"Hell, God, Devil, right, wrong, sin, crime, and all the old gallery of curiosities --they may frighten boys, but men of the world, like you and me, despise them" Stevenson, THE BODY SNATCHER(1881).
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Dios no existe; al menos en la representación que del mundo tengo, que es la única válida, la única posible. Eso, entre otras cosas, implica que más allá de la mente del hombre, del hombre civilizado, tanto da hacer el bien como hacer el mal. Al universo le da igual que ayude a una ancianita a cruzar la calle o que la empuje debajo de un camión que pasa, por poner un ejemplo. A la naturaleza le da lo mismo. Los actos no tienen más consecuencias morales que las que el hombre les atribuye. El cielo y el infierno sólo sirven para asustar a los niños, como dice el protagonista de Los Ladrones de Cadáveres de Stevenson. Los gusanos tratarán por igual al filántropo y al pederasta.
Por eso, porque no somos niños y Dios no existe, quiero creer en el hombre. Y más aún que en el hombre como individuo débil y sujeto a pasiones, quiero creer en la suma de los hombres y mujeres que, agregados, juntos en colectividad, suman también su talento, limando algo los vicios y pasiones, para formar un Estado libre y fuerte de hombres y mujeres libres que velan unos por otros. El Estado democrático.
Ese Estado de hombres libres es el único capaz de administrar la única justicia posible. Todo lo demás (la conciencia,Dios, el juicio final...) son "cuentos de viejas".
Si no se da la justicia humana, tanto valdrá hacer daño a tus semejantes como procurarles el bien. Tanto valdrá matar al prójimo como intentar ayudar a los demás; el sufrimiento de la víctima equivaldrá a la mofa del asesino.
Al creyente -el90% de la población- le queda el tenue consuelo de autoengañarse pensando que el malnacido, quien ha causado mucho dolor a sus semejantes, será de algún modo castigado en la otra vida. Al ateo, en cambio, cuando ve que la justicia humana, la del Estado libre formado por hombres libres, es papel mojado, no le queda consuelo ninguno; su mente sólo puede llenarse de rabia y de miedo. Rabia porque la burla de unos pocos vale tanto como el sufrimiento de muchos; miedo, porque el Estado que creías fuerte y garante de esa única justicia posible, es en realidad débil y está lleno de vicios.
sobre justicia y cuentos de viejas (audio)
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NOTA: imagen, portada original del número extra, especial de navidad de 1884, de la revista Pall Mall de Londres, donde aparecía por primera vez el famoso relato del escritor escocés.
4 comentarios:
Por desgracia tienes mucha razón, eso que se dice de " A cada cerdo le llega su San Martín" no se cumple para nada en este mundo. Y aunque en algún momento alguna ilusa como yo pueda pensar que exista otro "mundo" en el que pueda haber igualdad y justicia, créeme que no consuela en absoluto.
besazo!!!
Gracias, Eva, por leerme y por ofrecer tu punto de vista, siempre tan interesante :)
besos :)
publicamos el artículo de opinión de ayer, 09/03/07 de Savater,"LO ESTÁN EMPEORANDO" la mejor que se ha escrito sobre la excarcelación del De Juanes ese:
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Lo están empeorando
FERNANDO SAVATER
Las explicaciones que ofrece el gobierno socialista para justificar su decisión de excarcelar (llamemos a las cosas por su nombre) a de Juana Chaos me recuerdan al viejo cuento del caldero prestado. ¿Se acuerdan? Un hombre presta su caldero al vecino y días más tarde éste se lo devuelve agujereado; ante sus protestas, el vecino responde: a) que el caldero no está agujereado; b) que ya tenía agujeros cuando se lo prestaron; c) que no le han prestado ningún caldero. Contradicciones interesadas del mismo calibre estamos oyendo estos días para explicar o tratar de hacer digerible ante una opinión pública cuyas tragaderas son anchas pero no hasta el infinito la cesión del ejecutivo por razones políticas ante el chantaje del terrorista en huelga de hambre.
Todas son increíbles o superfluas, pero algunas también resultan repugnantes porque juegan con la mala conciencia o la bobaliconería bondadosa que todos queremos tener en el corazoncito. Tal es el caso, por ejemplo, de insistir en supuestas razones humanitarias y en el valor supremo de la vida humana para los santos que nos gobiernan. Que la vida humana es un altísimo valor nadie lo pone en duda: por eso precisamente quién asesina a ventitantos seres humanos y no se arrepiente de ello ni nos da garantías de que no va a volver a empezar mañana cuando le suelten está mejor en la cárcel que en ninguna otra parte. ¿Humanitarismo? Una de sus características es respetar la libre voluntad de las personas, es decir, ayudarlas a vivir bien y ,cuando prefieren morir, no obstaculizar tiránicamente su voluntad (caso de Ramón Sanpedro o de la paciente granadina cuyo respirador va a ser desenchufado). Iñaki de Juana debía estar en la cárcel pero él prefería morir antes que seguir allí: lo humano hubiera sido respetar su voluntad y también la ley que le condena. Por cierto, el mismo día que se “alivió” su prisión sacándole de ella (¿se ha molestado alguien en justificar por qué se le llevó al País Vasco si el caldito reconstituyente también pueden darlo en el 12 de Octubre de Madrid?) oí por la radio que una señora hospitalizada en La Paz con cuatro costillas rotas murió en un pasillo del hospital, probablemente mal atendida por la saturación del centro. Si el gobierno acaba de descubrirse vocación humanitaria, no le faltará dónde ejercerla sin necesidad de plegarse a las exigencias de los asesinos.
