lunes, marzo 06, 2006

descubierto tratamiento para el "sonríe, Willy!"

De entre las más estúpidas y perjudiciales modas que se importan de los EEUU, la del sonríe Willy! se lleva la palma. Es, desde hace varios meses una de las diversiones favoritas de algunos adolescentes españoles. Seguro que habéis oído hablar de ella. Básicamente consiste en que uno o varios muchachos vejan a una persona (bien insultándola, golpeándola, arrojándole piedras, meándole encima, etc) mientras uno de los amigos de la pandilla lo graba todo en el móvil. El agredido ha de ser alguien incapaz de hacer daño, alguien que no pueda responder al ataque: una persona anciana, un menor, un vagabundo pillado mientras echaba su siesta por la noche en un banco, un discapacitado mental, un inválido...

Aquellos de vosotros que tengáis sentido del humor os daréis cuenta de la sutileza de tan sublime broma. Por lo visto ver a alguien padecer miedo, dolor, indefensión, rabia, amargura..., es lo más gracioso del mundo. Los muchachos que perpetran estos actos de crueldad se descojonan. Por eso lo graban. Para verlo muchas veces. Lo comparten con sus amigos. Se envían el video de un móvil a otro para que todos puedan partirse el culo de risa. Esas hazañas convierten a sus protagonistas en los más populares del instituto. los más guays. buena gente siempre dispuesta a echar unas risas. (recordad aquel caso en Cataluña que heló la sangre al país entero hace unos meses: unos angelicos quemaron a una vagabunda en el interior de un cajero tras vejarla durante horas.... practicaban el famoso sonríe Willy)

Un columnista de un periódico, si es de derechas, nos diría que esto viene por la pérdida de valores, "ah, todo esto es culpa del nocivo laicismo!!... la solución es la vuelta a los valores tradicionales." Claro que, ese hipotético periodista, frente a cualquier otro problema... qué sé yo, la inmigración o el paro por ejemplo, diría: "ah, todo esto es culpa del nocivo laicismo!!... la solución es la vuelta a los valores tradicionales."

Otro mediocre columnista, si es superprogresista y superguay, al hablar de este nuevo problema convencería al lector que la mayor parte de la culpa la tenemos todos: "¡es la sociedad! ¡la sociedad es la culpable! los europeos vivimos tan bien y tenemos tantos lujos... sí, y el perjudicial centralismo también... la culpa es clara: la sociedad, el comfort, la poca conciencia de los occidentales, y el centralismo españolista." Claro que esas son también, directa o indirectamente, las causas de todos los males para este tipo de articulista...

Yo no sé quién tiene la culpa de que haya muchos jóvenes que se comporten de ese modo, despreciando al prójimo de esa manera. Pero, aunque ahora empiece a manifestarse este nuevo fenómeno, esta novedosa y nefasta moda que es el sonríe Willy, me parece que no es nuevo lo otro, lo del desprecio a los demás... Los fernandos alonsos que tanto abundan en nuestras carreteras, los tontos del tuning que ponen el coche a ciento cincuenta km/h en una vía en la que hay que ir a setenta, desdeñando su propia seguridad y la de los demás... ¿no son un ejemplo de personas que adolecen del mismo despreciativo egoísmo, de la misma irresponsabilidad, del mismo desprecio a la vida ajena que tienen los adolescentes que dan palizas a vagabundos y ancianos? Pero el Estado pasa de penar estos comportamientos antisociales (como suponemos que tampoco hará demasiado con la nueva moda).

Para acabar quisiera decir que psicólogos de la universidad de Pennsylvania (EEUU) han descubierto un método adecuado para que los muchachos que practican el sonríe Willy se vuelvan más sosegados y formales que corderos lechales.

"Basicamente - dice el doctor Seamus-Phillip Peabody, director de la investigación - es un tratamiento de choque...: consiste en coger un musaso que haya grabado o protagonizado estos videos, lo ponemos en una sala blanca y entre varios profesionales (3 ó 4) y durante un buen rato le damos de hostias hasta en el cielo de la boca. Todo aderezado con muchas risas, insultos, burlas y carcajadas. Lo grabamos en una cámara y luego se lo mostramos muchas veces durante varias sesiones. Hemos comprobado que, a pesar de las controversias morales que supone su puesta en práctica, nuestro método funciona. Es conductismo puro."


Interesante el método del doctor Phillip Peabody. Interesante. Es como el tratamiento que usaban para erradicar la violencia juvenil en aquella peli de Kubrick, pero a lo bestia.

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