sábado, junio 30, 2007

marido ideal.

-Maricarmen, échate ahí que voy a hacerte de todo.
-¡Uy! ¿De veras? Pues hala, empieza: hoy me tocaba fregar los baños, planchar, hacer la colada, hacer la comida...
-¡Jo!
-¡Desde luego, quien tiene un marido tiene un tesoro!... (la única pega que tiene el mío es que casi nunca se acuerda del sexo...)

viernes, junio 29, 2007

cosas que pasan

"-Vamos, mujer...
"-Que no, no, y no...
"-Primero mucho que no, pero luego te va a encantar...
"-¡Que no, José Joaquín, que eso a mí eso no me gusta!
"-¿Y cómo sabes que no te gusta si nunca lo hemos probado?
"-Me lo supongo...
"-Anda, cariñito...
"-Que no. ¡Es morboso!
"-¿Entonces no me dejas hacerte ni aunque sea un poquito?
"-Si digo que no, es que no.
"-¿Y si vamos de vacaciones donde tú quieras?
"-No.
"-¿Y si no me vuelvo a quejar de nada relacionado con tu madre nunca más?
"-No. Y déjalo ya, por favor, no pienso permitir que me estrangules, me descuartices y me entierres en el sótano."
****
-Más o menos, señor juez, fue esa la conversación que tuve con mi mujer aquella tarde de hace, no sé, tres o cuatro años. Claro: como ella no me daba en casa lo que yo ansiaba, tuve que salir a buscarlo fuera... por eso asesiné y descuarticé a todas aquellas jovencitas.
-¿Luego se declara usted culpable?
-Hombre, culpable, culpable... A mí me parece que la culpa de todo es la sociedad.
-¿De qué sociedad?
-De la sociedad en general.
-Ah, bueno, sí, esa siempre tiene la culpa de todo lo que hacéis los malnacidos.
-Por eso le digo. Al fin y al cabo, uno es más inocente que el corderito de mimosín... Pero bueno, a mí por lo que me duele es por mi mujer...
-¿Porque se haya enterado que asesinaba y descuartizaba usted a otras más jóvenes que ella?
-No, me porque al entrar en la sala me ha dao una patada en la espinilla que...; por eso me duele.
****
(sentencia) "si hubiera pena de muerte en nuestro país, no tendría ningún rubor en aplicársela; con todo, le aplico la pena máxima: dos meses de semi-internamiento en un chalet con verjas medianas y pocas cristaleras..."
-¿puede mi mujer venir a verme?
-sólo de Lunes a Domingo.
-¿puedo citarme con jovencitas para asesinarlas y descuartizarlas durante el tiempo que esté en prisión?
-Hay una habitación vis a vis sólo para eso. De ese y de otros derechos le informaré en cuanto nos desespose usted.

la personalidad...

"Lo que pasa es que yo soy una persona con mucha personalidad", dijo.

Completamente cierto: era tonto de remate.

miércoles, junio 27, 2007

seguro de buques con derecho a pernada

A Loli, la que más sabe de seguros a este lado del Pecos.
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Esta es la historia de una póliza de seguro de Responsabilidad Civil que tenía tantas cláusulas, era tan voluminosa, que se escondió en un barco, la muy polizona.

Nadie se acordó nunca de ella, hasta que un día al buque le salió un herpes en los bajos. Entonces sí que se pusieron a buscar todos -hasta el contramaestre- la póliza. ¡Cómo semos: sólo nos acordamos de Santa Lucía cuando truena!

Al final la encontraron escondida en la cómoda de un camarote abandonado...; pero como si no la hubieran encontrado porque la Responsabilidad Civil, que se sepa, no cubre enfermedades guarrindongas.

Las cosas de Enma

Las cosas de Enma es un blog que nos gusta mucho. Como las ideas no abundan ultimamente por estos lares, le hemos cogido un post que nos ha gustado especialmente. (Espero que no te moleste, aragonesa ;) )
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Al pasear por la acera suelo reparar en mi reflejo en los cristales de los coches. Me fijo en la fugaz imagen –ya digo que voy caminando, así que apenas dura un instante- que, vagamente definida, como translúcida fantasma, a su vez me mira melancólica.

