(...) Tal es el caso del español M.I. De La Torre, al aplicar de ese modo, inversamente, el Imperativo Categórico. Como se sabe, en su redacción original dice:
"Obra sólo de forma que puedas desear que la máxima de tu actuación se convierta en una ley universal".
En la formulación imbeleciana (que invierte la máxima y la reduce a un ámbito más estrecho), leemos:
“Come fuera como si tu escrupulosa higiene al cocinar fuese una ley universal seguida por todos los restaurantes”
(...) la humanidad tendría beneficios prácticos inmediatos de aplicar siempre la máxima del gilósofo español (...)
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(tomado de Revisten von Gilosofien, febrero 2009)
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1 comentario:
Con la mirada ausente...
Sepa usted que lo leo.
...saludos o tres
CristalRasgado & LaMiradaAusente
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