jueves, agosto 31, 2006

Los bables y la "llingua asturiana".

Vivo en una villa asturiana (en un pueblo como quien dice pues tiene unos tres mil habitantes), pero me crié en un núcleo poblacional mucho más pequeño, una aldeúca de unas 130 ó 140 personas, a unos cuatro kilómetros, en la otra orilla del Nalón.

Quiero decir con esto que soy de un pueblo pequeño en el corazón de la Asturias rural. Hijo, nieto, bisnieto,etc. de labriegos asturianos hasta donde alcanza la memoria. Tan asturiano como el que más (y no dudo que mucho más que algunos que van de auténticos celtas, pero no son más que neófitos malburros (jaja, perdón por el chiste tabaquero tan malo, pero la comparación es buena).

Mis padres, mis abuelos, la gente de mi familia, la de mi pueblo, las personas de esta villa en la que vivo tienen una manera peculiar de hablar el español que es muy distinta a la que se usa en Valladolid, en Cartagena, en Santander, en Barcelona.

Además de una entonación cantarina y para mí entrañable, hay multitud de característicos giros y expresiones, transposiciones pronominales, alternativas conjugaciones de verbos, diferencias en la pronunciación, y un vocabulario también distinto (a veces sin equivalencia en español), que hacen de nuestra forma de hablar algo verdaderamente peculiar, y fácilmente identificable. (salvo, quizá, para esos que no distinguen el habla del asturiano de la del gallego, y afirman ufanos: "lo mejor de Asturias es la sidriña ").

Como no he traspasado los Picos de Europa más que un par de veces y con la gente que hablo suelo hacerlo en ese cariñoso dialecto, me resulta difícil hablar en fino, es decir, en español limpio de asturianismos... (Aquí en el pueblo decimos que alguien es muy fino cuando, o bien es de ciudad y desconoce nuestro habla o, aun siendo de pueblo, para darse tono afecta hablar castellano puro, libre de los asturianismos que ha mamado durante toda su vida).

Así pues, de darse el imposible caso de que alguna vez charle en persona con alguno de vosotros, desconocidos y amables visitantes, raro será que, cuando intente hablar en la buena lengua de Cervantes, sin darme cuenta no descoloque todos los pronombres de las frases, poniéndolos después del verbo en vez de antes (díjome eso, salióme un grano, trájome un regalo, quiérote mucho); insólito será que no mezcle alguna expresión o palabra que os sonará exótica, y, sobre todo, cosa extrañísima sería que, sin querer, no use el "ye" como tercera persona del singular del presente de indicativo del verbo ser (ese gatu ye mío).

Eso es lo que pasa, que en las zonas rurales sobre todo (aunque desde hace algunos años en las ciudades ya no está mal visto hablar como los campesinos, sino todo lo contrario, y hasta las señoritas en los cafés se hinchan de apócrifa verborrea asturiana), hablamos de una manera tan distinta (y este fenómeno ha sido estudiado por importantes investigadores del lenguaje como Neira o Alarcos), que históricamente se llama a nuestra forma de hablar "dialecto astur-leonés","dialecto asturiano" o "bable".

Añadir también que hay muchos bables -muchas formas dialectales del castellano-, porque el bable que por ejemplo hablan en las cuencas del Nalón y del Caudal, es bastante distinto de este de Candamo y Grado, del de Cangas del Narcea... La causa de eso quizá hay que buscarla en la evolución de las formas de hablar en la peculiar orografía asturiana.

Desde que tengo uso de razón vengo observando que la gente de los pueblos tiene en muchas ocasiones un marcado pudor cuando trata con la de ciudad. Los de pueblo nos infravaloramos, tendemos a pensar que los de ciudad, por serlo, son mejores: más modernos, más abiertos a todo..., menos zafios. Andamos siempre con miedo de que en nuestra habla o comportamiento algún asomo tienda a encasillarnos bajo el cruel e injusto adjetivo de paletos.

