-Maricarmen, échate ahí que voy a hacerte de todo.
-¡Uy! ¿De veras? Pues hala, empieza: hoy me tocaba fregar los baños, planchar, hacer la colada, hacer la comida...
-¡Jo!
-¡Desde luego, quien tiene un marido tiene un tesoro!... (la única pega que tiene el mío es que casi nunca se acuerda del sexo...)
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3 comentarios:
lo que nos pone un hombre fregando, oyssss
-¿Ah, sí? Pues yo la friego a usté, morena, lo que haga falta -Imbelecio con acento chulapo, incluso con laísmos chulapos- la encimera, el mueble del salón, el recibidor... se lo dejo todito todo como los chorros, salá.
Hay hombres muy serviciales. Sí, señor.
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