“¿cómo sé que no estoy muerta – pienso cuando no tengo el día, que es la mayoría de las veces- y esa Enma que veo, ese espíritu tan triste que parece siempre a punto de llorar, no es la verdadera, la real?”

Aunque luego recapacito un poco: "supongo que mientras no me mire a mí misma desde las lunas de los coches y, anhelando incluso las tristezas de cuando estaba viva, si bien sombrío, vea un reflejo de carne y hueso, colorido y bien definido, estoy viva."

martes, junio 26, 2007

Cita en Samarra

En la primera película de Bogdanovich, un anciano Boris Karloff cuenta una vieja leyenda que en su momento me impresionó mucho (la prueba es que habiéndola escuchado hace 14 años, no la olvidé). Es una antigua fábula persa. Creo que el escritor Somerset Maugham la recogió en un cuento llamado Cita en Samarra. La reproduzco a continuación, aunque no como la contó el que fuera el Frankenstein más famoso del cine.

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- Por casualidad, un criado oyó en la plaza del mercado que la muerte lo estaba buscando. Volvió a casa corriendo y dijo a su amo que debía huir a la vecina población de Samarra para que la parca no lo encontrara.
Esa noche, después de la cena, llamaron a la puerta. Abrió el amo y encontró a la muerte, con su larga túnica y su capucha negras. La muerte preguntó por el criado.
-Está enfermo y en cama- Se apresuró a mentir el amo, está tan enfermo que nadie debe molestarlo.
-¡Qué raro! – comentó la muerte -. Porque hoy a medianoche tengo una cita con él en Samarra.

domingo, junio 24, 2007

A ti, que no existes.

Quisiera soñarte..., soñarte con tanta intensidad como para que te volvieras real..., o como para que yo tornase a ser sueño, lo mismo daría. De la mano te traería de la nada y a la nada viajaríamos juntos.

Y tú, real al fin durante un fugaz instante, me mirarías a los ojos, me sonreirías, y me llevarías contigo...

¿Y qué importaría entonces que me hubiese vuelto loco? ¡fuiste real y miré en tus ojos...!

Un segundo de amor y la vida cobraría sentido.

sábado, junio 23, 2007

Insurrección.

Desde hacía algún tiempo al novelista se le rebelaban los personajes: no hacían lo que él quería… Por ejemplo, don Brido, que siempre había sido tan dócil como un perrito, ahora se desenamoraba de la Juanita Misiego para dedicarse a estudiar ¡el magnetismo animal!. la Misiego dejaba de ser casta y pura, como el autor se había propuesto en un principio, y empezaba a tener más líos que Ninon de Lenclos. Por no hablar de don Fausto, el sacerdote, que empezaba a perder su hasta entonces sincera fe; o de don Ataúlfo Camposanto, el empresario de pompas fúnebres, que dejaba de ser el mezquino usurero que era al principio de la novela y comenzaba a cultivar la filantropía.

Aunque qué mejor prueba de esa insurrección que a la postre daría al traste con la novela que el cambio de actitud del en principio anecdótico personaje Rodrigo Quijada, el periodista de la villa (trasunto del autor), que había ido adquiriendo un protagonismo inusitado, llegando a aparecer en casi todas las páginas; para colmo dejaba de interesarse por buscar la verdad y se había vuelto desde hacía algunas semanas marcadamente melancólico, pesimista…:

-Mañana mismo subiré al campanario de la iglesia y me arrojaré al vacío – solía decirse últimamente.

“¡Maldita sea! ¡Si supiera la causa de este descontrol! ¡Mis propios personajes no me obedecen!”, se lamentaba el autor.

¡Pobre escritor… ! Estaba perdiendo la capacidad de novelar y comenzaba a vivir de verdad.

domingo, junio 17, 2007

Tengo el secreto del amuleto...

