miércoles, octubre 28, 2009

Puquín el pavo

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Los pavos reales del Campo de San Francisco no soportan a los patos; los desprecian. Ni siquiera se rebajan a dirigirles la mirada: ¡son tan ordinarios!. Y para ellos “pato” es cualquier ave que no luzca la ostentosa cola de su noble especie. Así pues, no es que los pavos reales sean los reyes absolutos de las aves, es que, ¿hay más aves dignas de llamarse así? No, no hay más; sólo despreciables patos.

Puquín tuvo un accidente hace mucho; tanto, que apenas se acuerda. Unos malnacidos niñatos le prendieron fuego para echarse unas risas. De su cola no quedó ni rastro. Fácilmente llegaréis a la conclusión de que con ese problema es poco menos que un proscrito entre los demás pavos. ¿Cómo suponéis que se refieren a él? Acertasteis, le llaman “Pato”.

Al igual que Sansón perdió su fuerza cuando Dalila le cortó el pelo, nuestro pavo perdió toda la fatuidad característica de la especie cuando años atrás fue víctima de aquella salvaje gamberrada adolescente. Ya no se cree el animal más perfecto de cuantos hay en la Tierra, ni ningunea a las aves de otras especies ni a los pajarillos del parque, ni siquiera emite esos feos y estridentes cantos con los que los demás machos importunan al paseante.

Le encontraréis callado, melancólico, solo, arrastrando una cojera que ya no se irá sino con la muerte, rumiando su desgracia, parándose en los parajes más hermosos del parque, buscando acaso en la belleza exterior un alivio a su perenne desazón interior.

Esto que cuento me lo refirió una de las ardillas del parque a cambio de dos nueces (que almacenó en un santiamén en su boca, hablándome luego cómicamente con la boca llena) cierta mañana en que regresaba yo de la compra. Dos cosas aborrecen las ardillas: los ferres (azores) y las mentiras. Las del parque sólo conocen de los ferres lo que les contaron sus abuelos, así que podéis tener por seguro que no soportan las mentiras.

Ocurrió que el triste Puquín se enamoró de una de las pavas del parque; amor éste que – os lo podéis imaginar- no sería jamás correspondido mientras hubiera colas de pavo real en el mundo. Es más, la hermosa dama ni siquiera se fijaba en Puquín, en sus suspiros, en sus padecimientos de enamorado, en los mil y un disparates que realizaba sólo para… no sé para qué, porque la pava no le regalaba a nuestro héroe no ya una sonrisa, sino ni tan siquiera una mirada de esas tan luminosas de las que era tan pródiga con los demás machos.

Vedle allí, en el monumento a Clarín. Contemplad la escena: uno de los machos está pelando la pava (casi literalmente) con la amada de Puquín. Y él, unas decenas de metros apartado, haciendo como que rebusca no sé qué alimento en el suelo, siente el corazón desgarrado. Mucho sufrió cuando le echaron alcohol y le prendieron fuego, ah, pero ese fuego vivo, esa desesperación que le abrasa por dentro y asoma en sus ojos en forma de ardientes lágrimas, ¡cómo quema también!
*** ***

Qué poco sabía del amor.

Quiso preguntar a las otras aves macho para tratar de desentrañar el misterio de sus sentimientos. Interrogó a la pega (urraca), quien le dijo que el amar sólo se trataba de echar unas risas, y que en cualquier parte había hembras dispuestas a reír, y que le parecían mil veces bobos los machos que se quedaban con una sola por siempre. “Sería tan estúpido como reírse toda la vida con el mismo chiste”, fueron sus palabras exactas.

El cisne le dijo que era majadería tratar de explicar el amor con palabras: “El amor hay que vivirlo intensamente, dejarse arrastrar por la atracción inexorable del fuego que quema, sustentador de los deliquios del placer. Gozar el instante y la pasión sublimes. Vivir, en definitiva. Todo lo demás son floreos de poetas, retóricas, humo, telarañas… nada. El amor no se define ni se habla de él, se vive.”.

Un rollizo pato que estaba ocupado mordisqueando las plantucas del fondo del estanque, dijo: “pfffzz, amor. ¿quién necesita amor habiendo algas en el mundo? Y ahora si me lo permite es menester que siga alimentándome, caballero”.

Y así fue preguntando a cada ave y pájaro del parque. Los juguetones gorriones soltaron algún gracioso chiste que le hizo sonreír; un glayu (arrendajo) cascarrabias que estaba de paso en la ciudad realizó, dando grandes voces y escandalizando a casi todo el Campo, una apologética del desamor y del pecado de Onán.

