en mi hacienda debida a tan gatuna fiera. – argumentó el agraviado.

>>-No digo más – dijo el otro - , señor alcalde, que no le den gato por liebre, que aqueste es manso y bueno, y que estos ojos que echan chispas no son sino brillos de gatuno cariño; y esos bufidos que hace, perezosos ronroneos que se manifiestan así en los gatos gigantes; y al encrespar la piel y asomar los dientes no está pidiendo más que mimos y caricias. Mire, miren todos como sólo esto quiere…

>>Y diciendo esto empezó a dar al gato una dulce caricia con la mano derecha (que bajo el brazo izquierdo lo traía sujeto); y fue sólo tocarle la frente, y el gato comenzó a lanzar arañazos y mordeduras a las manos y cara de su amo, y luego a lanzarse como un ser salido del mismísimo averno sobre la gente allí congregada, y a dar más arañazos y dentelladas que dieran todos los leones de la Abisinia.

>>Una vez hubieron ahuyentado al gato y hubo pasado el peligro, dijo el alcalde Dámaso, que era el nombre de mi padre:

>>-Visto es que el gato es culpabilísimo de tanto crimen; ordeno que se le capture, se le ajusticie y dé muerte; y luego, una vez limpio de tripas y pieles, se den las carnes al vecino de los conejos; que si él esperaba que esos crecieran un tanto más para venderlos y sacarles dinero, bien podrá vender la carne del gato, que vale a lo menos por cinco o seis conejos como esos.

>>Y todos quedaron contentos con tal solución: hasta al dueño del gato, que casi se queda sin ojos tras haber hecho de abogado del salvaje animal, le pareció de perlas la sentencia; tan sólo dijo el vecino agraviado que en cuanto lo matasen quemasen su carne luego, que si la vendía tenía miedo de que pasase el demonio o la bruja que estaba dentro suyo a los que la comieren, que con verlo muerto y ajusticiado bastaba, pues ya se tenía por desagraviado y satisfecho.

>>En otro caso vinieron dos hombres con claras muestras de haberse dado mutuas puñadas, pues venía el uno con el ojo amoratado y los labios hinchados; el otro traía la nariz abultada de un golpe y sangrante todavía. Preguntó mi padre que qué pasaba y dijo el del ojo violeta:

>>- Aqueste que ve es un vecino mío que tiempo ha tuve por amigo y no pequeño. Pero hoy no puedo decir que lo tenga más que por loco; y loco peligroso, que míreme el rostro y verá en él cómo se las trae.

>>-Miro, observo, escucho, y juzgo en conciencia – dijo mi padre - ; mas también veo que el que vuesa merced dice loco viene con no menos puñadas en su cara…

>>-Y claro que vengo con golpes - dijo el que era la otra parte -, que puede verse en esta berenjenada nariz que traigo que al menos tantos golpes como di, fuéronme devueltos con usura.

>>-¿Y cuál es la causa de tanto golpe, si saberse puede? – inquirió mi padre.

>>-Ah, ¿cuál ha de ser – respondió el que había hablado el último – sino el sempiterno motivo que destruye tanta felicidad y amistades? ¿Cuál sino el malvado demonio de los celos?

>>- ¿Celos fundados? – siguió inquiriendo mi padre.

>>- ¡Y cómo fundados! – continuó hablando el de la berenjena - ¡más fundados que Roma! Pues, ¿no veo yo al Requejo ir casi todos los días donde mi esposa a hablar con ella, mostrarse mimoso y requerirla de amores?

>>- ¿Y esto desde cuándo? – preguntó mi padre.

>>- Pues desde hace no menos de tres semanas, allá va día sí y día también este malnacido que tenía yo por más bueno que un santo, y se pone a susurrarle cosas y a decirle (que esta última vez le espié y pude escuchar lo que decía): “Ah, Teresica, ¡mal haya mi desdichada vida!, ¿pues no siento arder en el pecho un fuego que me devora y abrasa por dentro…? Ahora que sois libre del vuestro Mandones, ¿no os veríais mejor en aquestos brazos, que no son tan velludos ni grasientos como los del que era vuestro marido, y besando aquestos labios, que no tienen tantas verrugas ni llagas; y si las tienen, son más blancas y menos purulentas que las de aquel…?”