Os dejo con un vídeo pletórico de humor. El cortometraje más premiado del cine español (bueno, no sé si Binta lo ha superado), Aquel Ritmillo. Atención al todo el videoclip del Down By The River Side de Satchmo.




"El maleante trataba de liarme, pero reaccioné con rapidez, y me vi en la desagradable obligación de advertirle:

-...Con cebollita, ¿eh?"

:) ¡qué ritmo tienes, Temeroso!

Guillotinas

Modelo A. - Guillotina para asesinos.

Modeo B.- Guillotina para violadores y maltratadores.



Fuente: cortesía del Musée de la Guillotine, Medina del Campo, Valladolid.

viernes, junio 15, 2007

juicio en la conciencia

-De la acusación de tendencia a sentirse siempre culpable por todo lo que ocurre a su alrededor, ¿cómo se declara el acusado?
-¡culpable, culpable!

:(

inercia azul (el último ser consciente)

...inercia azul...

...dolor...

...inercia...

...fatalidad...

...inercia azul...

...El universo implosionará sobre sí mismo; el tiempo irá hacia atrás. Cuando esto ocurra, nadie será consciente de ello: la inteligencia humana está basada en la causa-efecto; no hay pensamientos efectivos hacia atrás...

...desvanecimiento azul...

...¡Yo sí soy consciente de ello!...

...inercia...

...inercia azul...

...estoy loco....,¡ puede...! estaba loco..., ¡ puede...! cuando el tiempo seguía su curso normal...

... desvanecimiento azul...

... ¡ahora, en estos extraños destellos de inteligencia azul, separados por muchos meses, soy el único consciente de lo que ocurre!

...inercia azul...

...¡el único!...

...desvanecimiento...

...dolor azul...

Recordando a Ángel Álvarez

Os presento al gran Ángel Álvarez, ínclito ovetense, leyenda de la radio española.




¡Una calle para Ángel en Oviedo ya!
*****
-Ángel Álvarez en la wikipedia.

trabaplumas

Si el escritor escribe que escribe es que no tiene nada que escribir.

jueves, junio 14, 2007

el concupiscente sueño de Mariana Posaderas.

Desengañaos. Ésta no es una historia cualquiera.

Me da leche merengada, ¡ay qué historia tan salada!

tolón, tolón.

tolón, tolón.
*****

Hala, ya podéis engañaros otra vez...

miércoles, junio 13, 2007

Tablas.

-¿Cómo sé si estoy vivo o muerto?
-Es fácil: los muertos nunca se preguntan si están vivos o muertos.
-En ese caso, ¿cómo sé si estoy cuerdo o loco?
-Los cuerdos no suelen tener diálogos con seres que no existen.
-¿Entonces no existes? ¿Eres producto de mi imaginación? ¿Me estás diciendo eso?
-No. Te estoy diciendo que eres tú quien no existe.
-Te equivocas. Yo sí que existo. Eres tú el que no existe.
-No… , no eres real. Y yo soy el tipo con problemas emocionales. Pero al menos no son tan graves como para no darme cuenta de que no eres real.
- Me estás asustando... Sí soy real. Estoy completamente seguro. Eres tú quien no lo es.
-Yo soy real. Y tú eres una especie de parásito de mi cerebro...
-Demuéstralo.
-Tengo bombones. ¿Te apetece uno?
-No, gracias.
-Lo sabía…
-¿Qué…?
-No te lo comes porque no puedes: al fin y al cabo, no eres real.
-No me lo como porque no me apetece… Además tus bombones no existen. Si quisiera coger uno, no podría.
-¡Tratado de paz…! Dejemos para otro momento nuestras estériles discusiones sobre quién de los dos es real y sobre los bombones baciyelmo. Además tenemos que convenir que cada cual es real en su mundo; y para él, el otro es imaginario. Da igual quien tenga razón.
-Sí, tienes razón. Haya paz… por ahora. Además ya se acaba la pausa y se reanuda la película otra vez.
-¿Tú crees que la Scarlett Johansson es real?

dios efímero.

