Os presento a dos deidades de mi infancia. Dos beldades tan sumamente hermosas que no parecen reales. La primera es Phoebe Cates, la prota de Gremlins. La segunda... la segunda era mi verdadera diosa (pues, ahora que lo pienso yo era monoteísta, siendo la Phoebe Cates no más que un serafín con un rango bastante bajo en el escalafón angelical en comparación con ella.). Ella es Jennifer Connelly. Hoy es famosísima y tiene un óscar en su haber por su papel en Una Mente Maravillosa. Su belleza de hoy, con ese aspecto de anoréxica, no es ni la sombra de la voluptuosa y turgente, de la primorosa hermosura pasada; la que tenía poder para hacernos imaginar mil cándidas historias noveladas por nuestra inocente imaginación pre-adolescente. La foto que os subo corresponde la de la Jenny de Rocketeer, la mejor peli de aventuras de los noventa. ¿Verdad que mi Jenny parecía hecha de luz y poesía?
:) cuidaos.
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2 comentarios:
La Phoebe Cates esa que luego casó con Kevin Kline y dejó de actuar pa toda la vida y puso una tienda de recuerdos y regalos que aquí se ve
http://newyorkmetro.com/nymetro/shopping/columns/storeopenings/14850/
Se cuenta la historia por aquí también
http://www.yesbutnobutyes.com/archives/2006/07/where_are_they_23.html
¡este yayo tou lo sabe! :D
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