"Yayo" nació un 5 de Fructidor de hace no muchos años. El monje autor de la crónica yayiense cuenta: "tres veces se cerró el cielo, y tres veces llovió sangre. Las tres veces quedé empapao.". Cuando era un niño, logró sacar el mítico disquete del Camelot Warriors, atascado de la disquetera su Amstrad CPC, cosa que, según la leyenda, sólo haría el más espabilao.
Con sólo once años casi acaba su primer Opera,
Y es que esto de los videojuegos siempre le tiró mucho al joven Yayo. Programó cuando no era más que un niño que ni bozo tenía videojuegos en BASIC para su CPC, completamente creados por él: sencillos arcades inspirados en el Mario Bros. y cuyos rudimentarios gráficos estaban creados mediante la unión de caracteres ASCII; o también infantiles videoaventuras conversacionales al estilo del legendario Quijote de Egroj, pero a pelo, sin la ayuda de esos programas para hacer esa clase de videojuegos que hoy son fáciles de conseguir. Y es que de Edu (o Yayo, tanto da) puede decirse sin exagerar demasiado que ya programaba cuando todavía llevaba pañales.
Una frase del Quijote de Jorge Blecua (Egroj), una que se leía en un bando y que orientaba al perdido jugador en la intrincada aventura, decía: "Si caballero te quieres armar, las armas tendrás que velar en una posada de este lugar desde la cual la luna verás."
Yayo, como nuevo don Quijote, haciendo de la realidad videojuego y viendo los videojuegos en términos de realidad, trasladó mediante su idealismo aquel aparentemente sencillo pero tortuoso precepto a su propia vida. Y ahí está ahora, en Salamanca, velando armas. Haciéndose caballero.
NOTA: imagen, captura de pantalla del legendario Quijote de Jorge Blecua "Egroj"enlace al blog del ínclito yayo.
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