Pero de tantas y tan varias opiniones como escuchó Puquín ninguna le gustó tanto como la de la tórtola, pájaro experto en filosofía amorosa, aunque no se exprese demasiado bien: “primero, cuando ni siquiera sabes volar, sueñas que amas. Más tarde (y aquí está el misterio) tu amada viene de no sé dónde, y toma la forma de tus sueños, o tal vez tus sueños convergen con ella… no sé explicarlo… el caso es que funciona. Y dura para siempre. Sí, yo me construí a mi amada, como ahora estoy construyendo este nido para la prole que vendrá… Bueno, no sé, es una forma de verlo. Mi forma de verlo. También puedo equivocarme. Por ejemplo, pensaba que los pavos reales erais unos capullos vanidosos que ni nos dirigíais la palabra a las demás aves, y mira, aquí estamos tú y yo charlando fraternalmente desde hace un rato, ¿no es así, amigo? ¿Me pasas esa ramita de ahí?”

¡Cómo influyeron estas ideas en el ánimo de Puquín!. Muchas horas pasó dándoles vueltas en su cabeza para tratar de encontrarles sentido. ¿Soñar … para crear? Pero si (esto lo sabía él bien cierto) el sueño es una mentira con la que se engaña uno, y cuando uno deja de soñar no ocurre nada bueno, precipita en nuestra alma el producto de enfrentar sueño y realidad: un regusto de una dulce melancolía a veces, amarga tristeza otras.

Veamos cómo argumentaba nuestro baldado amigo sobre las palabras que le dijera la tórtola macho: “Soñar para crear. Pero para eso habrá que ser todo un poeta como Tortolino. ¿Qué le cuesta a un poeta coger a la aurora y ponerla en la frente de la amada, y coger con el pico un par de estrellas y ponerlas en sus ojos, con un trocito de oro formar el pico… y así hasta que se construye el ideal puro? Yo eso no sé hacerlo. Sólo sé que Heliodora me gusta más que mi vida… Al menos su figura, porque su forma de ser deja bastante que desear… ¡Ea, ya lo tengo! ¿Para qué voy a ir a la Luna y al Sol y al mar a buscar el material de lo que ya tengo construido? Sea su cuerpo mi ideal, y sea su mente la más dulce, la más buena, la más inteligente y discreta ave que vieran los cielos desde que amanece y anochece en el mundo.

Y ya está. Aquí tenemos el don Quijote de las aves. El maltrecho pavo real que tomó la imagen de la Aldonza de la que estaba enamorado, y la dotó en su cabeza de las prendas más excelsas, de los atributos más elevados, de la perfección más sublime.

Y pasó días así, enfebrecido en esta nueva locura, pensando en su inexistente amada para tratar de darle vida, como le había dicho Tortolino. Ni siquiera miraba ya a la Heliodora real… A poco que la examinara ahora, casi sin querer comenzaba a sacarle pequeñas imperfecciones... En cambio la otra Heliodora, la de su cabeza, tan parecida a aquella, pero, ¡qué hermosa siempre, qué ángel hecho de amor, qué diosa de la ternura!

Igual que un místico que alimenta el alma pero que olvida hacer lo mismo con el cuerpo, o que el enamorado don Quijote en Sierra Morena imitando la penitencia de Beltenebros, que no llevaba a la boca más que algún desabrido fruto seco o alguna miserable raíz; así, digo, iba nuestro pavo conforme soñaba quedándose cada vez más delgado. La llama en su cabeza consumía presurosamente la vela del cuerpo.

Tan raquítico se fue quedando por la fiebre del soñar que todas las aves del parque – todas salvo los pavos reales (para ellos no era más que un simple pato) – empezaron a preocuparse por su salud, y a preguntarle al respecto. Él siempre contestaba, con los ojos extraviados, como de loco:
-Pues muy bien, ¿cómo había de estar? Nunca he estado mejor. Ni cuando era un polluelo y vivía sólo para alimentarme y reír era más feliz que ahora. ¡Ah, las tórtolas! ¡ellas conocen el método, la filosofía, el busilis de la vida!
-¿Qué método? ¿De qué hablas? – decía Tortolino entristecido, quien se sentía culpable por haber metido ideas extrañas en la mente de su excéntrico amigo - mira que lo que vale para una tórtola no tiene por qué valer para un pavo… Te he traído unas cuantas migas de pan que está echando allí una vieja a las palomas. Son para ti todas, cómetelas por favor. Hazlo por tu amigo…
Pero Puquín estaba cada vez más delgado, más demacrado (tanto que apenas se tenía en pie), y su locura crecía y crecía…

*** ***
Una fría mañana de noviembre la noticia se expandió por el parque con la rapidez de la pólvora. No hubo un corrillo de aves que no comentara tan insólitos hechos. Un búho dijo que aquella noche había visto al marchito Puquín alejarse cogido de la mano (o sea, del ala) de una hermosísima pava real, y que ésta debía de ser prima o hermana de aquella Heliodora que estaba un poco más allá dándose impúdicos arrumacos con un macho tan fatuo como ella, ya que -dijo- mucho se parecían la una a la otra.
Puquín desapareció. Nunca más se tuvo noticia en el Campo de aquel pavo triste, maltrecho y sin cola.

miércoles, octubre 14, 2009

la macabra historia del gato empanao

Dijo Helga, la robusta panadera renana, a un minino algo atontado: "¿sabes la historia del gato empanao?"