-Hágame yo.... Muérame ahora.

martes, junio 12, 2007

Las Hojas Secas - Gustavo Adolfo Bécquer.

"Lentamente caen las hojas secas al pasar(...)" Gabinete Caligari.
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Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros cantando;
y se quedará mi huerto con su verde árbol,
y con su pozo blanco.

Todas las tardes el cielo será azul y plácido;
y tocarán, como esta tarde están tocando,
las campanas del campanario.

Se morirán aquellos que me amaron;
y el pueblo se hará nuevo cada año;
y en el rincon de aquel mi huerto florido y encalado,
mi espiritu errará, nostalgico.

Y yo me iré; y estaré solo, sin hogar, sin árbol
verde, sin pozo blanco,
sin cielo azul y plácido...
Y se quedarán los pájaros cantando.

JUAN RAMÓN JIMÉNEZ(1881-1956),
EL VIAJE DEFINITIVO.


Hoy publicamos el audio de un cuento de un autor que nos gusta mucho. Por la belleza y el amor con que Bécquer siempre describe la naturaleza, diríamos que es también, como la entrada anterior, un poema en prosa. Os dejo con Las Hojas Secas.

Bécquer_-_las_hojas_secas - descarga de audio.mp3





canción recomendada que habla sobre el mismo tema: Las Hojas Que Están Verdes, de Paul Simon.

lunes, junio 11, 2007

Edgar Poe: Silencio (Audio)

Publico el Audiolibro del poema en prosa de Edgar Allan Poe (1809-1849), escrito en 1837, Silencio. la traducción es de Julio Cortázar. Le pone voz un indigente.






nota: para descargarlo, pulsad en donde pone DIVSHARE, luego iréis a otra pantallita y pulsad en "download this file".

sábado, junio 09, 2007

el reloj de la sala.

¡Cómo le gustaba aquel reloj! Lo compró al poco de casarnos. Le habló de él un tío suyo que ya murió hace mucho, que lo había visto en un escaparate. ¿Puedes creer que al día siguiente fue a Gijón sólo para comprarlo? Y pagó por él… no me acuerdo cuánto, pero mucho. Y eso que el dinero no sobraba en casa. Era un capricho que él tenía desde crío, los relojes de cuco; porque había uno en el bar del pueblo. Decía mi suegra que siendo muy pequeño tenían que reñirlo en casa; si no, se pasaba mucho rato en aquella tabernuca... Sin molestar. Eso no. Sólo mirando el reloj.

Y luego, desde que lo trajo y lo colgó en la pared de la sala, tenía él siempre aquella cosa con ese reloj. Y siempre lo miraba. Y si por ejemplo estaba hablando de algo y sonaban las campanadas, callaba él, y con él callaban los nenos, y callaba yo, y callábamos todos en casa para oír el cu-cú, cu-cú. Sí, él siempre con el reloj. El nuestro reloj, decía siempre.

Y ahora cuando se puso tan malín… Yo no sé, yo no sé si era porque desvariaba algo a veces con tanto dolor, o si lo pensaba él de verdad; pero el caso es que díjome un día:

-Zucena, el reloj de la sala, el nuestro… que me da mucha pena pensar en él. Y pienso en ti, y pienso en los nenos, y pienso en todo, y me da pena, pero si pienso en el reloj también, entonces me da mucha más. ¡Que se me rompe el corazón, mujer, que no sé lo que siento aquí dentro si me da por pensar que el cuco del reloj cuando yo me muera va a seguir cantando!.

Y yo no supe qué decirle entonces.

Pero cuando poco después, una semana o así, al poco de despertar, le llegó la hora, y se fue quedando y quedando… Yo, ¿podrás creerme, mujer? Nada más que se me murió, antes de que viniera nadie a casa, me acordé del reloj… ¡ay!Llena de congoja y sin saber muy bien lo que hacía, fui a la sala, me subí en una silla, lo descolgué, abrí las portezuela de la parte de atrás, y le removí bien las tripas para que no anduviera más, para que el cucliellín no cantase más veces. A los pocos días lo llevé para el hórreo y lo escondí entre los trastos.

