miércoles, enero 31, 2007

Sor Bete y el escalofrío (cuento de terror)

Algunos días por el verano, en un quiosquín en el paseo de los Álamos del parque San Francisco de Oviedo, puede verse a una monja de la Congregación de las Devotas de Piel del Cordero, vendiendo galletas, helados y otras chucherías.

Se llama la hermana Beatriz, aunque, debido a que vende helados, a alguien se le ocurrió la broma y todos la llaman cariñosamente sor Bete.

La reconoceréis fácilmente porque tiene unos cincuenta y cinco y, a diferencia de las otras hermanas, sor Bete no luce mostacho.

Muchas veces al volver del trabajo le compro un helado, que siempre me vende con una sonrisa.

Una tarde de finales de Julio se le habían acabado los helados de bola y opté por comprar uno de los de la marca.

Cuando me hube despedido de la monjita y, desenvolviendo mi helado de fresa, me disponía a cruzar el paso de cebra de Conde de Toreno, una mano me tiró del hombro, dándome la vuelta.

-¿Qué hace, insensato?

Profirió un hombre pequeño y moreno,a quien de inmediato reconocí como el vendedor de la marquesina de helados vecina a la de la de sor Bete. Estaba completamente aterrorizado.

-¿Perdone? -dije, algo enfadado por aquella intromisión.

El hombrecillo, sin reparar en mi enfado, continuó con su alterada voz:

-¡Va a comerse el helado!

-Pues claro, para eso lo he comprado...

Entonces díjome, con una voz que reflejaba un terrible arcano y que me heló la sangre, llegándome el frío hasta el tuétano:

-¡Por el amor de Dios, por lo que más quiera, señorito, no coma los frigodedos de la monja!, ¡hágame caso: no coma los frigodedos de la monja!

Miré a sor Bete. Sonreía misteriosamente tras vender un helado a otro cliente. El escalofrío se hizo más intenso. Con repulsión, arrojé el frigodedo a la papelera.

Desde entonces, en vez de a la monjita, compro los helados a mi nuevo amigo el hombrecillo supersticioso.

Ni que decir tengo que jamás he vuelto a probar un frigodedo.


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imagen: la epicúrea sor Bete a punto de zamparse una barrita de helado de leche merengada.

martes, enero 30, 2007

Ni "rojo" ni "fascista" sino todo lo contrario.

De un tiempo a esta parte da la impresión de que el clima político español se enrarece. Quizá sea por el “todo vale” con tal de llegar al poder, el “fin justifica los medios” que parece aplicar el principal partido de la oposición y sus medios afines. O tal vez sea culpa también de la improvisación y la aparente falta de criterio en algunos asuntos clave por parte del partido en el gobierno. También puede ser una percepción errónea nuestra: quizás siempre ha habido esa “crispación” en la política de nuestro país (España no es Finlandia o Dinamarca ni lo será nunca, desgraciadamente), e incluso era más intensa en el pasado (por ejemplo en los ochenta, cuando el terrorismo estaba presente día sí y día también, el golpismo era un hecho, y la ultraderecha era más poderosa).

Pero… no sé… Desde que ciertos medios y partidos dan a imposibles conspiraciones el rango de verdad científica (viene a ser algo así como si de repente la mitad de la población volviese a creer en brujas y duendes… aunque, viendo el éxito de programas como Milenio Nosecuantos, esto tampoco sería tan raro), o desde que los medios y las columnas de opinión de los del otro bando se nos presentan a impenitentes asesinos múltiples como “hombres de paz”, parece que la política española sufre una lipotimia por falta de aire.

Y, lo peor, el más palpable síntoma de ese ahogamiento es que los ciudadanos absorben como esponjas los falaces argumentos de politicastros y tertulianos de tres al cuarto, y los hacen propios sin filtrarlos por el más elemental sentido común, haciéndose seguidores de “su” partido como si más que juiciosos ciudadanos que en democracia tienen la obligación de ser críticos y evaluar a sus gobernantes (y a los que aspiran a serlo), tuviesen el pobre criterio de hinchas de fútbol, de forofos que todo lo ven en términos de “mi equipo es el bueno y todos los demás son malos… hasta el árbitro (el poder judicial) es el demonio si no nos da la razón.”