>>-Alto ahí – interrumpió el alcalde– pues, por qué dice que ya es libre del marido? ¿Hubo autorizado divorcio?

>>-No, señor – respondió el Mandones–, no es eso. Es que mi esposa es fallecida, y aquel va a decirle esas infames palabras al cementerio.

>>- ¡Válgame el cielo! – Exclamó mi padre, asombrado - ¿Y esos requerimientos, hacíalos en vida della? – preguntó dirigiéndose al Requejo, que era el del ojo violeta.

>>- No señor, sino que la pasión y el deseo dióme ahora con la muerte, al recordarla cuando era viva, que nunca entonces me había fijado en su extremada belleza y en sus incomparables formas. Pero yo le juro, y te juro a ti amigo Mandones, que en mis visitas al cementerio no pasé un punto de las vanas palabras que oíste, que ninguna noche en estas tres semanas llegué a criminal acto carnal ni aun por asomo; y que si mi corazón arde por ella, apaga a cada segundo un mucho de este ardor la fría agua de la cara amistad que a ti te profeso.

>>Hiciéronse agua los ojos de los dos peleadores con estas palabras de Requejo porque debía de ser verdad que eran tan buenos amigos como decían, y dijo mi padre luego:

>>-Hay aquí una amistad tan grande que no la rompieran todos los celos del mundo, ni aun cuando se conviertiesen en duelos, como bien puede comprobarse en estos dos rostros donde lágrimas de comprensión y cariño asoman. No digo sino más que no vuelva el Requejo a ver a la Teresa, y que la deje descansar en paz fuera de pasiones mundanas; y si algún día quiere ir donde ella yace a decir un padrenuestro (cosa esta que creo que no debe prohibirse a nadie), lo haga acompañado por su buen amigo el viudo Mandones, que estará a su lado entonces y unirán su amistad para rezar juntos por el bien de la fallecida.

>>Y abrazáronse los litigantes con abundantes lágrimas y palabras de enmienda, y pareció bien a todos la justa sentencia.

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NOTAS: imagen1, dibujo de la villa de Alma; imagen2, escena de FUENTEOVEJUNA, de Lope, en una producción de TVE.

sábado, octubre 07, 2006

Las últimas palabras de Edgar Poe


Tal día como hoy, siete de octubre, de 1849, moría en Baltimore (Maryland, EEUU), el más grande escritor y poeta norteamericano, Edgar Allan Poe. Tenía 41 años.

Otro día quizá hablemos de su obra, de la importancia que para la literatura supuso este pionero (creador de la novela policíaca; precursor de la ciencia ficción; auténtico genio de la literatura fantástica; renovador de la poesía en norteamérica; maestro indiscutible en la composición de cuentos; unificador, en sus escritos, de esas dos culturas de las que hablaría cien años más tarde Ch. P. Snow (por cierto, que aun continúan reñidas... y parece que lo estarán siempre); experto criptógrafo y matemático...)

Hoy hablaremos sólo de su muerte.

Edgar Allan Poe fue un tipo ultrasensible y depresivo; el alcoholismo y la adicción al opio hicieron mella en su espíritu, conduciéndole a la autodestrucción. Ya había sufrido un infarto cerebral (consecuencia de su afición por los estimulantes) en 1847; ya había intentado suicidarse en 1848...; ya hacía demasiados meses que había alcanzado el punto de no retorno en el apresurado viaje hacia su propio hundimiento.

Viajaba entonces, en un intento de encauzar su vida, de Richmond a Filadelfia. Julio Cortázar escribe:

Los médicos le habían asegurado en Richmond que otra caída más sería fatal, y no se equivocaban. El 29 de septiembre el barco atracó en Baltimore; Poe debía tomar allí el tren para Filadelfia, pero se hacía necesario esperar varias horas. En una de estas horas se selló su destino. Se sabe que cuando visitó a un amigo ya estaba ebrio. Se abre un paréntesis de cinco días, al final de los cuales un médico, conocido de Poe, recibió un mensaje presurosamente escrito a lápiz, informándolo de que un caballero "más bien mal vestido" necesitaba urgentemente su ayuda. La nota procedía de un tipógrafo que acababa de reconocer a Edgar Poe en un borracho semiinconsciente, metido en una taberna y rodeado de la peor ralea de Baltimore.