Así que cuando era pequeño y, por cualquier razón, tenía que ir a la ciudad con mis padres, o venían a visitarnos los primos de Avilés, con gran pudor soltaba alguna frasecita en mi impuro español -más cargado de asturianismos que Homer Simpson de cerveza-, a riesgo siempre de que me soltasen el temido adjetivo.

Pero ahora, en unos años, todo ha cambiado. Gracias a ese artificioso nacimiento regional que en todas las regiones del Estado Español disfrutamos, ahora son los de ciudad los que presumen de bable frente a los de pueblo. Aunque no lo llaman bable (eso es de reaccionarios fascistas). Para ser cien por cien guay hay que llamarlo "llingua asturiana", porque en realidad es una llingua tan importante como el inglés, el alemán, el francés, el español.

El inconveniente es que esa "llingua asturiana" - que cuenta también con sagradas y milenarias instituciones como la Academia de la Llingua Asturiana (fundada en los años ochenta) - es extraña al asturiano de a pie. ¿ Por qué? pues porque no recoge el habla real de la gente, sino que un grupo de doctísimos sabios (con cierta afición por el ilusionismo) la creó, la tipificó teniendo como base los distintos bables y, sobre todo, estableciendo las mayores diferencias posibles con el español. De mi habla entrañable, rural, familiar y natural, hicieron una extraña, aberrante, artificial, falsa. Y se da la paradoja de que yo, mis familiares y convecinos, asturianos de pura cepa, no entendemos casi nada de esa novedosa "llingua de laboratorio". (para nosotros es de especial motivo de risa en esa llingua astur las palabras sofisticadas que no existen en el bable tradicional: teunoloxía, conceutu, oxetivu, téunica, continxente, tresmisión, práutica... ¡ay!, pobres abuelos míos... ellos que se creían tan asturianos como Pelayo y tan rojos como Carrillo y ahora nos damos cuenta que eran en realidad tan fachas y centralistas, tan antiasturianos, que esto les suena a chino)

Esta novedosa llingua la enseñan a los niños en las escuelas y a los adultos en cursillos gratuitos de los ayuntamientos. Hay una minoritaria pero creciente demanda (parece ser que por parte de gente mucho más asturiana que el resto), para que esta lengua apócrifa se "normalice", se imponga en toda asturias como cooficial con el español. Los partidarios de la llingua asturiana manejan estadísticas que dicen que del millón largo de asturianos, hablan la llingua más de cuatrocientos mil. Yo, de todas los vecinos y paisanos con que me he encontrado en persona en mis 28 años de vida, os juro que jamás escuché hablar a nadie na llingua asturiana.No conozco a nadie de esos cuatrocientos millares, lo que estadísticamente es muy difícil. De hecho sólo la hablan en la radio y la tele locales algún político cosmopolita o algún periodista de mundo, un suplemento semanal en el periódico local, otro periódico íntegramente na llingua (y desde que los pragmáticos de IU nos gobiernan, alguna publicidad institucional), iniciativas todas seguramente pagadas con mis impuestos.

Aun así, a pesar que ni Dios habla la esa mítica llingua que casi con toda probabilidad ya utilizaban los druidas para comunicarse con las deidades, comprobaréis que muchos -sindicatos, escritores, artistas, asociaciones culturales- piden en manifestaciones la oficialidá de la llingua: unos -los menos- por su convencimiento e ideas nacionalistas, otros porque ven ocasión de hacer su agosto si eso se realiza (habrá que rentabilizar de algún modo los 3 años empleados en estudiar llingua asturiana en el ayuntamiento de Avilés, ¿no?), y otros -los más- van arrastrados por los anteriores porque temen que se les considere antiasturianos (la mayor ofensa hoy día para cualquiera, casi tanto como mentarse en su madre), así que tragan con mentiras tamañas como catedrales, con tal de que nadie les reproche nada y asturies vaya adelante.