Fruto de ese maniqueísmo de buenos y malos, de blanco o negro, cada vez se usan más a la ligera palabras como “fascista”, “franquista”, “nazi”, “terrorista”, “rojo”... Si te sales un punto de los parámetros que supuestamente definen “cómo tiene que ser alguien con una determinada ideología”, (las normas que definen al “buen izquierdista”, o al “buen derechista”) que establecen ciertos editorialistas o ciertas personas detrás de un micrófono de radio al servicio de un partido político, ya te pueden encasillar e insultar libremente los que tienen una ideología parecida a la tuya. Si, por poner un par de ejemplos, te consideras de izquierdas y no te gusta comulgar con los nacionalismos (ni central ni periféricos), porque te parece una doctrina injusta y carca, precisamente por eso, por no tragar con esa falacia de progresismo=nacionalismo, seguro que más de uno te ya llamará “fascista”. O, en el otro lado, si eres de derechas, pero te parece tan evidente que los extraterrestres no nos visitan ni, por tanto, nos meten sondas mientras dormimos ni hacen imposibles conspiraciones judeo-masónicas, y piensas lo que piensa la prensa de todo el mundo, que fueron los moros los que pusieron las bombas del 11m, pues para muchos ya eres un “rojo, un terrorista del PSOE”.

Con el uso indiscriminado de los términos “fascista”, “terrorista”, se produce una peligrosa trivialización, la generalización del uso de palabras muy duras para designar realidades mucho más suaves (disfemismo creo que es la palabra). No soporto a esa gente que dice “ETA=PSOE” o, esa consigna, tan usada en Internet por unos cuantos descerebrados (que deben de imaginar que es un alarde de ingenio sin precedentes desde que no hay poetas conceptistas): “zETAp”. Pero tampoco trago a esa otra gente que afirma “el pepé es un partido fascista”, “en España hay diez millones de fascistas”.Porque, si los que votamos al PSOE somos “terroristas”, ¿qué son los de ETA y Al Qaeda? O, del otro lado, si los votantes del PP son fascistas, ¿Franco y Mussolini, qué eran? ¿qué es Ynestrillas?

Para salir de esta perjudicial inercia a que nos llevan ciertos políticos y algunos medios de comunicación, cada ciudadano debe plantearse y tener claro dos principios: primero, que uno antes que de izquierdas o de derechas, debe ser demócrata. Y el segundo, que se deriva de ése: aplicar las mismas normas éticas a todos los partidos, desde el que te parece más antipático hasta el que es el “tuyo”. Tan sencillo como eso, aunque exige el esfuerzo que supone la empatía. En efecto, con una especie de imperativo categórico kantiano con el que cada ciudadano sin renunciar a su ideología pero lejos también de dejarse arrastrar por siglas y colores, filtre de forma crítica los actos y las palabras de los políticos y obre en consecuencia; asistiríamos a la política como lo que es: un acto en el que cada ciudadano tiene una responsabilidad en los designios del todo, no un partido de fútbol en el que el espectador no participa para nada y al que sólo se acude para, como bobos, gritar e insultar más que el hincha del equipo contrario.

Pd.- otra sugerencia: también creemos que mejoraría la vida democrática española el hecho de que los dos grandes partidos hiciesen algo que quizá les quitaría miles de votantes (aunque los perderían de un lado, pero tal vez los ganasen de otro), pero haría la democracia más sana. De un lado, que el PP condenase con contundencia y sin paliativos, las veces que hubiera falta, el régimen dictatorial franquista (es esa una anomalía bastante grave… imaginaos, por ejemplo, que el partido conservador de la Merkel no condenase al nazismo en Alemania). Del otro, que el PSOE no dejase que la derecha secuestre los símbolos que debieran ser de TODOS los demócratas (de hecho en los demás países lo son): la Constitución, la bandera, etcétera.

Un saludo.

lunes, enero 29, 2007

CInvergüENCIA. - II. La Camisa de Bleddell

Isaías Bleddell fue un triste verdulero en la pequeña ciudad de Bünde, en la Renania septentrional, en la segunda mitad del siglo XIX. Su hermano David era onomatopeyista en la universidad de Innsbruck (en el Tirol austriaco). A David Bleddell se deben por ejemplo la introducción en la lengua de Goethe de las voces del gallo (kickeriki), del palomo (guru, guru), la vaca (mmuuh) y, la más complicada, que le llevó los diez últimos años de su vida (y hubo de terminar un alumno suyo), la oveja (bähh, bähh).