Era el 3 de octubre. Aquel día hubo en Maryland elecciones para el Congreso. Los partidos políticos de los EEUU de entonces acostumbraban a poner en práctica una sórdida estratagema: cogían a un grupo de pobres diablos, les emborrachaban, y les llevaban a votar de un colegio electoral a otro. Se sospecha que Poe fue así utilizado como múltiple votante, y luego abandonado en la taberna donde el impresor George W. Walker le reconoce. Poe le da las señas del doctor James E. Snodgrass. El tipógrafo le escribe a éste un billete que dice:

Muy señor mío:
En... hay un caballero en un estado lamentable. Se llama Edgar Allan Poe y parece encontrarse en un gran apuro. Afirma que le conoce a usted.
Insisto, necesita inmediatamente de su ayuda, a toda prisa.
Su respetuoso,
G.W. Walker

El doctor llegó tan rápido como pudo al lugar donde se encontraba Poe. Snodgrass escribió:

Tenía la cara conturbada, henchida y sin lavar; los cabellos en desorden y su aspecto general era repulsivo. Sus ojos, tan vivos e inspirados, estaban ahora sin brilo y sombreados por profundas ojeras.
(...)
Cuando le trajeron al hospital [el Washington College Hospital de Baltimore], estaba inconsciente . No sabía quién le había traído ni con quién había estado antes. Después le sobrevino un temblor en los miembros y un delirio incesante en el que se dirigía a seres fantásticos e imaginarios que veía en la pared. La cara estaba pálida y el cuerpo cubierto de sudor. No conseguimos calmarle hasta el segundo día después de su ingreso. Di orden a los vigilantes de que me llamaran en cuanto recuperase el conocimiento, y así lo hicieron. Le pregunté por su familia, por su casa, por sus padres. Sólo daba respuestas incompletas e inconexas. Me contó, sin embargo, que tenía una esposa en Richmond (lo cual no es cierto según supe después), y que no sabía cuándo había dejado esa ciudad ni lo que había ocurrido con su maleta. Intenté reavivar su ánimo, que decaía rápidamente; por eso le dije que esperaba que en pocos días estaría de nuevo en compañía de sus amigos y que me agradaría mucho poder contribuir a su bienestar y comodidad de alguna manera. Al oír estas palabras profirió un gran grito y me dijo con vehemencia que lo que podía hacer por él su mejor amigo era meterle una bala en la cabeza, que preferiría desaparecer bajo tierra para no tener que seguir viendo su propia degradación. Poco después pareció dormirse y le dejé unos minutos; pero cuando volví se encontraba otra vez vivamente alterado y oponía a los dos enfermeros que le sujetaban una fuerte resistencia. Esta situación se prolongó hasta el sábado [día 6]. Durante toda la noche y hasta el domingo a las tres de la madrugada estuvo llamando a un tal Reynolds [Reynolds era, según Julio Cortázar, el navegante y explorador que había inspirado a Poe el viaje de su Arturo Gordon Pym (¿William Reynolds de la expedición Wilkes ?) ]. A las tres se produjo un gran cambio: debilitado por los esfuerzos, se quedó más tranquilo y parecía dormitar. Sobre las cinco de la mañana giró la cabeza a un lado y dijo:

-Dios ayude a mi pobre alma. ("Lord help my poor soul.")

Y expiró.

NOTAS:

-fuentes: programa HISTORIAS de RNE, y Vida de Edgar Allan Poe ) de Julio Cortázar (prólogo a la traducción que el escritor argentino hizo de sus cuentos).
- Imagen1, tumba de Poe en el cementerio Westminster de Baltimore (hubo una ceremonia para volver a enterrarle en 1875. hasta entonces se hallaba en el Cementerio Presbiteriano de la ciudad). Imagen2, daguerrotipo de el autor de El Cuervo, hecho meses antes de su muerte.

miércoles, octubre 04, 2006

la superioridad del huevo frito.

No todos los pueblos de la Antigüedad conocían el secreto del huevo frito. Sumerios y babilónicos, que fueron las primeras civilizaciones que se escupían las manos y silbaban sin la ayuda de los dedos, eran sin embargo incapaces de esa forma básica de arte culinario.

