viernes, marzo 30, 2007

Una atípica historia de amor

Él padece fobia social y depresión crónica; ella, ataques de pánico y trastorno bipolar. Ambos pensaban que morirían solos en el mundo. Un día, sin embargo, coincidieron en la sala de espera de la consulta del psiquiatra. Él enseguida se fijó en aquellas manías obsesivo-compulsivas de ella, tan meticulosas, y que con gran pudor la mujer trataba de ocultar. Ella reparó en los extraños tics de él, ¡qué dulces le parecieron!

Cuesta creer que, con lo difícil que es para un bicho raro iniciar la conversación con un extraño, a los pocos segundos ya estaban hablando de antidepresivos y ansiolíticos, como si se conociesen de siempre:

-A mí el diazepam es el que mejor me va…
-¡Quita, quita!: ese lo tomaba yo antes, y nada…: ahora me tienen que dar uno más fuerte.
-Una ventaja de la fluoxetina es que te elimina en parte el deseo sexual, y si no deseas eres un poquito más feliz.
-Sí, tienes razón…: pero a mí la fluoxetina me hace el mismo efecto que si tomase leche merengada…

Ella quedó impresionada al encontrar a alguien que tenía una visión de la vida más pesimista, si cabe, que la suya. Además cada vez le parecían más encantadores aquellos tics y raros rituales de aquel chico. Él observaba aquellas ojeras negruzcas de ella que tanto contrastaban con la palidez de la piel del rostro, y notaba en las fibras de su interior que se estaba enamorando...

Y así se conocieron. Ahora se pasan las tardes en el parque, cogidos de la mano y llorando juntos (bueno, ella, debido a su trastorno, intercala las lágrimas con las risas, pero a él no le importa).

El próximo día 21 se suicidan por la iglesia.



**********
Nota: la moraleja del cuento es que siempre hay un roto para un descosido, una Papagena para un Papageno, etcétera. Va dirigido a aquellos que, como el autor, sostienen la tesis contraria: el amor no existe para algunos seres mezquinos...

13 comentarios:

Manuel Machuca dijo...

Cuando me suicide, yo también lo haré por la iglesia: es más fácil resucitar luego.

Moisesg dijo...

Después del suicidio en la Iglesia, ¿habrá banquete?

A. Furió dijo...

Curiosos personajes para un curioso relato.
Pobrecillos, suicidados por la iglesia, se pudrirán en el Purgatorio por toda la eternidad y sin benzopamina.
El amor es algo que si por desgracia, con el tiempo, no consigues convertir en algo practico, resulta ser un trasto inútil. Por lo tanto, espero que se suiciden tan pronto como les sea posible, mucho antes de darse cuenta de esto.

M. Imbelecio Delatorre dijo...

hola!

Manuel:... lo malo de suicidarse por la iglesia, es que los curas, como siempre, se llevan una pasta entre misas y flautas.

Moisés: jeje, ahora ya no se hace tanto... pero hace no tantos años -cuando mis padres eran niños, sin ir más lejos- había un banquete cuando alguien finaba, y circulaba el vino y el aguardiente...; y había puntillo de honra entre los familiares del fallecido porque ninguno de los que venían a dar el pésame se quedase con hambre. Así estaban los curas de pueblo, tan rollizos, lustrosos y mofletudos que daba gloria verlos: testigo su grasa de lo beneficiosas que para ellos eran ciertas tradiciones, y de la sincera fe de las gentes más humildes.

Sobre ese tema, gente que iba de banquete en banquete, de hartura en hartura, cuando alguien se moría, va la novela corta de Leopoldo Alas "Clarín" Cuervo .

Persiles: una vez más, me maravillo de tu optimismo; la chica del relato te hubiera considerado un adonis por tu forma de pensar.


Gracias a los tres por vuestras visitas e inteligentes comentarios :)

Anónimo dijo...

No sé..... aunque prohibido por la iglesia, si hay que pagar por ello.... quizás... aunqeu prpongo el banquete y la fiestuki previos a la ceremonia...
¡Cachis! el 21 ya lo tengo ocupado...

Pa-Pa-Pa-Pa-Pa-
Pa-Papagena!
Pa-Pa-Pa-Pa-Pa-
Pa-Papageno!

M. Imbelecio Delatorre dijo...

jo, aldaruca, acias por todo :)

echa un vistazo a este vídeo , mola muuuuuso:

Anónimo dijo...

Genial!
Otra pequeña debilidad por el autor... ;-S
Gracias.

Germán Fernández dijo...

Joder macho. Cuatro días que marcho y menuda actividad que hay por aquí. El texto me parece muy simpático. Creo que em gusta más tu forma de escribir actual. La veo más directa y clara. Y eso es dificil de conseguir (lo que habíamos hablado de los clásicos y demás)

Por otro lado lo de los bables etc. No les hagas caso , hablar de ellos es darles publicidad. Ignoremosles y esperemos que desaparezcan.

Un cordial saludo

M. Imbelecio Delatorre dijo...

aldara: jaja, a ver si me atrevo un día a hablarte en persona, aunque sea un saludillo, porque el prota masculino del relato tiene algo de autobiográfico :D jajaja (aunque ya te habrás dado cuenta).

Germán, muchas graaaaaaacias :) que sepas que sigo tus posts de EL ATRIL (aunque a veces no sepa qué comentar: por cierto, ¿el Paraíso Perdido de Milton tiene "miga"? yo pensaba sólo eran poemas religiosos. Pero me imagino que también te dice otras cosas. (sé que para ti es importante porque también publicaste algo suyo en LOQUEMESALGADELOS). Bueno, pues lo pongo en mi lista de "pendientes", como a Dante ;).

Anónimo dijo...

Hola.El paraiso perdido tiene muuuucha miga. Es de mis favoritos de ese estilo al igual que El matrimonio de l cielo y el infierno de William Blake.

Un saludo

Anónimo dijo...

Pues a mi me ha dado penuca la verdad, debe de ser porque me encantan los finales felices...
En fín, tal vez para ellos sí lo fuera...
(Ays que mal cuerpo se me ha quedado).Por favor, para la siguiente historia, alégrenos un poco hombre!
Un beso

M. Imbelecio Delatorre dijo...

hola, peca :)

para ellos el final más triste que para ti...

otro día procuraremos hacer un final feliz just for Pecuca ;)

mal cuerpo? será un decir: yo te lo imagino muy bueno ;P

:)

acias por tu visita y comentario.

Sintagma in Blue dijo...

Dios los cría y ellos se juntan.