Un día, el humilde Isaías tiene lo que a la larga sería una trascendental conversación con su hermano (que era también renano, aunque más alto que él):

-Oye, David… tú que tanto sabes y te pasas la vida entre libros… ¿cómo se llamaba aquel griego?
-¿qué griego?
-ya sabes… aquel tipo tan sabio…, el que se bañaba en baños públicos con coronas de oro falsas y salía por ahí desnudo dando voces.
-Ah – sonrisa paternal, aunque eran hermanos – creo que te refieres a Arquímedes.
-¿Eh? Sí… sí, Arquímedes… Arquímedes, ¿pero cómo se llama lo otro?
-¿lo otro, qué otro? – sonrisa, ahora sí, fraternal.
-lo que gritó saltando de la bañera.
-¡Ah, ya! ¡“Eureka”! que significa, “lo conseguí”, “lo tengo”.
-Eso, eso… a ti hay que sacarte la información con sacacorchos: sabes mucho, pero no sueltas prenda… Es que me han regalado un perro y quiero llamarlo así, “Eureka”, y no me acordaba del palabro…

Un 25 de noviembre de 1875 (o sea, “el”, “el 25 de noviembre de 1875”, porque no hubo varios 25 de noviembre de 1875 para decir “un”...), pues eso, el 25 de noviembre de 1875, Isaías Bleddel llamó a su perro para sacarlo a pasear, y se cuenta que justo entonces, al decir el nombre del chucho, puso en su mente el broche, la guinda a una teoría que venía desarrollando en su cabeza desde hacía años y de la que nunca había dicho nada a nadie.

Como se sabe, en aquella época Bismarck había puesto de moda en Alemania las camisetas imperio. A Bleddell no le gustaba seguir modas, así que usó durante toda su vida camisetas normales, de las largas, las antiguas, las que abrigan bien, las que tenían mangas y todo. Un día descubre que tiene una pequeña hilacha debajo un botón del cuello. Comenzó a tirar y a tirar y, tras sacar un par de metros, a pesar de que el hilo provenía del mismo botón, observó con sorpresa que éste no se desprendía. También constató que la camisa tampoco se descosía lo más mínimo por más hilo que sacase. El remate trasero del botón contenía infinita cantidad de hilo.

Ahora bien, si esto era así, ¿por qué había tantos botones en tantas camisas que se descosían? ¿por qué la gente andaba por ahí con desgarrones en las camisas, ocultos (eso sí) bajo la levita o el abrigo? Todo esto le atormentó durante mucho tiempo. La respuesta, uno de los planteamientos teóricos más originales de la historia de la cinvergüencia, la imaginó aquel día en que llamó a Eureka para sacarlo a pasear: en un armario cerrado hay 2 camisas; una es una camiseta imperio, la otra una camisa normal. Si apagamos la luz del cuarto y, completamente a oscuras, nos ponemos una de las camisas, suponiendo que no nos la pongamos al revés, y ponemos encima la chaqueta, al encender la luz la camiseta imperio tenderá a comportarse como una camisa normal. O, lo que es lo mismo, la masa de los botones (recuérdese que en la camiseta imperio no hay botones) es igual a cero en la camisa normal. Por eso podemos tirar del hilo por detrás del botón tanto como queramos sin que se desprenda. Las camisas son duales: si tienen rotos y descosidos, se comportan como una camisa normal; si no los tienen, como una camiseta imperio. Isaías Bleddel había descubierto la dualidad camisa imperio-camisa normal.

El descubrimiento de Bleddel no fue comprendido en su tiempo (de hecho hoy día aún se considera una gilipollez), y, de tanto pensar insolubles paradojas, Isaías acabó sus días en una habitación acolchada del Hospital de Düsseldorf, con una camisa que se ataba por atrás y que no era ni normal, ni imperio.

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nota: imagen, camisa original de Isaías Bleddel.

jueves, enero 25, 2007

Refrito de Gilichorradas.

Hola, amigos. Hace más de un año que nació esta página que comenzó como una simple tapadera para el blanqueo de dinero procedente de la venta de lacasitos de contrabando y ha llegado a convertirse en el blog de cabecera de líderes mundiales, importantes científicos, "gurús" creadores de opinión, comerciantes de chatarra… Vamos a repasar algunas de las entradas más curiosas de este blog que ya tiene unas 45-50 visitas al día (mucho más de lo que esperábamos). A todos vosotros, amigos, gracias :) . Un abrazo.

Pd.- un afectuoso y especial saludo para los amigos que nos visitáis habitualmente y para los autores de los blogs hermanados con el nuestro: el talentoso Yayo, el discreto Germán, el ingenioso Armando, el conspicuo Manu, y la hermosa Sintagma.

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Imagen: Lisardo, Robustiano y Querencio, mandamases del numeroso equipo redactor de Gilichorradas. (foto, yayopress)





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-El 30 de enero de 2006, cuatro o cinco días antes de que la prensa española comenzase a hablar de ese tema que ocuparía luego tantas páginas de periódicos y horas de tertulias políticas, nos hacíamos eco de la noticia que preocupaba en la prensa extranjera, la llamada "crisis de las caricaturas de Mahoma".

