-¡Camarero! ¡Camarerooo!
-¿Señor?
-¡Hay una mosca en mi sopa!
-Claro, señor...: es una sopa de moscas. Está en el menú del día...
-Ah... En tal caso quisiera quejarme igualmente...
-Dígame.
-¡Esta sopa tiene muy poca sustancia! ¡me parece muy poco una mosca para tanto caldo!
-Haré llegar su queja al cocinero, señor.
-Grrrr, ¡tráigame el segundo plato!
****
-Aquí tiene, señor. ¡Buen provecho!.
-¿Qué plato es este?
-Ensalada de cucaracha.
-¡Hum! ¿Y esto? ¿no tendrá aceitunas negras, verdad? ¡odio las aceitunas negras!
-No señor, no tiene aceitunas negras...
-Ah, bueno, siendo así...
*****
-¿qué hay de postre?
-arroz con leche, natillas, crema catalana, macedonia de frutas, tarta de manzana, helado de turrón, mousse de chocolate, yogur de piña, flan de café...
-¿un postre sin insectos?
-la mousse de chocolate trae una araña en la nuez...
-¡Esto es el colmo! ¡Por Dios, qué incultura! ¡Pensé que este restaurante tenía más categoría! La araña NO es un insecto. ¡Tráigame inmediatamente el libro de reclamaciones!
*****
-Aquí tiene el libro, señor.
-¡Ah, esto está mejor! ¡el libro de reclamaciones está lleno de psocópteros!
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2 comentarios:
Pues sí, se me ha puesto la mosca en la oreja al leerte.
¡qué mosca más afortunada...! puede susurrarte al oído dulces zumbidos.
bzzzz, bzzzzz :)
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