Y se da la paradoja de que en mi infancia me avergonzaba de hablar bable delante de los niños bien de la ciudad por miedo a que me llamasen paleto o algo así, y ahora, como no sólo no hablo la llingua asturiana esa que acabarán imponiendo, sino que la rechazo como extraña y como una imposición, corro el riesgo de que los mismos pijinos de la ciudá de derechas de cuando pequeño me llamen ahora reaccionario, españolista, fascista o algo así.

Cuando era pequeño, los de pueblo decíamos "ési habla muy fino", para referirnos a un tipo que hablaba castellano sin mezcla de asturianismos... análogamente podríamos decir ahora "ési habla muy zafio", para referirnos a esos payasos de la tele que afectan hablar esa llingua ideal, sin mezcla alguna no ya de castellano, sino sin apenas nada del bable tradicional, sin un ápice de sentido común, ni del de la decencia.

jueves, agosto 24, 2006

menos Plutón y más prozac...


¿recordáis que desde hace unas semanas se vienen incluyendo noticias en los medios de comunicación sobre que la comunidad internacional de astrónomos busca una nueva definición de planeta? Según lo que estaban debatiendo, la nueva definición significaría incluir 3 nuevos planetas en nuestro sistema solar, que hasta ahora no estarían considerados como tales.
(quizá recordéis, de paso, que la mayoría periódicos españoles son tan catetos -aquí tenéis un ejemplo, al principio de la noticia- , que para ellos astrólogo es sinónimo de astrónomo. casi ná. habría que preguntarles también si chamán es lo mismo que médico; y cura, que científico.)

Pues resulta que la IAU (Unión Astronómica Internacional) parece que decidirá finalmente esta tarde no sólo la no inclusión en la categoría de planeta de aquellos tres de que hablaban, sino la exclusión de Plutón, al no alcanzar el tamaño adecuado para ser considerado planeta (sería, en todo caso, un planeta enano).


Ocurrirá entonces que ahora los niños en el cole tendrán que aprenderse ocho y no nueve planetas, así que cuando estén recitando con su alegre coro de voces infantiles la tradicional lista:

-Mercurio, Venus, La Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno y Plutón.

resulta que dirán:

-Mercurio, Venus, La Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno...

y ahí habrá una extraño e incómodo silencio que probablemente cubrirá la tosecita de algún infante.

Otros cambios en nuestra vida cotidiana:

Bien se sabe que los astros influyen mucho en nuestra vida. No sólo como un etéreo concepto que de la concepción que del universo todos, supongo, nos creamos gracias a la ciencia. Digo que los astros afectan mucho a nuestras vidas (sobre todo a las de los que tenemos menos luces); ya puse un ejemplo antes de que para los redactores españoles astrología=astronomía, además en todos los periódicos -incluso en los más prestigiosos- encontraréis siempre horóscopos, aunque se autodenominen progresistas y vengan, determinado día de la semana, con sus páginas centrales dedicadas a la ciencia y con artículos escritos por insignes profesores universitarios e investigadores: lo cortés no quita lo valiente, supongo que piensan los directores.

Pues eso, como el hombre occidental -especialmente el español- fía mucho en los astros para saber cosas de su propia vida, aquí algunas de las medidas que incluirán los políticos españoles hoy mismo (nos obligarán a todos en su cumplimiento dentro de 20 días, en cuanto aparezcan publicadas en el BOE), en cuanto se sepa que Plutón no es un planeta:

-quedará prohibido decir "Plutón", a menos que se diga en su correspondiente traducción a las lenguas regionales españolas, ya normalizadas o a normalizar en el futuro.
-Por tanto, las frecuentes expresiones A quien Dios se la dé, Plutón se la bendiga; más sabe Plutón por viejo que por Plutón, y todas las de ese jaez, dejarán de usarse.
-La Coruña, dejará de ser A Coruña y pasará a denominarse A Corunya.
-Lérida dejará de ser Lleida y pasará a denominarse A Coruña.
-Móstoles dejará de ser Bilbo y pasará a estar completamente peatonalizada.
-MARÍA, que tenía cita con el DENTISTA a las DOCE EN PUNTO, lleva un TRAJE GRIS, y finalmente la canceló por motivos de PRÓSTATA.
-JUAN CARLOS no es MARÍA ni tiene PRÓSTATA ni ha comido GARBANZOS CON CALLOS ni bebe A MORRO.

¿cuántos Plutones tenía MARIA LUISA debajo del brazo, si sabemos que no conducía un BOLOVOLUMEN?

La solución en el próximo número.

martes, agosto 22, 2006

buzoneo de pata negra.

Ayer aparecieron en mi casa. Los dejaron apilados abajo, dentro del portal, para que cada vecino cogiese el suyo, como suelen hacer cada año con los listines telefónicos. Ahí estaban los panfletos de los que viene hablando la prensa regional, papel de gran calidad y a todo color, para contarnos la de logros que tiene la Asturias Adelante de Tini y García-Valli, la de la leyenda urbana y los trajes regionales como símbolo de modernidad, la de unos políticos -PSOE, PP, IU (tanto dan, son todos el mismo)- completamente ajenos a la ciudadanía, todos de acuerdo para aprobarse millonarios presupuestos con el fin comprarse sus cochecitos de quince millones de pesetas, repartiéndose pasteles, tirándose los trastos a la cabeza delante de la prensa (hay que ver cómo se pinchan los dos socios de gobierno para ver quién es más guay) pero yendo, luego, todos juntos de fartura en fartura.

Claro, los de afuera del Principado no sabéis nada del tema porque en los medios estatales todo lo que no ocurra en la capital o en las egregias y antiquísimas nacionalidades-históricas-imperiales-de-cinco-estrellas de Cataluña, País Vasco y Galicia, no existe, por curioso, trágico, interesante, etc. que sea. (¿existen más regiones en nuestro país que la capital y aquellas en las que hay insolidarios y centrífugos sentimientos nacionalistas?).

Pues ocurre que desde hace unos días van buzoneando por los principales núcleos poblacionales del Principado (ojo, que la villa moscona en que vivo no es tan principal, y hasta aquí han llegao también) unos lujosos panfletos que seguramente han costado una pasta -800 gramos, 150 páginas-, en formato revista, en los que se cuenta lo bien que va Asturias merced al actual gobierno (coalición PSOE-IU). A cualquiera que le eche un vistazo le parecerá lo que en realidad es: inmoral propaganda infamemente sufragada con nuestros impuestos, a pocos meses de las elecciones regionales.

El gobierno regional, encima, tiene la poca vergüenza de decir que la culpa es de una imprenta de Leganés, que le ha dao por echar flores sobre Tini y los suyos así, sin más, como quien no quiere la cosa.

Os juro que si me cuentan la anécdota sin decirme qué partido es el que usa con esa desfachatez el dinero público para hacer propaganda propia, en esa deshonesta operación de márketing, pensaría automáticamente: "el pepé. eso es obra del pepé." y quizá acertaría, porque ese desprecio de las instituciones, esa incapacidad para darse cuenta de que el gobernante es un sirviente de los ciudadanos y no al revés, suele ser propio de la derecha.

Pero son muchos -demasiados- los ejemplos que nos van demostrando que la derecha no tiene el monopolio de la desvergüenza. Y que la mayoría de políticos españoles se rasga las vestiduras ante hechos infames como este, no por los hechos, sino porque NO los hicieron los de su partido.