Egipcios y persas lo intentaron sin mucho éxito. Durante la IV Dinastía egipcia, bajo el reinado de Snefru, los integrantes de la perseguida y blasfema secta de los Niam-niam observaron la analogía de un huevo fuera de su cáscara y el Sol. Nadie nunca hasta entonces había abierto un huevo con fines inquisitivos. Uno de sus sabios intentó durante años su freidura (en tablillas de arcilla, superficies de madera, piedras calentadas por el sol…). Desciframos en los jeroglíficos de los pasatiempos infantiles del periódico local que con casi toda probabilidad este sabio (cuyo nombre no ha llegado a nosotros) pudo haber logrado freír uno en el caparazón de una tortuga, pero cuando fue a notificarlo a sus prosélitos la tortuga se había despertado y pian pianito se había marchado con el fruto de su estudio.

Hubo que esperar a la llegada de los magnos griegos para que se produjese un avance significativo. Un sabio de la Hélade, Estero de Esparta, que había tenido el privilegio de acudir al Liceo aristotélico (era el encargado de la limpieza de los jardines), absorbió muchas de las enseñanzas del maestro que se les escapaban a otros discípulos en mejor posición. Rescató de los pitagóricos la concepción dualista de todo lo existente y lo aplicó al huevo (clara y yema; huevos de una yema, huevos de dos yemas; cáscara y no-cáscara…) Estero escribió un tratado del que aun se conservan fragmentos, Marikitonos ("marikitonos" o "marikitones" es un término que viene a significar “costumbres de todos los griegos antiguos en general”), un libro digamos costumbrista que dedica a su más aventajado discípulo (y amante, claro). Al final de su parte quinta, sin embargo, tiene anotaciones curiosas sobre el tema que nos ocupa. Leemos:

Existió hace mucho en Tesalia una gallina que ponía huevos perfectos, esféricos. Aun no había entre los hombres por entonces sabios que sacasen de esto conclusiones cosmogónicas ni musicales, así que aquellos huevos propios de dioses tuvieron el mismo fin que los vulgares: acabaron en el estómago del necio.

Y es que los huevos, tanto en la época que Estero refiere como en la suya, se comían neciamente: pinchando con un palito en uno de los extremos, se sorbía luego su contenido, lo que daba lugar a un mal aprovechamiento de su sustancia última, una digestión pesada e ineficiente. Aun no había llegado la freidura, el auténtico adelanto que supondría el dominio del mundo.

Fueron los romanos, siempre proclives a la perfección de los placeres, los que comenzaron a freír el fruto de la gallina. Sobre aceite de cicuta primero: el huevo frito se convirtió, primeramente, en sinónimo del fin, de la honrosa autodestrucción del estoico. Empezó a freírse con otro tipo de aceites vegetales más inocuos cuando un epicúreo, en los últimos tiempos de la República, quiso probar aquel sublime alimento propio de hombres grandes pero minorando el dolor derivado de la ingesta. De ese pequeño gesto de un antiguo petimetre culinario, llegó la invención que permitió la expansión del Imperio.

En efecto, imaginad unos soldados romanos que rápida y sencillamente, en el crudo invierno, cocinan un alimento muy nutritivo allá en tierra extranjera dondequiera que el César asiente sus reales, ¿no estarán en mejor disposición para el combate que el famélico bárbaro, mal alimentado por los pobres frutos del bosque invernal, o por alguna que otra alimaña? Es la superioridad del huevo frito, hasta ahora siempre desdeñada por el historiador, quien siempre afianza la supremacía bélica romana en factores que nosotros consideramos accesorios: los terribles y gigantescos ingenios de asedio, la fiereza de los soldados, el genio de los líderes militares, la clara ventaja en toda clase de tácticas y adelantos técnicos… nada son en comparación con el huevo frito.

Lleguémonos a la Edad Media, el cronista árabe Mahmón, habla así de los cristianos de la península:

tienen los cristianos de Galiqiya (así llamaban al Reino de Asturias algunos cronistas musulmanes) muchas costumbres irrisorias. En una de ellas ponen en un recipiente al fuego el interior del fruto de la gallina hasta que forma una estrella naranja y blanca... Qué galeqiyos son esos sucios cristianos.