- En febrero de 2006, demostramos de forma irrefutable la inexistencia de Dios, hablamos del legendario Vuelo 605 de nuestro paisano Ángel Álvarez, tratamos el desconocido problema de la fobia social, y una noche que, como tantas otras, no podíamos pegar ojo, improvisamos un cuento que habla del insomnio.

-En abril de 2006, jugamos a adivinar comienzos de novela ( gracias, Eva, por tu comentario, que hiciste que pudiésemos continuar jugando), publicamos un episodio inédito de El Quijote que recibió muchas visitas de hispanoamérica, hablamos de cinco príncipes del rocanrol primigenio, incluimos un fragmento de nuestra inacabada novela Alma del Infierno, y publicamos la que fue durante el 2006 la entrada más visitada de este blog, (con aproximadamente ¡un 25% de las visitas totales!).

-en mayo de 2006, incluimos el guión (apócrifo) de un sketch del Circo Ambulante de los Monty Python .

-en junio hablamos de un "amigo" literario, Andrés Hurtado, el prota de El Árbol de la Ciencia. Una entrada bastante visitada también.
-en agosto diferenciábamos entre "loco" y "soñador", hablábamos de cacofonías, parodiando a uno de esos programas de "investigadores" tan de moda (por cierto, muchísima gente en los buscadores pone"cacofonías" y lo que quiere buscar es "psicofonías"... así que no fue tan original el chiste...: para la gente es una realidad) , y publicamos nuestro más polémico artículo, Los Bables y la Llingua Asturiana, en el que exponemos nuestra más sincera y modesta opinión (nada radical, al contrario) sobre un tema que nos atañe como a cualquier asturiano, y por la que llegamos a recibir mogollón de insultos, ¡e incluso amenazas anónimas!. Muchas gracias a Yayo y Germán por apoyarme entonces frente a aquel grupo de fascistas.

-en septiembre hablamos del desconocido duelo del autor de La Regenta.

-en octubre aventurábamos los 3 escaños de Ciutadanos de Cataluña en el parlamento catalán antes de las elecciones de aquella comunidad, hablamos del cincuentenario de la muerte de Baroja y nuestros lectores pudieron leer cuáles fueron las últimas palabras de Edgar Allan Poe.

-En noviembre vimos por qué los niños son más poderosos que los adultos, tratamos de exponer que nacionalismo no es igual a progresismo por mucho que digan, y escuchamos dos canciones de Paul Simon.

- En diciembre regresamos (como cada navidad) a Bedford Falls, vimos que en España no hay apenas palíndromos políticos y hablamos de la muerte de Gustavo Adolfo Bécquer.
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martes, enero 23, 2007

La Historia del siglo XX...



Ya a la venta. Con el número uno, el reinado de Alfonso XIII y un poco de crema pastelera.

El Pirata de Walter Scott


“Tanto he viajado en los libros como en el mar.”, cap. XVIII.

No recuerdo dónde leí un hermoso y útil aforismo, que adopté al instante, y que dice: “Un libro que no merece la pena de ser leído al menos dos veces, no merece la pena de ser leído ninguna”. Es hermoso porque rezuma amor por los libros. Es útil porque, si lo aplicáis a vuestras lecturas, os quitaréis de encima muchos títulos que, aparte del éxito comercial, aparte de estar de moda, no aportan nada. O esos otros clásicos, sobrevalorados por cuatro esnobs que van de entendidos, y que no suelen aguantar ni de lejos una comparación con muchos otros, más sólidos, de nuestra literatura (que esos mismos esnobs, siempre despreciativos con lo que no es tan superficial como ellos, no han leído). Porque, ahí radica lo que hace tan útil la frase: el criterio no es de otros, lo pones tú. No hay mejor crítico que uno mismo.

Es El Pirata (The Pirate, 1821) una de las novelas más desconocidas de este escocés, considerado padre de la novela histórica y uno de los más destacados autores de narraciones de aventuras.

Un barco pirata en 1724 se acercó a las septentrionales Islas Shetland. El capitán del velero (un desvergonzado inglés, un tal Goffe) cometió algunas tropelías por tierra, llegando incluso a enamorar a una dama noble con quien promete casarse. Como la justicia inglesa captura al líder de los piratas, le traslada a Londres y es finalmente ejecutado por sus múltiples crímenes, la noble shetlandesa se ve obligada a viajar hasta la capital británica para deshacer juramento ante el cadáver de su prometido, o de lo contrario, según las creencias de aquellas islas, se le aparecerá el espíritu del muerto para cumplir lo prometido.

Eso es el sustrato real de la historia, que el autor nos cuenta en el prólogo y que bien poco tiene que ver luego con la trama de la novela. Y es que sir Walter suele inspirarse en un hecho real (aunque sea, como en este caso, una mera anécdota) y a partir de él crear una historia más rica y compleja.