Los que dicen que la excarcelación del etarra en huelga de hambre se debió a razones humanitarias –empezando por el propio Zapatero, la directora de Instituciones Penitenciarias y los propagandistas afines- mienten como bellacos: o peor, mienten como si fuésemos bellacos los ciudadanos y no nos mereciésemos más que mentiras. Pero, naturalmente, tras hablar de humanitarismo enseguida mencionan que así se han evitado otras muertes o situaciones de violencia en el País Vasco: es decir, conveniencias políticas. La nota oficial del gobierno vasco auguraba que esto relajaría la tensión en Euskadi; y Patxi López, ni corto –bueno, un poco corto sí- ni perezoso proclamó ante la asamblea socialista que la excarcelación hacía que se viviera mejor aquí. O sea que la tensión, la crispación y la incomodidad se acaban cuando se da gusto a los violentos que tienen por héroe a un asqueroso serial-killer. Que las víctimas, sus familiares, los que no han perdido aún el sentido moral por culpa de la obcecación política, es decir, los ciudadanos vascos decentes…que todos éstos estén crispados y sientan que viven peor desde que el criminal y sus amigos se pavonean triunfantes ante ellos, eso no es un problema ni entra en consideración. Lo importante es que estén sosegados los que dan miedo, los demás ya se apañarán. Y luego dice Miguel Buen (a quien los dioses, tras negarle los demás dones, le concedieron como compensación una ausencia total de sentido del ridículo) que a él le da más miedo pasearse por ciertos barrios de Madrid que por Rentaría…claro, porque aquí las víctimas no dan la lata ni siquiera a la zafios más patosos, lo que en cambio en otras partes de España ya va siendo algo más frecuente. Por cierto, ahora muchos se quejan de que por sacar un encendedor del PSOE o llevar “El País” debajo del brazo uno se puede buscar hostilidades en ciertos lugares públicos. No es que yo desee que a nadie le molesten los intransigentes en ninguna parte de España, pero quizá así algunos “modelnos” se hagan una pálida idea en carne propia de cómo viven muchos ciudadanos vascos desde hace décadas en este país.
La argumentación mas inconsistente y menos convincente para apoyar el disparate gubernamental con de Juana es apelar a las supuestas excarcelaciones de etarras antes del plazo debido por parte del gobierno de Aznar o los acercamientos de presos realizados en el mismo período, para probar la “hipocresía” de la oposición (la palma se la lleva la SER, que siempre bate el récord de bajura con este tema, proclamando la gran noticia de que “el gobierno de Aznar” no actuó contra de Juana cuando el miserable pidió “champán y langostinos” para celebrar el asesinato de Tomás Caballero: ¡sólo le falta decir que se los envió Aznar pagados de su bolsillo!). Como sabe cualquiera que se moleste en enterarse de las cosas, el PP insistía en cambiar la legislación para hacer cumplir íntegras las penas pero entre tanto, como no podía ser de otro modo, cumplía con la legislación vigente y sus reducciones de condena. En cuanto a los acercamientos de presos, no respondían al chantaje de ningún recluso sino a reiteradas peticiones parlamentarias y de medios ilustrados de comunicación. Pero en fin, aunque no fuera así: ¿y qué? Si el gobierno Aznar lo hizo mal entonces (aunque lo que hizo nada tiene que ver con la excarcelación mediante chantaje de Juana Chaos)…¿por qué el PSOE no se lo reprochó en su día, cuando tantas cosas le censuraba en otros campos? Aún peor: si aquello fue un error, ¿por qué ahora se utiliza como justificante en lugar de haberlo tomado como advertencia de lo que no debe hacerse, visto el resultado? Es floja excusa para equivocarse el que otros se hayan equivocado antes y uno repita de buena fe los errores…
Pues no, las explicaciones del Gobierno no hacen más que empeorar las cosas. Y las de sus propagandistas que se empecinan en informarnos día y noche de lo malo que es el PP, que no gobierna, en lugar de explicarnos porque gobierna mal quien gobierna, tampoco mejoran ni ánimos ni inteligencias. ¿Que hay crispación? Claro, como la hubo cuando Aznar metió al país en la invasión de Irak. La gente se indignó con razón y se echó a la calle (los decentes junto a representantes del peor lumpen extremista del país) lo mismo que hoy otra decisión errónea gubernamental subleva a tantos, que se manifiestan junto al indeseado Inestrillas y compañía. Ya ven, la historia se repite… y la histeria también. Entre tanto seamos optimista y esperemos que Batasuna, con su nombre o con otro postizo, no termine por poder presentarse a las elecciones de mayo, como le solicitan al gobierno sus aliados parlamentarios… en contra de lo que quiere la inmensa mayoría del país (por cierto, nunca tan pocos han fingido representar a tantos como hoy sucede en el parlamento español). Si finalmente sucediera tal cosa, como algunos temen que la excarcelación de Iñaki de Juana preludie, habrá llegado la hora de ponerse serios de verdad. Basta de juegos con lo que no es de jugar.
Muy bueno el artículo de Savater...pues aquí una de esas ilusas, que cree que existe una justicia, que quizás no es de este mundo, por supuesto no es divina para nada...una justicia a la que si no le importa llamaré, por llamar de alguna manera, universal, pero sí quiero pensar que el que la hace, la paga...aunque mis ojos no lo vean nunca...pero necesito creerlo. Buen domingo, querido sr. Imbelecio.
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