domingo, marzo 15, 2009

Tres Guisantes (cuento sin nudo)

Había una vez tres hermanos guisantes que, aunque nacidos de la misma vaina, eran de muy diferente condición y naturaleza.

El mayor era ambicioso y soñaba con la gloria militar, con hacer fortuna en la milicia y mandar él solito a todo un ejército de legumbres:

El mediano era de talante retraído y soñador, y gastaba su energía mental en idealizar a todas las legumbres , y soñar febrilmente con leguminosos amores imposibles: ya imaginaba una sabrosísima garbanza madrileña, quier una sencilla pero dulcísima lenteja, o a una habichuela majica...


El último era un arvejo extremadamente inteligente, y tenía en mente cruzar monjes austriacos para demostrar no sé qué teorías sobre los monjes austriacos...
***

Todos acabaron en mi plato de guisantes con jamón del almuerzo de hoy.

***
nota: imagen4 tomada de aquí.

4 comentarios:

  1. Muy bueno, el cuento y el plato, que hambre....

    ResponderEliminar
  2. Con la mirada ausente...

    ¿Y los monjes autriacos donde acabaron? Si al menos fueran polacos...

    ...saludos o tres

    CristalRasgado & LaMiradaAusente
    _____________________________

    ResponderEliminar
  3. Los chícharos (guisantes)no tienen ojos ni hablan y además a mi gustan con arroz y croques (berberechos)y no me importa que la cerveza para acompañar sea austríaca

    ResponderEliminar
  4. hola!

    ainhoa: gracias, guapísima. muxu bat.

    ñoco: estos monjes austríacos acabaron... descubriendo, con guisantes, cosas importantes. un abrazo!

    Ben Gunn: aquí a los guisantes los llamamos "arvejos". mira, con arroz y berberechos no los probé, pero suena de p. madre.

    a mí me gustan con jamón (no tan pobres como en esa foto, con más sustancia, más icos, y con el huevo cocido picado por encima), o en potaje (con sus patatitas, su zanahoria, su chorizo y su costilla de cerdo), y como guarnición para cualquier pescado o carne.

    ¡vivan los chícharos!

    ResponderEliminar