A medio camino entre el costumbrismo y la novela de aventuras, El Pirata nos traslada a un ambiente rural e isleño , de hábitos sencillos, casi feudal, muy influido por la tradición y la superstición. Extranjeros llegan a Mainland, la principal de las islas Shetland, para alterar las antiguas costumbres de los habitantes. Hay historias de amor. Hay ecos de magia y de antiguas creencias nórdicas que Scott, quizá el más influyente escritor romántico, nos acercará desdeñándolos con la razón pero enalteciéndolos con la poesía. Hay buhoneros y demás secundarios graciosos, tan característicos de las novelas de sir Walter. Hay, en fin, un relato (de cuya trama no nos gusta desvelar nada) que no defraudará al lector ávido de aventuras, partidario de la literatura de evasión.

En cuanto a la traducción de El Pirata, publicado por Espasa en 1923, deciros que es uno de los más bellos ejemplos de traducción al español: cada poema de Scott está medido y rimado en nuestra lengua, el vocabulario es muy rico, y todo el texto está muy cuidado… Uno tiene la impresión de que esas cosas ya no se hacen hoy día con esa dedicación y ese esfuerzo. El responsable de traernos esa novela de Scott a la lengua de Cervantes fue el periodista catalán Eugenio Xammar (1888-1973), amigo de Josep Pla y de quien éste llegó a decir que era la persona más inteligente que había conocido. Xammar fue corresponsal en Berlín de un diario español en la década de los 30, durante el alzamiento del nazismo.

En ocasiones me pregunté cómo Stevenson no incluyó a su paisano Scott en Al Comprador Indeciso, el maravilloso poema-prólogo a La Isla del Tesoro, como sí incluyó al norteamericano Fenimore Cooper (escritor nacido a imitación de la pluma de Scott), al también escocés Robert Michael Ballantyne y al inglés W.H.G. Kingston; ¿por qué Stevenson no pone a sir Walter Scott también llevándonos de la mano por desiertos y por mares, por lagos y montañas? Pues por la misma razón que tampoco nombra a Cervantes, a Defoe, ni a Dumas, genios del relato de aventuras a quienes Roberto Luís también admiraba (y de cuyas obras bebía). Claro, ¿Para qué incluirlos en ese poema si ya se les palpa en toda su obra?
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notas: -imagen1, portada de El Pirata dentro de la colección Misterio y Aventura de Espasa.
-imagen2, portad una edición inglesa de la novela.
-imagen3, paisaje típico de las islas Shetland (verde, con muchos lagos y sin árboles)
-El Archivo Digital Sobre Walter Scott, de la Biblioteca de la Universidad de Edimburgo.

viernes, enero 19, 2007

alonso picassoso

jeje, el sinvergüenza de Yayo ha hecho esta picassiana caricatura. Como me gusta mucho don Quijote, que es el mayor soñador, pues me ha puesto bacía y todo ( digo un yelmo). muchas gracias, Yayo.

Una de las ventajas de tener un tipo talentoso en la familia es que te hace geniales caricaturas gratis.

jueves, enero 18, 2007

el poder de las palabras

Soy tan sugestionable que cuando leo la palabra "bostezo", bostezo.

En cambio no siento ná cuando leo la palabra "orgasmo".... :/
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Pd.- he bostezao varias veces al escribir esta tontería... ¿y tú?
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imagen: oso hormiguero bostezando.

miércoles, enero 17, 2007

Fortunata y Joaquina (Proyecto)


Hola, amigos. Se me ha ocurrío reescribir Fortunata y Jacinta de Galdós, pero en lugar de “Jacinta”, cambiaría ese nombre (que nunca me ha gustao) por el de “Joaquina” (que tampoco me entusiasma, pero es un poco mejor). Es el único cambio que haré, para no desnaturalizar tan magna obra. Es una ardua tarea que me llevará las próximas semanas… pero, ¿y la recompensa? Será uno de los mejores libros del XIX jamás reescritos en el XXI.

Otras ideas que tengo en mente:

-Hacer lo propio con La Regenta de Clarín, que pasaría a ser La Generala.
-En las novelas de Sherlock Holmes, cambiar tal nombre, siempre difícil de pronunciar para un hispanohablante, y que pase a ser “Cherlock Holmes” (o quizá "Serlock Holmes", aun no lo he meditado bastante)

- una idea más ambiciosa (porque su realización entraña múltiples dificultades), que sería cambiar el nombre del capitán del Moby Dick de Melville –Ahab- por el del de 20.000 Leguas de Viaje Submarino de Verne – Nemo -, y viceversa.
-actualizar El Poema del Mío Cid para que pase a ser El Rap de Rodri (sólo cambiaría el título).