VIVSPM (post patrocinado por la asociación Va a Ir a Votar Su Puta Madre)

miércoles, agosto 16, 2006

milenio cinco mil del más allá. (temporada1, programa5: cacofonías)

-Hola, amigos. Hoy en nuestro programa tenemos a un gran científico, un eminente profesor, que ha dedicado a la ardua tarea de desvelar misterios todos los días de su vida...
-menos los jueves.
-¿perdón?
-menos los jueves, los jueves es mi día libre. Descanso.
-Ah, ha dedicado todos los días de su vida menos los jueves a resolver misterios misteriosos. Nacido en Trujillo, es doctor en ciencias listas por la universidad de Töhnterien, en Moldavia la Chica. Profesor Von Möoermatzen, bienvenido a nuestro programa.
- gracias.
-el primer gran misterio, profesor, sería, ¿por qué narices, siendo usted de Extremadura, se llama Von Mooermatzen?
-Von Möoermatzen.
-¿...perdón?
-lo ha dicho usted sin diéresis. Es "Von Möoermatzen", no "Von Mooermatzen".
-... ¿Von Möoermatzen?
-En efecto y, contestando a su pregunta, tengo ascendencia cántabra. Adopté un lejano y exótico apellido.
-...Debemos agradecer especialmente su presencia, pues el doctor acaba de regresar de dar una charla en la Universidad de Padua, y se ha venido a nuestro estudio sin ni siquiera pasar por su casa...
-Así es, así es... tengo para tres días más en el pub Universidad de Padua, así que si alguno de sus televidentes desea venir, allí estaremos....
-.... eh... sí... y dígame doctor, ¿usted qué investiga? ¿de qué tratan sus trabajos?
-Pues estudio todo lo que se salga de lo cotidiano, todo lo chocante y extraño, todo lo misterioso, todo lo que el hombre anhela saber desde el comienzo de los tiempos. yo lo estudio todo.
-por ejemplo, ¿cuál es su último trabajo, si puede saberse?
-Estoy intentando averiguar qué lleva a un hombre, tras recibir un martillazo en un dedo al, por ejemplo,clavar una alcayata para colocar un cuadro, qué extraño mecanismo le lleva a blasfemar. Llevamos mi equipo y yo varios meses recabando y cotejando datos, observando a muchas personas clavar alcayatas, clavándolas nosotros mismos incluso, para obtener una buena base de análisis.
-¿puede adelantarnos algo de su tesis?
-No me gusta hablar de conclusiones prematuras, sobre todo porque la prensa no suele saber interpretar los datos y ... pero creemos que el agente responsable de los cagamentos podría ser el dolor.
-interesante...
-Así es, así es. También estamos analizando unas grabaciones de cacofonías que...
-¿nos podría poner alguna?
-claro, he dado a su realizador un cedé con unas cuantas... escuchemos:

.... ponme un pincho de pechuga de pollo, pero con poca payonesa...

-como han escuchado, es una cacofonía en que se repite mucho la letra pé. Pero esta es tan peculiar y tan intensa, que incluso dice "payonesa" en vez de "mayonesa". Fue grabada en otoño de 1993 en un bar de Las Rozas, en Madrid. Allí, al parecer, se había muerto una persona de un estornudo hacía ciento trece años.
-Caramba, me da escalofríos pensar que hay lugares donde se ha muerto gente...
-Sí, pues imagínese, eso lo tengo yo todo muy pensado, la gente se muere en todas partes...:quién sabe, quizá en este mismo estudio de televisión se murió un día, hace decenas de años, antes de ser un estudio de televisión, un perro abandonado.
-¿qué me dice usted? me pone los pelos como escarpias...
-no me hable de escarpias ni de alcayatas, que de tanto experimentar tengo los dedos... me entran ganas de blasfemar, fíjese.
-digo que lo del perro abandonado me asusta.
-Pues, es un suponer, quizá no se haya muerto un perro abandonado... quizá se hayan muerto dos perros abandonados.
-por favor, no siga...
-bueno, escuchemos otra cacofonía:

... maldita sea, me se ha acabao el tabaco, niño, véteme a buscármelo.Toma, cinco leuros, trae también dentrífico...

