De forma parecida a los médicos, que tienen su"juramento hipocrático",debería haber para todas las personas un JURAMENTO DEL HIPÓCRITA, en el que prometeríamos ser en nuestra vida veleidosos, viciosos, egoístas... pero siempre aparentando regir nuestra conducta en base a ideales nobles y elevados.
Así al menos nadie sería inconsecuente con un principio básico: la doblez. O lo que es lo mismo, prometeríamos ser hipócritas precisamente para serlo menos. (Aunque esto que propongo bien se ve que no es práctico: con juramento o sin él, hay el mismo cieno en nosotros)
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