chorradas dichas por alguien que no tiene ni idea de nada ni nada que decir, y que sin embargo escribe y dice cosas... (vamos, como el 99% de la gente con blog)
Pos yo tengo un conocido que tenía un primo que era amigo de un colega que tenía un bar al que iba un señor que aseguraba haber visto, una vez, a un tipo cuyo cuñado, compañero de escuela del hijo de un empresario que juraba alternar a menudo con cierto chavalote que coincidía en la piscina con un paisano de Matalascañas cuyo hijo, concejal de cultura por enchufe, ponía la mano en el fuego por su jefe en el partido: "es un hombre honesto y de fiar", llegó a decir en una ocasión... pero claro, solo son rumores.
Traigamos a estos tiempos la lámpara de Diógenes, amigo Desbrozador, y sigamos buscando hombres honestos. y si no los hallamos nunca, nos quedará el consuelo de que los ideales son perfectos y son los hombres los llenan de fango. Y si por algún ideal merece la pena padecer, disgustarse o sufrir es por algo tan bonito como la democracia, la libertad, la igualdad, la honestidad, el progreso.
Totalmente de acuerdo con usted, amigo Delatorre. De momento no he perdido la esperanza y debo decir que algún hombre (o mujer) honesto sí que se ha cruzado en mi vida. En realidad no es que escaseen, simplemente, como todo lo bueno, son difíciles de distinguir entre tanta morralla.
4 comentarios:
Pos yo tengo un conocido que tenía un primo que era amigo de un colega que tenía un bar al que iba un señor que aseguraba haber visto, una vez, a un tipo cuyo cuñado, compañero de escuela del hijo de un empresario que juraba alternar a menudo con cierto chavalote que coincidía en la piscina con un paisano de Matalascañas cuyo hijo, concejal de cultura por enchufe, ponía la mano en el fuego por su jefe en el partido: "es un hombre honesto y de fiar", llegó a decir en una ocasión... pero claro, solo son rumores.
Buena Primera Flor, estimado Sr. Delatorre.
hola, Desbrozador.
yo sabía ese cantar con otra letra:
el honrao, el honrao
(son rumore, son rumore)
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Traigamos a estos tiempos la lámpara de Diógenes, amigo Desbrozador, y sigamos buscando hombres honestos. y si no los hallamos nunca, nos quedará el consuelo de que los ideales son perfectos y son los hombres los llenan de fango. Y si por algún ideal merece la pena padecer, disgustarse o sufrir es por algo tan bonito como la democracia, la libertad, la igualdad, la honestidad, el progreso.
un abrazo.
Totalmente de acuerdo con usted, amigo Delatorre. De momento no he perdido la esperanza y debo decir que algún hombre (o mujer) honesto sí que se ha cruzado en mi vida. En realidad no es que escaseen, simplemente, como todo lo bueno, son difíciles de distinguir entre tanta morralla.
hola!:
soy de tu mismo parecer.
feliz día!
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