Desde luego, si sigo teniendo tan buenas ideas me haré de oro… (espero que nadie me las copie por escribirlas aquí… mmm... no creo: en Internet la gente nunca es mala...)
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imagen, una futurible edición inglesa de "Fortunata y Joaquina".

lunes, enero 15, 2007

Los partidos políticos españoles y las grandes distribuidoras de cine.

Muchas veces los partidos [políticos] hacen obligatorio el que si te gusta un partido por una cosa, tienes que aceptar ya todo lo demás que vende ese partido… Es un poco, no sé si saben ustedes cómo se distribuyen las películas, pero las grandes las grandes multinacionales del cine venden las películas, primero te venden una gran superproducción, La Guerra de las Galaxias, entonces, si tú compras para distribuir La Guerra de las Galaxias, tienes que llevarte siete u ocho películas muy malas de la misma distribuidora que te meten con la película buena que tú quieres. Y muchas veces los partidos políticos son iguales: es decir, te venden una cosa que te interesan, una protección social, o una concepción del Estado que te parece bien, y luego tienes que cargar con siete u ocho cosas que no te interesan, que no te gustan, que van en contra de tus ideas, pero que todo te lo vende el partido de la misma manera.

Fernando Savater, hotel María Cristina de San Sebastián, 12/01/07, Presentación de Ciutadans en el País Vasco.

enlace: -los demás videos de la presentación. (bastaya.org)


Manifiéstate, que ¡ojalá! algo quede.


Tranquilo, amigo visitante de esta página pobre (pero honrada), no vamos a hablar de la famosa manifestación del pasado sábado, ni de la inexplicable y arbitraria conducta del PP, que, por primera vez, no acaban de entender ni sus propios votantes (tiene narices la cosa, ¿eh?).

Vamos a hablar de todas esas manifestaciones que se vienen produciendo desde hace algunos años en España (desde finales de los noventa o así), y parece que no tienen más objetivo que declarar la repulsa que en la gente pacífica produce un suceso violento. “manifestaciones pleonasmo”, por llamarlas de forma rebuscada.

Conste que no critico desde aquí el derecho que todos tenemos a manifestarnos. No. Jamás criticaría el derecho constitucional de los individuos y colectivos a manifestarse. Manifestaciones pacíficas, las que hagan falta. Como si son para pedir más sonetos caudatos en los comunicados de la Agencia Tributaria. Allá cada uno.

Sólo digo que me parecen un poco ridículas las manifestaciones que se hacen últimamente cada vez que sucede un suceso violento, un asesinato, por ejemplo. Vale, son manifestaciones de rechazo a la violencia. Pero es que en teoría TODOS rechazamos la violencia… salvo, claro, los que no la rechazan… pero a esos no les vamos a cambiar su perversa forma de ver el mundo por reunirnos y gritar unos lemas de fraternidad.

Pongamos un ejemplo. Sucede cada vez que se produce uno de esos asesinatos en que un cafre, uno de esos simios hijos de puta que lleva pegando a su mujer toda la vida, tras muchas amenazas, acaba finalmente matándola. Triste suceso que no por cotidiano -sucede al menos una vez a la semana en nuestro país- deja de indignar (y de entristecer) a cualquier persona de bien, a cualquier ser con entrañas.

Pero hete ahí que como consecuencia del asesinato el pueblo reacciona con una manifestación (convocada por el Ayuntamiento) en repulsa por el asesinato bajo el lema “Basta, jolines. Por un Villanueva del Campo sin violencia”. Y a eso me refiero. ¿De qué sirve esa manifestación? Para lo único que sirve (y conste que opino que eso sólo ya justifica la convocatoria) es para apoyar a una familia que está pasando los peores momentos de la vida. Pero, los lemas que reivindica, el rechazo a la violencia, ¿sirven de algo?. Los parántropos que llevan tundiéndoles las costillas a sus mujeres toda la vida, ¿van a cambiar de golpe, llenos de patetismo, al ver por la tele tanta repulsa ciudadana? No. No van a cambiar porque la gente de bien les muestre su rechazo. Nadie. Ninguno de los violentos. Ni esos cafres sin alma de los que hablo que no merecen haber nacido, ni los que pertenecen a una mafia, ni los gitanos con pistola que se toman su peculiar justicia por su mano, ni los tontos del tuning o los borrachos al volante que provocan tantas muertes, ni los terroristas.