Hice lo que él quería. No desvariaba cuando lo dijo, no. ¿Sabes por qué sé de fijo que no desvariaba? Porque sólo Dios sabe lo que echo de menos al mi Fermín… ¡Pero, ay, cómo echo también en falta el nuestro reloj!

¡Yo también quiero "de opinar"!

Quería, arriesgándome a aburriros, decir unas cosas de este tema de la fracasada tregua, que tantos Nilos de tinta hace correr por los periódicos estos días.

Señalar en primer lugar que, acaso porque soy el tipo más pesimista desde que Schopenhauer (ya de viejo) se echó novia, vi desde el comienzo con pocas esperanzas el tema de la “tregua”. Nada nuevo en ello: fui igualmente escéptico en la de la época del Aznar, cuando los más viles asesinos organizados formaban en realidad parte del respetable Movimiento de Liberación Nacional Vasco.

Y es que el menda, como muchos otros españoles, no se fía de la bruja Avería.

Decir también que, aunque viese con mucho escepticismo el “proceso de paz”, que mucha gente abrazó con una candidez digamos envidiable (en algunos blogs leía opiniones sobre la famosa huelga de hambre de uno de los terroristas más sanguinarios en las que venían a considerar a tan odioso personaje como una especie de “Gandhi español”… con el insulto que eso conllevaba para el verdadero Gandhi), eso no implica que uno estuviera de acuerdo con la reaccionaria, hipócrita y rocambolesca oposición del pepé: “¡Les van a ceder Navarra y el arroz con leche a los terroristas! ¡ETA tiene cogido por donde más le duele al gobierno! ¡votar al PSOE es votar a los terroristas!¡les pusieron las bombas en Madrid y ahora tienen que devolverles el favor!¡El mundo se acaba!”, y demás disparates que si no caben ni en la mente del más fanático seguidor de Expediente X, mucho menos debiera decirlos un partido supuestamente serio.

Vamos, que ni me gustaba el “proceso” en sí, ni tampoco lo que hizo el principal partido de la oposición: guerra total al gobierno, aun soltando los mayores disparates que decirse puedan. Supongo que en el partido de Rajoy pensarán de este modo: “total: los españoles son tontos… da igual que digamos que las vacas vuelan y nos tapan el sol por culpa de ZP; la peña traga con lo que sea… Así que venga el pasodoble, que hay una afición a la que contentar.”

Zapatero cometió dos errores, uno de ellos muy grave: continuar con el “proceso” una vez que los etarras habían asesinado a dos personas. El otro error engloba hechos puntuales como la liberación de De Juana; no por la liberación en sí (al final los crímenes en España salen tan baratos, que todas estas alimañas, gobiernen unos u otros, acaban demasiado pronto en la calle, por muchas vidas que hubieran roto para siempre), sino por justificar tal atenuación en la privación de libertad del etarra por “motivos humanitarios”, suponiendo que la idea de justicia del ciudadano medio es “vengativa, reaccionaria”, y la de los miembros de las altas esferas y medios afines, en cambio, es la verdaderamente ecuánime. Mejor nos hubieran dicho: “ponemos en la calle a este individuo y hacemos otras cosas de las que abominas, ciudadano, porque si sale bien la cosa, lo agradeceremos todos. Por favor, sé paciente; aguanta, cruza los dedos, y espera.”.

Ahora vuelven a entrullar al “Gandhi” y, ¡admiraos!, nos dicen que se aplica exactamente la misma ley por la que atenuaban su pena de prisión… ¡Ah, las circunstancias! Al parecer las leyes no son tan sagradas y hay que aplicarlas en virtud de las pícaras circunstancias… Por inventar un ejemplo, si uno de esos hijos de puta que maltratan a sus mujeres durante toda su vida y luego las acaban asesinando es juzgado hoy, irá X años a la cárcel. Si alguien comete exactamente el mismo crimen es juzgado dentro de unos años, irá X-Z años (siendo 0< Z<=X), y todo porque en ese hipotético futuro habría un diálogo con los machistas, se intentaría dar de ese modo la idea a los machistas violentos de que tienen que abandonar la violencia, etcétera.

