jueves, noviembre 08, 2007

el viejo, la churri, la casa y yo.

No, no fue así, colega. Te voy a contar cómo pasó, que has oído campanas y no sabes dónde.

Vivíamos mi viejo y yo solos en esa peazo casa en las afueras. Que sí, que es muy bonita, muy chula y todo lo que quieras, pero mucha casa pa dos tíos solos. Así que al principio bien, pero luego me aburría y me entraba el bajón. Le dije al viejo que me iba a echar novia y traérmela allí. Ya sabes cómo es: muy carca y parece que siempre está enfadao. Vaya malas pulgas que tiene, joer. Por eso pensé que me iba a echar la bulla cuando se lo dije… pero no, mira tú, le pareció bien que me echase novia y la trajese a vivir allí a hacerme compañía. Eso sí, me dijo que los gastos para cortejarla corrían de mi costa.

El caso es que no tardé en ligarme a la piba más guapa del barrio (bueno, la única que había ahora que lo pienso). Enseguida nos caímos bien. Y la traigo a vivir allí y se la presento. Y va y se pone a dar voces y a decirnos que muy bien, que podemos hacer lo que nos salga en la casa, y nos avisa que la fruta que dejaba en la nevera que era sólo suya, que si tocamos la fruta aquella que nos capa vivos.

Yo es que ni le escuché, joer. “¡Vale, hostia, vale, no hace falta dar voces!”, le dije, o algo así.

El caso es que durante unas semanas, ¡joer, qué bien lo pasemos!. El viejo de viaje de negocios o no sé qué cojones, y toa la casa pa nosotros. Te lo pués imaginar, colega: a todas horas riqui-triqui, y haciendo lo que nos daba la santa gana…

Pero, cagonlaputa, un día, colega, con una sed de la hostia…, como habíamos estado una semana entera sin salir de la habitación, se nos terminaron el zumo, las cervezas, el agua… y como daba una pereza de la leche ir al supermercado, a Eva no se le ocurre otra cosa que hacernos un zumito con algunas de las frutas que dejó allí el viejo.

-¿Qué dices, tía? ¡Si nos dijo que no la tocásemos!…
-Tiene de sobra. Hay mogollón de frutas aquí, no se va a dar ni cuenta… además, ya le compraremos más cuando vayamos al Mercadona…
-Jo, venga… pero sólo un par, que como sentere, la pringamos…

Y senteró el muy jodío, joer. Puto viejo de los cojones. Nada más llegar del viaje fue al frigo a mirar, y luego empezó la bulla, que quién había comido de las frutas de las que nos dijo que no comiésemos, que no se podía confiar en nosotros, que nos habíamos condenao y no sé qué leches... Y se puso de cabreao…. Mira que le he visto miles de veces hecho un energúmeno, pero nunca le había visto así, joder…

Y por esa gilipollez, cagonlahostia, por esa gilipollez nos echó de casa, con lo bien que estábamos allí…Y míranos ahora, joer, a la parienta y a mí, míranos: antes sin tener que currar, ahora ella fregando qué sé yo cuántos portales, y yo en el puto garaje once horas al día… Míranos: antes, la mejor casa del mundo la teníamos gratis, ahora estamos ahogaos pagando la hipoteca de una puta mierda de piso de 56 metros cuadrados… Y al viejo le llamo a veces por teléfono y ni contesta. Ni siquiera sé si me escucha...

Y todo por esa gilipollez, por unas putas manzanas.

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imagen: una antigua foto del viejo.

4 comentarios:

alfonso dijo...

Pues si que eres tontoelculo. ¡Te lo había advertido!
¡Y deja ya de llamarme por el jodío teléfono!
Ye lo había advertído
¡que la manzana estaba envenenada!

Ahora, a esperar a que venga el príncipe y te de un beso en la boca

M. Imbelecio Delatorre dijo...

-pero papá... ¿por qué eres así conmigo? ¡siempre exigiéndome demasiado!¡para ti nunca hago nada bien! ¡con mi hermano mayor no eras así... !

c.e.t.i.n.a. dijo...

O sea que fuiste tú el que nos condenó a saber que es el euribor...La madre que te...!!!

Muy bueno, je,je,je,...

M. Imbelecio Delatorre dijo...

hola, cetina. me pregunto qué significan todas esas siglas, pero blogger no me deja "verte".

gracias por tus piropos piroposos.

un abrazo.