De todos los castigos de la mitología griega el más terrible fue el que Zeus impuso a aquellos dos mortales, Alberto Pérez y su amada Maricarmen. Atolos a ambos a un árbol-hipoteca, del que era imposible soltarse, por toda la eternidad. Una vez al mes venía un banquero en forma de águila y les comía la nómina, que les volvía a crecer en el mes siguiente, fecha en que el águila volvía para comerla de nuevo.
chorradas dichas por alguien que no tiene ni idea de nada ni nada que decir, y que sin embargo escribe y dice cosas... (vamos, como el 99% de la gente con blog)
Y... ¿Y cuál fue su crimen?
ResponderEliminarhaber pretendido algo a que sólo los dioses podían aspirar: poseer una vivienda
ResponderEliminarJesús, estos gentiles... Vaya pretensiones...
ResponderEliminar¡¿Qué les habrán dado cuando pidieron trabajo?!
me ha gustado... especialmente el blasfematorio remate. A partir de hoy terminaré todas mis peroratas con una blasfemia.
ResponderEliminareh, Manuel, no hay nada novedoso en ello... en Asturias (y puede que en Navarra) se usan más blasfemias que palabras propiamente dichas...
ResponderEliminarmira, me acuerdo de estudiar el catecismo cuando tenía siete u ocho años, y terminar el diostesalvemaría con un "pecau" . nos lo enseñaba el cura mismo. Decía que enseñándonos blasfemias más moderadas, evitaba que las dijésemos más gordas.
En el nuevo estatuto del Principado no se habla de incluir la blasfemia como elemento de asturianía. creemos que es un error. Y vamos a recoger firmas para que se, aunque sea en el preámbulo, se recoja algunas de esas entrañables expresiones.
Un saludo, ¡¡¡¡*#&%#@ !!!!!
Diosssssssssss (perdón, Zeusssssssss)... es absolutamente genial. Hay días que te sales!! (cuidao con caerse)
ResponderEliminarjaja, ya será mucho menos, sintagma. pero sagradece el cumplido/piropo/blasfematorio :)
ResponderEliminarYa se sabe que la existencia de los pobres mortales nunca fue camino de rosas, y menos en estos tiempos.
ResponderEliminarBuena mezcolanza de suplicios mitológicos!
huy, Antígona, pecisamente el post iba sobre tus compañeros los mitos. ¡vaya vaya... ponerse a hablar de mitología griega y viene Antígona atraída como los tritones por las nereidas!
ResponderEliminar:) pues muchas muchas acias :)
Pd.- tranqui, no echaré cera en los ojos para poder escuchar tus dulces posts... (además de que ya producen mis ojos legañosa cera en cantidad suficiente...)
¡Déjame poner punto y final, te lo suplicio!
.
(hala)
Mmmm... creo que me he perdido con la cuestión de la cera, el escuchar y los dulces posts (bueno, si esto último era un piropo, gracias)
ResponderEliminar¿Algo se me escapa de mi propio nombre y de la figura que representa que tiene que ver con la cera?
antígona: si en algo conozco a Imbelecio, creo que ha intentado hacer un rebuscado y malíiiiiiisimo chiste sobre los compañeros de Odiseo tapándose los oídos con cera para no escuchar a las sirenas... por eso dice en este caso que no echará cera en los ojos, para no escuchar tus dulces posts... no es un cumplido, es una gracieta mu tonta.
ResponderEliminara todas estas, te preguntarás ¿por qué tiene este tipo tan atractivo que explicar los malísimos e ininteligibles chascarrillos de otro?... Una vez me salvó la vida y para agradecérselo, me convertí en su esclavo... ¡¡pero esclavo honesto, oye!!
Manuel... a la gente no le interesan esas cosas.... grrrr, ¿has terminado de limpiarme los zapatos?
ResponderEliminarCon tu permiso, m.imbelacio delatorre:
ResponderEliminarGracias, manuel, por la aclaración, creo que yo sola no hubiera caído y no porque no conozca la historia de Odiseo sino por su lejanía con la tragedia de Antígona.
Ahora, no pongas en duda mis dotes de sirena para atraer a navegantes confiados, sea con posts dulces o amargos ;-)
Y en cuanto a lo de la esclavitud, vaya, vaya, de qué cosas se entera una.
Sé magnánimo, m. imbelecio delatorre, que la magnanimidad es la virtud de todo buen señor :-)
:)
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