Vengo a decir con esta irritante columna que el ciudadano medio ni es tan rematadamente tonto como le suponen los peperos, ni tan cándido como le creen los otros.

Pd.(otras consideraciones) - ¿Había que intentar buscar la paz? ¿Se equivocó Zapatero en eso? Pues, a posteriori, a la vista está que se equivocó, aunque probablemente no hizo mal en intentarlo (aunque el anterior engaño, el del 98, estaba muy fresco en la memoria de todos ); pero señalándoles a los etarras, eso sí, y bien claritas, las líneas rojas por las que no pueden pasar, para que no se nos suban en la chepa. Y cumpliendo a rajatabla el “en ausencia de violencia”, de la famosa declaración del parlamento; es decir, una vez que asesinaron a Palate y a Estacio, no tenía que haber habido más “proceso” que los necesarios procesos penales para meter en la cárcel a asesinos y delincuentes.

Ojalá el pepé se baje del carro de la paranoia, ponga los pies en el suelo de la realidad, y se avenga a apoyar a Zapatero ahora que parece que sí combatirá a ETA sin ambages. Si el nivel de asquerosidad de Rajoy llegaba con las conspiraciones y las cesiones de arroz con leche a límites insospechados, puede incluso llegar a batir su propio récord si no apoya a un gobierno que parece que, ahora sí, luchará con firmeza contra el terrorismo.

El tío del tío del tío Gilito.

EL TÍO DEL TÍO DEL TÍO GILITO. DESCARGA DE AUDIO. MP3 (una vez en divshare, pinchad en DOWNLOAD ORIGINAL)

Mi padre era tan tacaño que una vez cada mes de mala gana metía la mano en el bolsillo y me daba un átomo -sí, sólo uno- de níquel. Y, aunque en aquella época un átomo de Ni 58 daba para más que ahora, no creáis que daba para mucho. Era casi tanto como nada. Recuerdo que solía decirme con un tonillo de reconvención:

- Ten, toma, aquí tienes… ¡Y no te lo gastes en cromo!.

Y es que me encantaba coleccionar átomos de cromo: ¡qué feliz fui cuando, recién cumplidos los diez años, completé al fin mi pequeño –mucho más que microscópico- álbum de 19 isótopos de cromo!

Pero hablaba de la tacañería de mi padre, y de cómo nos escatimaba hasta el hidrógeno.

-Pero Andrés – le decía mi madre –, si hay hidrógeno de sobra, ¡es el elemento más abundante del universo!.

A lo que le respondía mi padre:

-A mí no me importa lo que pasa en las otras casas ni en los demás planetas, galaxias, organismos, moléculas, y demás agregaciones de la materia: en mi casa me enseñaron a no desperdiciar nada. ¡He dicho que sólo habrá hoy un cuarto de mol de hidrógeno para cada uno, y no habrá ni un miligramo más!

Y no había forma de hacerle entrar en razón. Además, como suele ocurrir con este tipo de manías, fue, para colmo, acentuándose con la edad. Paréceme verlo ahora con su mantita raída y vieja, un día de diciembre (tenía, creo, 65 años entonces) en que prefería desintegrarse antes que gastar algo de carbono:

-Padre, se le están desintegrando los pies. Es pleno invierno. Fíjese que el carbono es imprescindible para la vida.
-¿Imprescindible para la vida? ¡Vaya con la que me sale éste! ¿Y eso quién lo ha dicho? Mi abuelo no usó carbono hasta bien cumplidos los cuarenta, y siempre le fue bien. Antiguamente se usaba silicio. Era más inestable y permitía menos enlaces… ¡pero el carbono era de señoritos!

Naturalmente, yo dudaba mucho de que el abuelo fuese una forma de vida basada en el silicio, pero con mi padre no se podía discutir.