Poco imaginaba aquel burlón historiador que el consumo de este proteínico alimento llevaría, a la larga, al triunfo de los cristianos sobre los musulmanes…

¿queréis saber cómo los huevos fritos con bacon británicos triunfaron frente a los castizos huevos fritos con chorizo y a las tortillas francesas en Gibraltar?; ¿o cómo el general Castaños venció en Bailén a Dupont con (habiendo desayunado) un par de huevos? ¿Sabíais que Hítler mojaba el pan en la yema y desdeñaba siempre la clara, parte que consideraba como “propia de judíos” (“los huevos alemanes serán perfectos… en dos generaciones lograremos unos huevos cien por cien yema”)? ¿Que durante los días que duró la conferencia de Yalta, Churchill se comió el doble de huevos que Roosevelt y Stalin juntos? ¿Que a Franco le gustaban los huevos fritos con pisto y a Negrín, con patatas fritas? ¿Que poco antes de la caída del muro hubo un desabastecimiento de huevos en el Berlín del Este?

Si queréis saber todo eso y más… Buscadlo en otra parte porque yo de escribir tantas gilichorradas sin gracia sobre el huevo frito ya estoy hasta los ídem.

(Ya puedes votar al post más imbécil e irritante del año... Éste de hoy es el favorito por ahora...)

NOTA: imagen1, Estero de Esparta filosofando, con la escoba en la mano; imagen2, el huevo ario, según Adolf Hitler.

jueves, septiembre 28, 2006

destellos de idealidad.


BERNSTEIN: Es usted muy joven, señor… ¡hum!… señor Thompson. No tiene usted ni idea de lo que un hombre es capaz de recordar.

(Bernstein se inclina sobre la mesa. Detrás de Bernstein, la chimenea está encendida. )

Vea mi caso, por ejemplo. Un día, en 1896, atravesaba el Hudson en ferry para ir a Nueva Jersey, y, en el momento de la salida, otro ferry llegaba y en él una joven esperaba para bajar. Llevaba un vestido blanco y una sombrilla blanca en la mano… No la vi más que un segundo… Ella ni siquiera me vio. Pero apuesto que, por lo menos una vez al mes, pienso todavía en ella…

(Ciudadano Kane, Orson Welles, 1941)


Destellos de idealidad, prístinas luces que apenas duran un instante: nacen y mueren en una fracción de segundo para pasar luego a tener larga existencia en el recuerdo. Tan pronto como se forman, pierden esa forma y ya son sólo idea en mi cabeza.

Como el sol si le miramos directamente un instante y permanece durante unos minutos tal que etérea imagen en nuestros ojos cerrados, eco de la real, hasta que va diluyéndose el contorno y perdiéndose su forma, así permanecen en la memoria los destellos ideales de los que hablo, cambiando caprichosamente por el mismo recordar (poetizándose aun más, pues ya no hay base real), quizá degradándose y perdiendo algo de brillo, pero sin extinguirse del todo ya nunca, durando tanto como la vida.

Ellos me acompañan en mi melancolía. Lo harán ya por siempre. Fueron chispazos de pureza –quizá procedentes de almas impuras en su mayoría- que me fueron regalados, hace mucho tiempo, diez años algunos.

Cuando era joven, una simple mirada casual me alegraba durante meses; por muchas semanas era el combustible de mi ánimo. Ahora, si rara vez ocurre, la alegría que me producen esas miradas apenas dura un día o dos, y sus reverberos se oscurecen al par que mis ilusiones.

Sin embargo, como Bernstein (Everett Sloane) en Ciudadano Kane, muy a menudo –mucho más que él -, aun me acuerdo de aquellas princesas que generosamente bajaron la mirada desde la ventana del alto torreón del palacio en que vivían al nauseabundo charco de lodo cercano al foso y, con sus dulces, mágicos ojos, sin darse cuenta besaron el alma de un asqueroso batracio que aun las recuerda. Y probablemente las recordará siempre.

miércoles, septiembre 27, 2006

El duelo de "Clarín".


Hay un episodio bastante desconocido por el público lector en la vida del autor de La Regenta: el 21 de mayo de 1892, Leopoldo Alas y Ureña se enfrentó en duelo en algún lugar a las afueras de Madrid con un crítico rival, Emilio Bobadilla.