-No se asuste, no se asuste, son reales como la vida misma. Esta que acabamos de escuchar, fue encontrada en un emepetrés que apareció misteriosamente encima de las caras de Bélmez; allí, cuenta la leyenda que fue asesinado un pavo en la nochebuena de 1863. Le emborracharon y le cortaron la cabeza... En la cacofonía oímos claramente una voz masculina que dice "me se ha acabao el tabaco", hay una transposición del pronombre de complemento indirecto con el reflexivo; después repite redundantemente el pronombre "me" en véteme a buscármelo. Oímos luego el malsonante gitanismo "leuros" en vez del correcto "euros", y más tarde el cacofónico -ésta es una cacofonía de libro- "dentrífico" por "dentífrico". Le voy a poner otra que...
-No ponga, no ponga más, que estoy completamente paralizado por el horror...
-Y eso que no le he puesto la de la gatita pequinés atropellada en Mieres, que se oye la lúgubre voz de una vieja decir "¡Tásis, ¡Tásis!" , para llamar a un Taxi.
-qué horror... necesitamos una pausa para quitarnos el escalofrío de encima. Doctor Mooermatzen,
-Möoermatzen.
-Sí, es verdad, Möoermatzen, muchas gracias por asistir al este espacio.
-El placer es mío. Muchas gracias a ustedes por invitarme. enhorabuena por el pograma.
-¡aaaaaagh!

"La Marrana" de Cuerda

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Corría el año 1992. Dos proyectos españoles sirvieron para conmemorar, cinematográficamente, el quinto centenario del descubrimiento de América. Uno de ellos fue una superproducción (¡unos siete mil millones de pesetas de entonces!) cuya realización se encargó al renombrado director británico Ridley Scott, quien había dirigido un par de películas que casi todos consideramos que están entre de las mejores de toda la historia del cine (Alien, Blade Runner). Se trataba de 1492: La Conquista del Paraíso (Gerard Depardieu hacía de Colón; la teniente Ripley, de la reina Isabel.).

El otro proyecto, más modesto (500-550 millones de pesetas), pero íntegramente español (el de Scott, aunque mayoritariamente hispano, contaba con capital inglés, francés y estadounidense), fue La Marrana, de José Luis Cuerda.

La historia que nos cuenta esta recomendable película (nota: se nos terminó un sinónimo para decir "película"... antes podíamos decir cintas pero ahora no son cintas exactamente... ni de vídeo, ni cinematográficas... todo es ya digital, y lo de decir "la historia que nos cuenta este recomendable archivo avi", da cosa) tiene lugar también en 1492, aunque no veremos en ella a ninguno de los famosos personajes históricos que se nos vienen a la memoria al recordar esta fecha (si acaso nombrarán de paso alguno los personajes), ni los grandes hechos que estos realizan. Sí veremos, en cambio, rasgos de las características y circunstancias político-sociales de la época (la Inquisición, la Santa Hermandad, las ordalías, la expulsión de los judíos, galeotes, peregrinos, pícaros, salteadores, ciegos y trovadores que piden limosna...).

Paradójicamente es La Marrana, un guión original del propio Jose Luis Cuerda, la representación cinematográfica más fidedigna de las novelaa picarescaa española; quiero decir que no son las poquísimas adaptaciones al cine de las obras de ese género literario tan genuinamente nuestro (aunque luego "importado" a sus países por escritores extranjeros - Defoe, Dickens...-), como el Lázaro de Tormes de Fernán Gómez/García-Sánchez, las que mejor recogen y representan los rasgos de la novela picaresca española.