Y su manía, digo, fue intensificándose con la edad. Unas semanas antes de dejarnos, le oí decir:

-El Sol… ¡vaya gasto más tonto! ¡Basta una hora al día; el resto debiera apagarse! ¡si de mi dependiera se iba a enterar este país de manirrotos!

Comprenderéis por qué yo ahora, después de haber visto cómo mi padre se consumía en su química mezquindad, no quiero tener más átomos que los que llevo conmigo; acaparo los menos posibles; empleo todos los que hagan falta en mis funciones biológicas (o cualquier otra cosa para lo que me fueren menester). Si una cosa tengo clara, amigos lectores, es que si el ahorro puede ser virtud, llevado al extremo es un vicio como tantos otros; y que cuando te mueres no te llevas nada contigo –ni un electrón, ni tan siquiera un quark...- de esta perra vida.

miércoles, junio 06, 2007

el mamoncillo.

A Manuel Machuca, Sec. Gral. del P.O.
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Cuando iba por la calle, soñaba con cada pecho de entre 18 y 45 años que pasaba cerca. Soñaba, por tanto, a pares. ¡cómo deseaba volver a sentirse como cuando era rorro, no hacer otra cosa en todo el día que mamar y mamar!.

- Si un día me cae un pecho del cielo, no lo suelto ni para ir al bingo - solía decirse, dejándose llevar por un ensueño imposible.

Pero nada, en su vida no había más pechos que los repechos que tenía que subir para llegar a su casa, en las afueras de la ciudad (pero esos, claro está, no eran mamables). Ello es que nuestro protagonista era feo. De sobra se sabe que para los feos no hay goces más intensos que los que produce el comerse un helado de triple chocolate...

Su obsesión por las glándulas mamarias humanas fue volviéndose cada vez más intensa. Compraba peras, ciruelas, melocotones... no porque le entusiasmara la fruta, sólo para darse el gusto de chupetearlos. ¡mirad si estaba desesperado que hasta limones mamaba!

Pero la sociedad que albergaba al individuo del que os hablo no es, afortunadamente, la de ahora. Es la España del futuro. Las autoridades tuvieron conocimiento (por medios que no explicaremos aquí) de que la obsesión de aquel hombre feo iba volviéndose cada vez más peligrosa, y de que podía llegar a hacer daño a alguien, quizá mediante la comisión de algún tipo de delito sexual; o también podía suceder que se hiciese daño a sí mismo, por ejemplo atragantándose con un hueso de ciruela o de melocotón . Así que se decidió intervenir.

El 17 de junio del 2037, Manuel Macías Reglero recibió en su domicilio un paquete remitido desde el Ministerio de Salud Pública. Eran dos chupetes tamaño adulto.

Consta que a finales del mismo mes solicitó otros dos porque aquellos se habían gastado.

martes, junio 05, 2007

Cuento inseguro.

El otro día contábamos un cuento exacto... hoy toca uno inseguro. =) una sonrisa desde Asturias.
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Érase una vez una princesa (… ops, no recuerdo ahora mismo si era princesa o era sólo doncella de la princesa), que vivía en un castillo (… vaya, no me acuerdo si era castillo o simplemente una torre); estaba prometida con un príncipe (… no sé con seguridad si era príncipe o un mero noble). El día antes de la boda (¿o puede que fuese dos días antes?), la secuestró un malvado dragón (¿o era un lagartijo gordo?; tengo que confirmarlo). El príncipe (o noble), que no era corto pero sí muy perezoso, dijo que él sin novia no se casaba (ahora que lo digo… no sé si se iban a casar o sólo a arrejuntarse)

-¡Antes que arrejuntarme sin novia prefiero arrejuntarme solo!

El dragón (o lagartijo gordo) pidió rescate durante un tiempo. Más tarde puso con la princesa (o dama) una zapatería (o quizá fuese nada más que una tienda de reparación de calzado ). Las abejas en EEUU siguieron muriendo misteriosamente. El autor (o autor con chepa) de esta tontería se estuvo durante un rato repasando la espalda con el cilicio por haberla inventado.