Y eso, el que campen a sus anchas torturadores, asesinos, mafiosos, terroristas, ¿puedo cambiarlo yo desde mi casa, por mucho que me indigne cada vez que doblan las campanas por alguien? No. ¿podemos cambiarlo con una de esas manifestaciones–pleonasmo, de rechazo a la violencia? Tampoco. Porque los “malos” (y siempre habrá malos), o viven de la violencia, o es lo que les mola. Ahora bien, ¿Puede cambiarse a través de la Ley y los mecanismos de la democracia y del estado de derecho? Sí. O, al menos, debe intentarse. El Estado debe proteger a los ciudadanos y dotarse de mejores leyes y medios más eficaces para combatir la violencia, cualquiera que sea.

Tú y yo, lector amigo, no podemos hacer nada. Ni aunque nos manifestemos para repudiar por enésima vez lo que cualquier persona de bien ya repudia.

Nuestros representantes, los políticos y los gobiernos del signo que sea, que sí pueden hacerlo, prefieren manifestarse para hacerse la foto. De hecho suelen ser ellos los que convocan las inútiles manifestaciones de rechazo a la violencia. Manda narices. Ya ves, ellos que sí tienen el poder de cambiar las cosas… prefieren escudarse detrás de una pancarta…. Bien pensado, eso siempre da algunos votos… y sin tener que mojarse.

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imagen, mickey mouse herido en una manifestación de dibujos animados.

martes, enero 09, 2007

CInvergüENCIA.

Gilichorradas presenta...

CInvergüENCIA

1. Experimento de Hillison y Bomberg.

Materiales:

-medio globo de untar.
-una palangana de precisión.
-una pizca de hiposulfito de sodio.
-un arapelo.
-un estultómetro digital.
-un trozo de la barba de LeChuck.
-tres peras en almíbar.
-guantes de látex.
-gafas gordas.
-amuleto contra el mal de ojo.
-ajos de temporada.

desarrollo:

1/ Imantamos el prétalo y lo unimos al muelle procurando que no salpique. (en cualquier ferretería encontraréis un prétalo económico. Aun así, si no lo conseguís, podéis intentarlo con un plastil)

2/unimos la anilla al soporte; la estructura resultante la unimos a su vez con el arapelo tal y como se muestra en el dibujo1.

3/Comprobamos que el estultómetro está encendido y la palanca reguladora en la posición de batir natas. Hacemos una medición.

4/ untamos el globo hasta cubrir el arapelo y enlazamos el prétalo tal y como se indica en el dibujo 2.

5/ Rehogar.

6/ Si al cabo de un rato volvemos a medir observaremos que la estulticia del sistema habrá aumentado en varios necionios , ¿ sabes por qué?.

(pista: Hillison y Bomberg observaron esto mientras jugaban al tute y uno de ellos se comía un bocadillo de tortilla de chorizo)

(nota: Michael Hillison y Gottfried Bomberg fueron sacristán de la catedral de Osuna el uno y mozo de cordel en la misma ciudad el otro a finales del siglo XIX. Para una aproximación a sus biografías, recomendamos leer Über die Verwandschaft der Orisadverbien mit dem Pronomen in einigen Sprachen, Biblioteca Infantil Pelayín, Oviedo, 1996)

sábado, enero 06, 2007

Binta y la Gran Idea de Fesser.

"Mi madre dice que mi padre tiene pájaros en la cabeza. Yo creo que por eso es tan bueno."


aquí os dejo el enlace para que os descarguéis con el emule el maravilloso cortometraje de Javier Fesser Binta y la Gran Idea, preseleccionado para el óscar de este año. Es muy bueno. os hará reír y os conmoverá.

Como no le den el premio, me desapunto de la academia. (De mecanografía).


Cuidaos =)

Pd.- imagen, Binta (la niña Zeynabou Diallo), protagonista del corto.

¡qué bien!, alguien con paciencia la ha subido a googlevideo, así que podéis verla aquí mismo! ¿a qué esperáis?


viernes, enero 05, 2007

Un año de Gilichorradas

El 12 de enero de 2006, una desconocida publicación comenzaba su endeble existencia en el ciberespacio. Un ordenador Hispano-suiza, un bálsamo específico para el reúma (hecho con saúco, saúce y otros componentes de dudosa tilde en la u), un lustroso y juvenil bigote de largas y enceradas puntas, y dos mudas –una de ellas limpia- era todo nuestro bagaje. Así comenzó su andadura la página de la que tanto se hablaría luego en corrillos y tertulias, en andenes y diputaciones, en aguamaniles y palanganas.

Pronto, sí amigos, pronto buscamos nuestro lugar en la prensa local: amedrentamos al chicuelo que vendía por el barrio El Heraldo Vespertino y desde entonces supimos hacernos siempre un hueco. Con parecidas artes llegamos también a competir con la prensa regional primero, nacional más tarde. (nuestro primer director, Hilarión Gracejo, puso en nómina a centenares de niños abusones con los que atemorizaba a los famélicos chicuelos vende-periódicos de todo el país).