Como si fuese sesenta años atrás y en vez de analíticos y pragmáticos escritores naturalistas fuesen vehementes escritores románticos, dos lúcidos hombres de letras sustituyeron la pluma por la espada (por el sable para ser más precisos) en un extraño episodio de inútil violencia.

Clarín era entonces el crítico más famoso (y vitriólico) de España. Emilio Bobadilla (alias Fray Candil, su pseudónimo), un escritor cubano-español que no quería irle a la zaga al asturiano en la mordacidad de sus columnas periodísticas. Comenzaron elogiándose mutuamente en la publicación Madrid Cómico, en la que los dos colaboraban. En algún momento hubo alguna especie de pique y comenzaron los insultos; sutiles al principio, más rudos conforme se van enconando los ánimos...

Es curioso cómo Clarín, siguiendo quizá las ideas de su admirado Larra, nos presenta el duelo como algo absurdo y de consecuencias nefastas en el capítulo XXX de La Regenta y, sin embargo, se enfrenta él mismo en un desafío años después. Parece que los escritores del XIX veían el asunto del honor como algo por lo que no merecía la pena morir o matar... mientras no les atañese a ellos. escribe Fígaro en su famoso artículo:

individuo de ellas y amamantado con sus preocupaciones, no seré yo quien me ponga de parte de unas leyes que la opinión pública repugna, ni menos de parte de una costumbre que la razón reprueba. Confieso que pensaré siempre en este particular como Rousseau y los más rígidos moralistas y legisladores, y obraré como el primer calavera de Madrid. ¡Triste lote del hombre el de la inconsecuencia!

Fray Candil no era la primera vez que tenía un duelo. Uno de los dos testigos de Clarín fue su amigo, el también novelista asturiano -hoy tristemente infravalorado, por entonces muy leído y traducido a varias lenguas- Armando Palacio Valdés. Don Leopoldo había dicho que batirse con Bobadilla sería "coser y cantar". En el transcurso del duelo (que fue de dos asaltos) Clarín recibe un tajo en el brazo; logra dar un tajo también a su adversario durante el segundo asalto. El duelo termina cuando don Leopoldo se cae y se hiere con su propia espada en un labio. Ante la copia de sangre que al asturiano le mana de la herida , se decide suspender el duelo. Le cosen el labio allí mismo. Mientras le están atendiendo, Bobadilla, irrespetuosamente, se pone a cantar. Como los amigos del herido le reprochan esto, Fray Candil responde: "el pronóstico de Clarín se ha cumplido... a él le están cosiendo, y yo canto."

Según cuenta Martínez Cachero, años después escribiría Bobadilla en un artículo titulado "Clarín", y publicado en el mismo Madrid Cómico como necrológica al escritor ovetense :

«nos pusimos de oro y azul, acabando por batirnos en duelo. Palacio Valdés, el coronel Antonio Reina y Francisco de Icaza están vivos y pueden contar lo que allí pasó... / Aquella fue la primera vez que yo vi a Clarín. No le conocía personalmente. Lo que yo padecí, nadie lo sabe. ¡Tener que matarme con un hombre a quien yo quería y admiraba!»

Quizás enciclopedias y prologuistas pasen por alto este episodio de la vida de Clarín por insustancial y anecdótico. O quizá porque fue algo bochornoso para don Leopoldo. Algo que sólo sirvió para alimentar los corrillos de la calumnia. Algo, en fin, que no debió haber sucedido.

(nota: imagen1, retrato de Clarín. imagen2, grabado de un duelo a sable.)

Enlaces: -Leopoldo Alas "Clarín":Sobre Tres Episodios de Su Vida, ensayo de José María Martínez Cachero que podéis leer en Cervantes Virtual.
-Entrada en la Wikipedia sobre Clarín.

domingo, septiembre 24, 2006

(All I Have To Do Is) Dream




Apareció el 12 de mayo de 1958. Era la cara A del sencillo (la canción de la cara B era la famosa Claudette, que había sido escrita por un Roy Orbison que inmortalizaba así a su mujer para siempre). (All I Have Got To Do is) Dream Fue escrita por el matrimonio Felice y Boudleaux Bryant, autores de algunos de los más representativos temas de los Everly Brothers como Wake up Little Susie o Bye, Bye, Love (reinterpretados luego en los sesenta por esos otros Hermanos Everly, Simon y Garfunkel).