Lo que tan malamente trato de decir es que si queréis tener una aproximación audiovisual a cómo es una novela picaresca española (aunque la primera obra de ese género aparecería casi sesenta años después de la fecha en que está ambientada la película), encontraréis el mejor ejemplo de sus rasgos en La Marrana: el ingenio (y la vileza) del héroe protagonista para fingir, mentir, delinquir etc. con el objeto de satisfacer la necesidad u obtener otros beneficios; recreación en lo grotesco y lo escatológico ; el pesimismo que al lector produce asistir al ambiente de la picaresca donde, a pesar de la creación de situaciones más o menos humorísticas, todo es maldad, fealdad y carnalidad, donde unos se aprovechan de otros y todo se hace por egoísmo, donde la entrega, las virtudes, las buenas pasiones y la inocencia pocas veces se muestran o , de verse , no reciben más recompensa que palos y golpes (un ambiente literario, en fin, tan parecido a la triste realidad que produce desazón).

Alfredo Landa- a quien desde su pequeño papel en Tiovivo de Garci no hemos vuelto a ver en la pantalla y es una verdadera pena, supongo que se ha retirado o ya no le ofrecen papeles- representa uno de sus personajes mejor construidos (recibió un merecidísimo premio Goya ese añ): Bartolomé, un locuaz y sentencioso pícaro que ambiciona dos cosas: hacerse con la marrana de Ruy - Antonio Resines- su, primero compañero de andanzas, más tarde también amigo. El otro anhelo es más poético: tiene el deseo melvilliano de volver a hacerse a la mar, ya que - eso dice, aunque en realidad miente mucho- había sido cocinero en una galera. Oye hablar de la expedición que al Cipango y al Catay (pero yendo por el Oeste) va a partir próximamente del puerto de Palos y su deseo es enrolarse en esa tripulación.

La película habla de deseos y realidades, de placeres tan fugaces como un parpadeo, de momentos felices que, sin que podamos hacer nada, demasiado pronto se deslizan en nuestros dedos aunque intentemos aferrarlos, como arena de playa, y los perdemos para siempre, quedándonos tan solo luego la melancolía del recuerdo y la conciencia de que ya no volverán.


A destacar la ambientación (localizaciones, decorados, vestuario, objetos, detalles) y lo cuidado que está el lenguaje (cosa que no suele suceder en las películas de época, y menos en el doblaje español si son extranjeras): nos parece en verdad estar en la Castilla de fines del siglo XV.

Transcribimos, para acabar nuestra tediosa entrada de hoy, dos enjundiosas sentencias del personaje de Landa, que suelta unas cuantas de ese jaez a lo largo de la película:

Es preferible que las cosas buenas (hasta la vida) desaparezcan en la juventud, porque así de ellas sólo se esperaría lo mejor; mientras que si agotan su plazo, siempre lo cumplen con desengaños y traspiés.

No te fíes del momento: mientras que lo que uno ve tiene más tamaño cuanto más te acercas, lo que uno desea es mayor cuanto más lejos está. Y engaña mucho.

Qué razón tiene vuesa merced, Bartolomé.

sábado, agosto 05, 2006

El loco y el soñador.

Hay un tipo en la calle, en medio de la acera, y una avispa empieza a incordiarle. El pobre hombre empieza a dar nerviosas brazadas acompañadas de exagerados aspavientos para intentar quitársela de encima, antes de que le pique.

Un observador situado a unas decenas de metros vería al hombre haciendo esos extrañísimos movimientos, pero no vería al himenóptero causante del insólito comportamiento.

Un loco no es más que un tipo al que los demás, desde donde estamos, no podemos ver su avispa.

Si, en vez de una avispa, lo que los demás no podemos ver es una mujer hermosísima, y el hombre en vez de extraños gestos para deshacerse del insecto parece completamente embobado (aunque en su cerebro bullan mil fantásticas quimeras), no es loco, es un soñador.

La diferencia entre el loco y el soñador es que el segundo aún tiene suficientes cimientos en la triste realidad como para que se evaporen sus fantasías muchas veces al día.