Ah, se me olvidaba: y fueron felices (bueno, más bien llevaron una vida más o menos anodina) y comieron perdices (salchichas de pollo creo que fueron en realidad)

domingo, junio 03, 2007

Concierto para Flauta y Arpa K. 299 - Mozart



Sobran las parablas.

(nota, si os gusta y queréis bajarlo, pinchad en Download. "Pesa" 20 megas)

En casa del carpintero, cuchara de madera de acero inoxidable

Él escribe tiras cómicas en un periódico local; ella es la guionista de unos hilarantes dibujos animados. Se conocieron en el II Simposio de Chistes Locales que organizó recientemente el Ayuntamiento de Lepe, Huelva. Tomaron un café en una mercería.

-Me encanta tu humor blanco. Te sigo cada día. –dijo ella, casi declarando lo que sentía desde hacía unas décimas de segundo.
-Me encanta tu humor, Blanca. ¡Mercera, hay un botón en mi café! – dijo él, loco de alegría.

Aquella misma tarde hicieron el humor.

-Qué rarito eres… - dijo ella tras terminar, mientras se fumaba un puro y se pintaba un bigote a lo Groucho.
-¡La reina del humor no tiene cosquillas! – dijo él algo decepcionado, con una nariz roja por la pasión y unos zapatones gigantes aún… también por la pasión.
-Basta, no riñamos más. La próxima vez saldrá mejor – dijo ella.
-¡Oh, no habrá… no habrá próxima vez…! –exclamó él, con lágrimas de Micolor brotando de los ojales de su camisa.- ¡Tengo que confesarte algo espantoso!

Ella quedó muda… (y es que ahora estaba poniéndose la peluca de Harpo; después de hacer el amor, Blanca pasaba por fases marxianas)… pero tocó dos veces la bocina para indicar a su amante que prosiguiera.

-¡Algo patético! –proseguía él.
-*Moc, moc*
-¡algo realmente amargo!
-¡questo, acaba prresto! –decía ella chapurreando un nefasto acento italiano, a lo Chicco.
-¡No me sale el final! ¡Nunca llego al final de los chistes!¡Hago gracia durante algún tiempo… pero no remato nunca!

A lo que dijo ella muy sosa, remedando al siempre anodino Zeppo:

-Entonces somos tal para cual.
******
Nota/pensamiento del autor: ¡cachis, tengo la impresión de que no he sabido rematar el final de este chiste!... Además, prometí a mis nonatos nietos incluir la palabra "eleboro" en el relato... :( En fin, otra vez saldrá mejor :/ ... estaba nerviosete, comprendedlo... Ya remataré como Dios manda...

sábado, junio 02, 2007

3 poemas de Ricardo Gómez Cifuentes.

No quieren que digamos su nombre. Tiene cuarenta años. Su ama de cría nos pide que publiquemos algunos de sus poemas, que encontraron en un diario en cuyos márgenes estaban escritas las más atroces blasfemias. Creemos que su estilo viene a dar una nueva vuelta de tuerca a la poesía hecha sin esfuerzo y sin contenido. La sublimidad al alcance de la mano, oyes. Su propia voz nos lo lee en el audio.

3 poemas leídos por Ricardo_Gómez_Cifuentes - descarga de Audio.mp3


"El Hueso de lo inmarcesible"

Paseando
Por el mirador del horizonte sempiterno,
Resbalo;
Tenazmente
Agárrome a la barandilla.
Mas caigo
Igualmente;
Tras el golpe en la rabadilla,
Río y lloro mientras contemplo el cielo cerúleo.
*******

"éxtasis deletéreo (t ncsito)"

Llega el SMS
apasionado
que sorpresivamente destruye la cotidiana calma.

Subo veloz la marmórea escalera de madera hacia el placer intrínsecamente placiente en sí propiamente dicho.]
Ábresme la puerta al piélago de la dicha.

No hay periglo hasta las seis y media, o antes.


*****
"Atrendo oligarcio melno".

Atrendo oligarcio melno
vívise plastiando fustes,
que en prulzo ribato azustes
símplito fortensio celno.