All Ive Got To Do Is Dream es una de las baladas más dulces de toda la historia de la llamada música de los jóvenes. En verdad, tan delicada, tan poética, tan sublime, que parece hecha de sueño mismo.

Es el tierno arrullo de un enamorado a su durmiente amor. Y ella, ese amor, ni siquiera existe: está también, como la canción, hecha de sueño.

****************
Mucha gente entra en esta página buscando la traducción de la canción. Así que allá va, con mi inglés de todo-a-euro:

(TODO LO QUE TENGO QUE HACER ES) SOÑAR
Soñar, soñar, soñar, soñar
Soñar, soñar, soñar, soñar;
Cuando necesito tenerte en mis brazos,
cuando te necesito a ti y a todos tus encantos,
cada vez que te necesite, todo que tengo que hacer es
Soñar, soñar, soñar, soñar.

Cuando estoy triste por la noche
y necesito que me abraces fuerte,
Cada vez que te necesite, todo lo que tengo que hacer es
soñar, soñar, soñar, soñar.

Puedo hacerte mía, saborear tus labios de vino
a cualquier hora del día o de la noche;
el único problema es, ¡maldito sea yo!,
que estoy malgastando mi vida soñando

Te necesito tanto que podría morir,
¡te quiero tanto...! y por eso
cada vez que te necesite, todo lo que tengo que hacer es
soñar, soñar, soñar, soñar.

Puedo hacerte mía, saborear tus labios de vino
a cualquier hora del día o de la noche;
el único problema es, ¡maldito sea yo!,
que estoy malgastando mi vida soñando.

Te necesito tanto que podría morir,
¡te quiero tanto...! y por eso
cada vez que te necesite, todo lo que tengo que hacer es
soñar, soñar, soñar, soñar.


qué razón tiene la canción :(

un saludo.

lunes, septiembre 11, 2006

divulgación científica en el quiosco (una comparativa).

Vamos a hablar un poco de las cuatro principales revistas españolas que van sobre eso que llaman divulgación científica: Muy Interesante, Quo, Conocer la Ciencia, Investigación y Ciencia. (dejamos aparte GEO, National Geographic y otras que también tocan temas relacionados con la ciencia)

MUY INTERESANTE: Debo decir que leo esta revista desde que tengo 15 años, así que le tengo un cariño especial (durante un tiempo fui un fanático de ella, aunque ahora sea más escéptico). Aunque perteneciente al grupo de publicaciones alemán G+J, es una fórmula exclusivamente española, que ha sido exportada con éxito a otros países (algunos de hispanoamérica, Portugal y, desde hace unas semanas, China). Nacida a principios de los ochenta, no es la decana de la divulgación científica en España (la versión traducida de Scientific American se publica desde algunos años antes), pero como si lo fuese. Muy, aunque (como todas estas revista) muy influída por las publicaciones norteamericanas, desde hace algunos años apenas traducen ya artículos yanquis (antes una buena parte de la revista eran meras traducciones de temas publicados en revistas extranjeras). Es la revista mensual española más leída y vendida. Debe destacarse la merma en la calidad de los temas y artículos publicados desde hace un par de años (esto quizá se explica porque se les fueron algunos redactores brillantes, aun no reemplazados, y por un deseo de complacer a una mayoría de lectores que piden más y más artículos de egiptología, psicología, gilipollología... temáticas difícilmente encuadrables en el ámbito del conocimiento y del sano deseo de distraerse aprendiendo -o aprender distrayéndose, tanto da-, que es para lo que sirven este tipo de publicaciones).