Pd.- otras versiones del cuento dicen que Helga dijo: "¿Sabes la historia del gato, empanao?"

domingo, octubre 11, 2009

Sin Niebla (soneto)

¿Y si la niebla de melancolía
terminase por devorarlo todo
(canciones, sueños, libros y películas)
para nunca ya recordar el modo
de conjurar la pena con mentiras?

¿Y si del mundo desaparecieran
los rutilantes oasis de poesía,
y de imbéciles triste tiranía
funesta mis ojos ensombreciera?

Si así fuera, no quiero más vivir;
libaré el tósigo del griego íntegro,
que el vivir sin soñar es el morir.

Y cuando mi barca al viaje infinito
-cual la vuestra un día- haya de partir,
marche veloz, sin niebla, el rumbo fijo.

nota: imagen "Melancolía de Primavera". pinchar en la imagen para ir a la web de su autor.

viernes, octubre 09, 2009

El Ataque de los Robots de Nebulosa-5, de Chema García Ibarra

Este cortometraje español obtuvo una mención honorífica en el último Festival de Cine de Sundance. Su autor es el joven ilicitano Chema García Ibarra. Se nota que le gustan los cortos de J. Fesser, en los que aparece gente rara que nos hace sonreír, o que nos enternece y nos cuenta pequeñas grandes cosas. Ya tardan en darle dinero al chaval para que haga un largo (aunque el muchacho tenga el handicap de ser persona no-mujer). ¡No decepcionará!.

miércoles, octubre 07, 2009

degustando la vida



"Cuando reflexiono que no se le ve el fin a este cuadro halagüeño, que según todas las probabilidades tampoco tuvo principio; cuando pregunto a todos y me responde cada cual quejándose de su suerte; cuando contemplo que la vida es un amasijo de contradicciones, de llanto, de enfermedades, de errores, de culpas y de arrepentimientos, me admiro de varias cosas. Primera, del gran poder del Ser Supremo, que, haciendo marchar el mundo de un modo dado, ha podido hacer que todos tengan deseos diferentes y encontrados, que no suceda más que una sola cosa a la vez, y que todos queden descontentos. Segunda, de su gran sabiduría en hacer corta la vida. Y tercera, en fin, y de ésta me asombro más que de las otras todavía, de ese apego que todos tienen, sin embargo, a esta vida tan mala."
MARIANO JOSÉ DE LARRA (1809-1837), La Vida de Madrid (artículo)

martes, octubre 06, 2009

LA CIENCIA ESPAÑOLA NO NECESITA TIJERAS

-Porque queremos que el nuestro sea un país de mañana y no uno de anteayer.

-Porque CIENCIA + TECNOLOGÍA = PROGRESO.

-Porque el “que inventen ellos” atribuido a Unamuno está sacado de contexto (además de ser una tontería).

-Porque es el más importante valor añadido por el que tiene que apostar una economía de un país desarrollado. ( como sabéis, las consecuencias de la crisis mundial en la economía española son mucho más graves por algo…)

-Para que los españoles del mañana no se sientan avergonzados de sus compatriotas de hoy.

-Porque no podemos lamentarnos siempre de perder el tren tecnológico después de haber sido los más perezosos en ir a cogerlo.

-Porque si nuestros políticos no despiertan y no quieren ver la importancia de algo tan evidente, debemos darles un toque los ciudadanos.

Por estos y muchos otros motivos, NO AL RECORTE DEL PRESUPUESTO EN I+D.

nota: esta entrada responde a la iniciativa conjunta "la Ciencia en España no necesita tijeras". Para más información, pinchar en la imagen.
-cienciasintijeras.com
-artículo de la wikipedia del 12 de marzo del 2020

lunes, octubre 05, 2009

cero a la izquierda




"Cuentan de un sabio que un día
tan pobre y mísero estaba,
que sólo se sustentaba
de unas yerbas que comía.
¿Habrá otro -entre sí decía-
más pobre y triste que yo?
Y cuando el rostro volvió,
halló la respuesta, viendo
que iba otro sabio cogiendo
las hojas que él arrojó.
Quejoso de la fortuna
yo en este mundo vivía,
y cuando entre mí decía:
¿Habrá otra persona alguna
de suerte más importuna?,
piadoso me has respondido;
pues volviendo en mi sentido,
hallo que las penas mías,
para hacerlas tú alegrías
las hubieras recogido."

ROSAURA en La Vida Es Sueño (1635), de Pedro Calderón de la Barca (1600-1681)