Este 2007 es el año de la ciencia en España. Nosotros también fuimos pioneros en eso que ha dado en llamarse divulgación científica. Desde 1910 y durante dos años, fueron habituales los artículos del ilustre Julián Esputo, obispo de Mondoñedo, en los que daba sencillos consejos a los lectores sobre los más básicos temas. En Cómo Prevenir el Cólera con Calma, don Julián aconsejaba rezar dos sanos padrenuestros antes de comer legumbres fuera de hora. En El Maligno por Abajo, se proponía acabar con las enfermedades venéreas clavando una estaca en el corazón a todas las mujeres del planeta. El ocho de agosto de 1912, don Julián se murió… de cólera. Se cuenta que lo contrajo en un lupanar de Almendralejo.

Fuimos también la primera publicación de España en mostrar un desnudo parcial femenino. Hoy nos haría sonreír la exacerbada polémica que suscitó en su momento aquella atrevida foto en nuestro reportaje Balnearios del Norte en la que una descarada señorita de La Bella Easo mostraba su voluptuoso antebrazo.

Pero no todo fueron luces en nuestro periódico. Hubo también una época oscura y llena de oprobio y de prejuicios. Con pena recordamos que durante la dictadura de Primo de Rivera estas páginas se embarcaron en una infame campaña que promovía la censura de los sombreros de campana en las coristas de las revistas musicales. Decenas de inocentes sombreros fueron pisoteados por la enfurecida multitud por nosotros alentada, o revendidos a precio muy bajo y reutilizados como cucuruchos por los vendedores ambulantes de maní. Aun hoy nos señalan – y con razón- los de la Asociación de Amigos de Sombreros, Boinas y Cubrecalvas. Desde aquí decirles que, aceptando nuestro triste pasado y sin olvidarlo jamás, somos hoy el principal mecenas del Museo del Sombrero de Campana.
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Miguel Imbelecio Delatorre, subdirector de anuncios por palabras de Gilichorradas.

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Notas. imagen1, Hilarión Gracejo, fundador de Gilichorradas y su primer director, junto a una "caja inductora de fluido mesmérico" de su invención. (en efecto, el señor Gracejo fundó esta insigne publicación, pero era más conocido por su faceta de charlatán de feria). imagen2, uno de los sombreros de campana que fueron víctimas de las iras del vulgo impulsadas por este periódico. El de la foto estaba casado con un sombrero panamá y tenía dos pequeños jipijapas.

martes, enero 02, 2007

Diez buenos propósitos para 2007.



1- hacer una lista de buenos propósitos.

2- Encontrar un trabajo.

3- Aprender a blasfemar como debe de ser (¡maldita sea, se supone que soy un hombre, ya está bien de “mecachis”, “jolín”… y “maldita sea”!)

4- Dejar de fumar (éste es difícil: antes tengo que empezar a hacerlo )

5- Vivir emociones intensas como por ejemplo dejarme crecer los pelos de la nariz muy largos: ¡quiero sentirme joven!

6- Procurar tener menos prejuicios (por ejemplo, cuando veo a alguien que “eskribe todo kon kas” tiendo a pensar que es un gilipollas… y no tiene por qué ser así: también puede tratarse de un imbécil, sin ir más lejos).

7- Aprender a escupir por el colmillo a lo Huck Finn.

8- Procurar no ser tan misántropo: intentaré relacionarme un poquito más con la asquerosa gente :P

9- Dedicar un 0,5% menos de mi tiempo a pensar en el sexo y usar ese mismo tiempo para cosas más útiles, como la lectura o el deporte (o sea, eso equivaldría a leer el doble de lo que leo ahora o hacer cuatro veces más deporte que ahora… ni que decir tiene que este es mi propósito más ambicioso).

10- Procurar no estar triste :/

11- Intentar no utilizar un vocabulario tan cursi, alambicado y rimbombante. (un buen comienzo sería no usar adjetivos como “alambicado” y “rimbombante”)

12- No envidiar tanto el hoyuelo a lo Kirk Douglas de Yayo.

13- Aprender algo sobre los misteriosos pececillos de plata y los tisanuros en general.

14- Echarme otra novia imaginaria.

15- Conquistar el mundo y someter a toda la raza humana a mis arbitrarios y crueles dictados (… un momento…, ése no es un buen propósito… supongo que tengo que ponerlo en la otra lista…)

16- Dejar de morderme las uñas de los pies.

17- Intentar no sentirme siempre como un gusano… (tal vez si hiciera un capullo para metamorfosearme…)

18- Aprender a contar hasta diez sin excederme.