  • Pros: el bajo precio, fotos de gran calidad, firmas prestigiosas (Antonio Muñoz Molina, Moncho Núñez, Miguel Ángel Sabadell...), profesionalidad, buenos ilustradores, afán por hacer entender a todos cosas complicadas (en eso consiste la divulgación); aunque parezca una tontería, es , creo, la única revista que sigue (creo que ilegalmente, pues ya no son oficiales) escribiendo los gentilicios en español (bien se sabe que hoy día por cometer la desfachatez de decir los nombres de pueblos y ciudades en tu idioma natural, cualquier buen ciudadano rebosante de inteligencia y nada intolerante te puede llamar, y con razón, fascista, franquista, o algo así...)
  • Contras: escribe en la revista el cura ese de la COPE, César Vidal, que se autodenomina "historiador", pero que jamás ha buscado en el diccionario la palabra "objetividad": sólo sabe tergiversar, mentir... barrer para su casa, que es la iglesia. Desde hace dos o tres años, importante disminución de la calidad y variedad en los temas publicados y en el tratamiento de los mismos. Excesiva publicidad.
  • Página web: www.muyinteresante.es
CONOCER LA CIENCIA: Es la benjamina de las cuatro que comentamos, pues nació este año (van por su número 7). La edita el grupo Godó (los del la Vanguardia, el diario catalán más prestigioso), y es la hermana menor de una clásica de la divulgación histórica, HISTORIA Y VIDA. Por decir algo parecido a lo que Cervantes decía de su primera parte de La Galatea en El Quijote, diremos de esta revista que propone mucho y no concluye nada. Los artículos escritos por los profesionales (parece que tienen en nómina a una historiadora, un paleontólogo, un cosmólogo), se dejan leer. Los otros, los escritos por periodistas (curiosamente los más ambiciosos) dejan mucho que desear: no enganchan porque ni el propio autor tiene interés en lo que cuenta ("sólo si tú te emocionas escribiendo tienes la probabilidad de transmitir esa emoción a los demás", Pedro de Silva.). Se nota demasiado que son de letras: a veces, seguramente sin querer (o quizá con intención de agradar a cierto público), confunden el campo de la ciencia con el de lo que no es ciencia pero se le parece (leyendas, pseudociencias, ciencia ficción, etcétera); también, de vez en cuando, tratan de explicarte cosas que ni ellos mismos entienden... (y eso canta mucho). Aun así se merecen una oportunidad. Son errores de principiante que seguramente se subsanarán. Creemos que la revista madurará y mejorará con el paso del tiempo. Desde aquí les deseamos suerte.

  • Pros: precio aceptable; aire fresco en las publicaciones científicas, escasa publicidad.
  • Contras: no tienen página web (creemos que eso les resta lectores, porque algunos visitamos la página antes de decidir comprar la revista); tienes que "tragarte el DVD" (al menos en el último número, no tienes opción de compra de la revista separada del DVD); se intuye inexperiencia de algunos redactores, neófitos en la divulgación científica.
QUO: publicada por el grupo Hachette, apareció en los quioscos en 1995. Tiene un millón de lectores que se mantienen más o menos estables. Es, de estas cuatro, las más sensacionalista y aburrida, la más frívola. Muchas estadísticas, mucha psicología, mucho tema de actualidad, muchos tests y concursos... y nada de miga. Las portadas son especialmente odiosas (la infografía y el mal gusto se dan la mano para alcanzar, juntos, límites insospechados).

  • Pros: el precio (la más barata de las cuatro); no es una revista del corazón; no tiene horóscopos; no escribe César Vidal.
  • Contras: Es evidente que no me gusta un ápice Cualo?, así que no escribiré sus contras, que son demasiados.
  • página web: www.quo.wanadoo.es/
INVESTIGACIÓN Y CIENCIA: Aparecida en España en 1976, es una traducción de la antiquísima publicación mensual norteamericana Scientific American (asombraos, fundada en... ¡1845!, cuando en nuestro país, que estrenaba constitución, no había más ciencia que la tauromaquia y el cainismo -los reality shows aun no se habían inventado, me parece-). Es una opción para los lectores más inteligentes y exigentes (entre los que no me incluyo), ávidos de artículos profundos. Escritos por investigadores de universidades norteamericanas, tratan los diversos temas a un nivel muy alto, presuponen que el lector tiene una amplia base para su comprensión. La producción nacional de los artículos es muy escasa (uno al mes o así), siendo los demás traducciones del inglés. Merece la pena intentar acercarse a ella, a pesar de esos seis euros del precio y de que muchos de sus artículos escapan a mis cortísimas luces.


Un saludo :)