jueves, diciembre 21, 2006
las últimas palabras de Bécquer
El 22 de diciembre de 1870 a las diez de la mañana, hace 136 años, y cuando tenía tan solo 34, moría en Madrid Gustavo Adolfo Domínguez Insausti y Bastida, Gustavo Adolfo Bécquer. (Bécquer -originalmente Becker- era el apelativo con el que eran conocidos los de la familia de su padre, venidos de Flandes y establecidos en Sevilla a principios del siglo XVII).
El poeta arrastraba una enfermedad crónica grave desde hacía doce años, 1858, cuando las primeras manifestaciones de la misma casi le llevan a la tumba. Dos meses estuvo entonces postrado en cama y tardó mucho en recuperarse; cuando finalmente tuvo fuerzas para salir del lecho “parecía un cadáver”, según refiere Julio Nombela, uno de sus amigos.
Quizá la enfermedad era tuberculosis. O puede que un mal venéreo. El propio Bécquer parece considerarlo así. En su Libro de los Gorriones (un grueso libro destinado a hacer anotaciones de contabilidad que le había regalado un amigo, y en cuyas páginas Bécquer, tras bautizarlo de ese modo, escribió sus poemas, ideas y pensamientos), había una rima que el mismo autor tachó pero que fue recuperada más tarde. Su versión más aceptada, dice:
Una mujer me ha envenenado el alma,
otra mujer me ha envenenado el cuerpo;
ninguna de las dos vino a buscarme,
yo de ninguna de las dos me quejo.
Como el mundo es redondo, el mundo rueda;
si mañana, rodando, este veneno
envenena a su vez ¿por qué acusarme?
¿Puedo dar más de lo que a mí me dieron?
Pero antes incluso de infectarse de la terrible enfermedad que tantos padecimientos le causaría, Bécquer tenía el lúgubre convencimiento de que moriría joven, como su padre, como muchos otros familiares.
Su hermano Valeriano (que había nacido en 1833), uno de sus seres más queridos, muere el 23 de septiembre de 1870. Desde aquella fatídica fecha, una lóbrega nube oscurecerá ya siempre el horizonte de la vida de Gustavo Adolfo hasta su muerte, tres meses después.
Aquel 22 de diciembre, antes de morir, el poeta quemó unas cartas y dijo, según la Iglesia: “acordaos de mis niños”. Su amigo, el periodista cubano-español Ramón Rodríguez Correa (1840-1894), refiere: "Llegó por fin el fatal instante y, pronunciando claramente sus labios trémulos las palabras: Todo mortal…, voló a su creador aquella alma..."
El cielo, cubierto de sombrías nubes aquella triste mañana de jueves, se oscurecería aun más al producirse, menos de una hora después de su muerte, un eclipse de Sol. Fácil es encontrar en esa mera casualidad una relación entre los dos hechos sólo válida poéticamente: la naturaleza, entristecida por la muerte de quien tan bien le había cantado, enlutábase y lloraba de pena.
*****
notas:
FUENTES: -Francisco López Estrada y María Teresa Lópes García-Berdoy, en el prólogo a la edición de las Rimas para la Austral de Espasa, 1993.
-programa HISTORIAS de RNE.
imágenes:
1 -caricatura de Bécquer, realizada por Yayo, en la pared de mi habitación.
2 -retrato de Bécquer en la última etapa de su vida.
3 -dibujo de José Casado del Alisal (1832-1886), Cabeza Yacente de Gustavo Adolfo Bécquer.
enlaces:
-entrada el la wikipedia sobre Bécquer.
-entrada en la wikipedia sobre su padre, el pintor Juan Domínguez Bécquer.
-grabaciones sonoras de la obra de bécquer en Cervantesvirtual.
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7 comentarios:
Llegó la noche y no encontré un asilo,
¡y tuve sed...!, mis lágrimas bebí;
¡y tuve hambre! ¡Los hinchados ojos
cerré para morir!
Y sólo comentar una cosa.
http://es.wikisource.org/wiki/Portada
Es un wiki donde se pretende reunir a cascoporro libracos y librillos, quicir, crear una biblioteca digital de libre acceso y bla, bla, bla... patatín, patatán.
Me parece interesante el proyecto.
Saludos.
eh, gracias por enriquecer mi blog con tus comentarios. y muchas gracias por esa dirección. ¡está genial!. yo conocía www.librodot.com , donde puedes descargarte un montón de libros en español, pero esa de wikisource me parece mejor aun. hala, a favoritos.
:) una sonrisa.
PD.- este desconocido relato Bécquer,memorias de un pavo , es genial para leer en nochebuena. un navideño cuento sazonado con el mejor humor negro.
hola, peca.
te aseguro que las imágenes están ahí aunque no puedas verlas... O sea que ten fe y las verás :P
gracias a ti por visitarme.
Besazo. Feliz Navidad y Próspero 2007
Acabo de descubrir tu blog y me gusta mucho, el texto sobre Bequer me ha parecido muy interesante. Felicidades por tu blog. Te invito al mío, te espero. Feliz Navidad.
Gracias a ti, poético ángel. Yo te confieso que, aunque nunca te haya puesto comentarios, te he visitao un par de veces desde que te descubrí hace poco en EL MONO SE ELEVA.
:) por supuesto que seguiré haciéndolo.
Una sonrisa desde Asturias pa Cai :)
Qué original el relato "Memorias de un pavo". ¿Salió el pavo filosófico, verdad? : )
Es bastante distinto a todo lo que había leído de Bécquer.
saludos
sí, eva :) pero a la vez es muy becqueriano todo: la fugacidad de la vida, el modo con el que el pavo ve el amor y la naturaleza... lo que sí que es nuevo y sorprendente es ese humor tan negro del final.
Beso.
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